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Los expertos seguirán investigando el fenómeno en Torremolinos y Benalmádena. SUR
Investigadores detectan hundimientos de terreno en La Colina y Puerto Marina

Investigadores detectan hundimientos de terreno en La Colina y Puerto Marina

El análisis, en el que participa la UMA, revela aplastamientos de hasta 11 milímetros al año por la extracción de agua y la sobreurbanización en Torremolinos y Benalmádena

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Miércoles, 19 de diciembre 2018

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Un equipo internacional de investigadores, en el que participa un experto de la Universidad de Málaga (UMA), ha confirmado hundimientos progresivos de terreno de hasta seis y once milímetros anuales en Puerto Marina y La Colina. El análisis de los datos procedentes de los satélites revela que la deformación ha alcanzado «valores incluso más acusados» entre 2015 y 2017, conclusión que se suma al estudio practicado entre 1992 y 2009, que ya mostraba la presencia de este fenómeno geológico, conocido como subsidencia. Los expertos achacan el hundimiendo a la sobreexplotación del acuífero de la Sierra de Mijas y a la rápida urbanización de ambas zonas. El doctor Pablo Jiménez Gavilán, de la UMA, explica que el aplastamiento del terreno «es un fenómeno global» por el incremento de la población y la construcción, además de las extracciones de agua, que provocan que la tierra se compacte cada vez más. El problema detectado en estas zonas concretas de Benalmádena y Torremolinos, sin embargo, consiste en que la subsidencia «es diferencial, va a mayor ritmo» que en el resto de la Costa del Sol.

Estas deformaciones podrían provocar problemas en tuberías o cimientos, aunque los investigadores aún no han constatado que hayan tenido consecuencias. Para este paso, sostienen, han reclamado la colaboración de ambos Ayuntamientos: «El de Benalmádena atendió inicialmente nuestra solicitud y mostró interés en colaborar, pero el de Torremolinos ni siquiera ha contestado pese a que les hemos remitido toda la información recabada». El grupo de expertos incide en que la aportación de las administraciones «resulta importante para conocer si hay infraestructuras afectadas o si puede haber problemas, por ejemplo, en la red de canalizaciones». Los resultados de la investigación ya han sido publicados en la revista Procedia Computer Science.

El grupo de expertos solicita colaboración a los ayuntamientos para averiguar si el fenómeno ha tenido consecuencias

Jiménez Gavilán insiste en la importancia «de no ser alarmistas», pero también destaca la necesidad de «vigilar» las deformaciones mediante «un estricto control de este fenómeno para prever posibles incidencias en carreteras, urbanizaciones o aeropuertos». Los expertos han analizado áreas muy pobladas sobre las que ya se habían detectado importantes fenómenos de subsidencia que habían sido analizados en trabajos previos, como los recogidos en la prestigiosa revista sobre medio ambiente 'Stoten' este mismo año: «Los resultados actuales confirman la dinámica advertida en análisis anteriores, como el del periodo 1992-2009, donde detectamos hundimientos de este sector a un ritmo máximo de once milímetros por año».

En sus artículos, los investigadores aluden al uso intensivo de las aguas subterráneas y al aumento rápido de las zonas urbanizadas como principales factores desencadenantes de este proceso. «La extracción de agua proveniente del acuífero carbonático de la Sierra de Mijas, que constituye el principal suministro de agua de estas poblaciones, y por tanto es un elemento a tener en cuenta a la hora de encontrar la causa por la que los fenómenos de subsidencia han continuado en ascenso entre 2014 y 2018», explica Jiménez Gavilán. En este punto, los investigadores señalan que, lejos de ser un dato y una variable geológica más, el hundimiento de terreno, a ciertos niveles, puede tener consecuencias «muy negativas» que también incluyen los desplazamientos de mareas hacia áreas de menor altitud.

Los expertos advierten además sobre la evolución de la subsidencia, aunque más leve, del Polígono Guadalhorce y parte del aeropuerto desde 1992. Las diferencias en el relleno sedimentario explicarían la heterogeneidad de este fenómeno en la provincia, problema que los expertos seguirán investigando.

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