Mudarse de ciudad sin cambiar de casa: Benalmádena recupera los terrenos de Fuengirola

Esta polémica territorial surgió hace cerca de dos años, cuando el Ayuntamiento de Benalmádena exigió la titularidad de más de 74.000 metros cuadrados de Fuengirola que sus vecinos consideraban que les pertenecía según esta operación de deslinde practicada en 1874. En octubre, la Consejería de Administración Local confirmó que este documento del siglo XIX seguía vigente y se remitió a la doctrina del Tribunal Supremo, que en varias sentencias ha establecido que tiene preferencia el deslinde más antiguo. Dicha resolución daba por finiquitada la vía administrativa dando la razón a Benalmádena. El documento desestimaba así todas las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Fuengirola, que anunció que estudiaba la posibilidad de plantear un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para intentar retener la propiedad de los terrenos, ubicados en el entorno de El Higuerón.

Aunque el asunto se reactivó en 2019, en realidad los problemas comenzaron a principios de los años 80. Entonces, Fuengirola incluyó esta superficie en su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) después de que, por un error técnico, Benalmádena no la contemplase en su primer plan urbanístico, trazado en 1981.

Unos años más tarde, en 2006, el gobierno de Benalmádena liderado por Enrique Bolín se dio cuenta de esta circunstancia y presentó una alegación al PGOU fuengiroleño «para resolver esta discrepancia en el límite común». El que fuera primer edil benalmadense recordaba como argumento principal que en mayo de 1999 tuvo lugar en Benalmádena una reunión de una comisión de deslinde integrada por representantes municipales de Fuengirola, Mijas, Torremolinos y Alhaurín de la Torre. Los miembros del Ayuntamiento de Fuengirola abandonaron la reunión sin llegar a alcanzar un acuerdo, lo que reforzaba aún más la tesis de que el acta de deslinde vigente era la de 1874.

Aun así, el procedimiento contencioso interpuesto hace quince años por Benalmádena quedó archivado a la espera de que se resolviera el expediente de alteración iniciado por Fuengirola, que nunca fue completado.

En un documento al que ha tenido acceso este periódico, la Gerencia recuerda ahora que tal y como se acordó en la Comisión de Seguimiento y Control del convenio, la tramitación catastral del replanteo de la demarcación municipal en esta zona ya es efectiva de manera retroactiva desde el 16 de octubre de 2020. Además, avanzan que cerca de un tercio de las notificaciones ya han sido enviadas a los vecinos, aunque éstos disponen del plazo de un mes para interponer un recurso de reposición o reclamación económico-administrativa.

El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas, se mostró ayer especialmente contento con este avance. «Estamos realmente satisfechos. Tras casi dos décadas de litigios, la administración por fin nos ha dado la razón en su justa reivindicación de 72.000 metros de terrenos que legítimamente pertenecían a nuestro término municipal», señaló en declaraciones a SUR. A su juicio, este logro responde a la «estabilidad politica» de la que ahora goza Benalmádena, «que permite por fin dar continuidad a los proyectos y mejoras que la ciudad necesita, y acometer con éxito la defensa de los límites territoriales del municipio», añadió.