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Así han estado las calles de Fuengirola a lo largo de esta semana. :: i. gelibter
La huelga de limpieza en Fuengirola acaba sin acuerdo y agrava el conflicto

La huelga de limpieza en Fuengirola acaba sin acuerdo y agrava el conflicto

Los trabajadores de Urbaser decidirán en los próximos días futuras movilizaciones mientras la empresa sigue sin pronunciarse

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Lunes, 20 de agosto 2018, 00:36

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La huelga de limpieza de Fuengirola acabó ayer tras diez días sin que haya habido ningún acuerdo –ni tan siquiera un acercamiento– entre los trabajadores y la empresa que gestiona el servicio, Urbaser, cuya única propuesta es congelar el convenio otro año más.

En estos diez días, los trabajadores –que han hecho un seguimiento de la huelga en un 100%– han acusado a Urbaser de haber incumplido el pliego de condiciones, ya que a su juicio se había establecido una organización puntual para las movilizaciones que no era acorde al servicio pactado. Por su parte, desde el Ayuntamiento han deslizado en varias ocasiones que los trabajadores habían incumplido los servicios mínimos, un extremo que los empleados rechazan y que no se ha podido constatar más allá de los comunicados del Consistorio.

En cuanto al estado general de la ciudad, donde más se ha notado ha sido en la recogida de residuos; aún así, los elevados servicios mínimos (entre un 50 y 65% dependiendo del día) tampoco permitían situaciones excesivamente complejas. Asimismo, este periódico ha podido comprobar –a pesar de la negativa del equipo de gobierno– cómo varios trabajadores municipales han estado actuando como refuerzo en las calles, incluso con algún camión que se llevaba residuos. El último punto polémico ha sido el de las islas ecológicas, que funcionan de forma simultánea a la iluminación de las calles. Durante la huelga ha sido habitual ver muchos de los barrios de Fuengirola con las luces encendidas en pleno día, lo que para los trabajadores y la oposición ha sido un auténtico «despropósito» con el único objetivo de boicotear la convocatoria.

A pesar de todas estas cuestiones, la huelga, que estaba prevista solamente para estos 10 días, se ha saldado con un resultado desigual. La empresa no ha accedido a ninguna de las demandas de los trabajadores, que ayer volvían a exigir lo mismo y anunciaban posibles nuevas movilizaciones en los próximos meses.

El portavoz del comité, Carlos Pastrana, explicó a principios de mes cuáles eran estas peticiones de mejora. Así, sostuvo, por ejemplo, que los trabajadores en periodo de vacaciones perciben la cuantía estipulada en la tabla salarial del convenio vigente –en torno a 300 euros brutos menos en el mes de vacaciones–mientras que ellos reclaman cobrar el salario íntegro ya que a su juicio así lo estipula la ley, aunque se aplica el convenio. Además, sostienen que en la actualidad tienen dos pagas extraordinarias a razón del salario base, unos 750 euros. «Solicitamos que sean íntegras, además de una de beneficios en marzo que supone la mitad del salario base, y que también exigimos que sea íntegra», señaló el portavoz del comité.

Por otra parte, exigen la reactivación de los trienios, que se congelaron como medida de austeridad en 2012. «Los trabajadores contratados para los trabajos en fines de semana y festivos solicitan una promoción interna controlada y justa la cual no permita que personas que nunca han sido trabajadores de Urbaser comiencen sus labores con un contrato de trabajo a 40 horas por semana cuando ellos llevan en la empresa años con una contratación del 47 por ciento», añadió.

Por último, y dentro de estas reivindicaciones centrales, Pastrana se refiere al horario de trabajo. «Se amplió el horario en 2012 como otra medida de austeridad, y en la actualidad tenemos 40 horas a la semana de lunes a viernes. «Reivindicamos volver a las 35 horas por semana de lunes a viernes», matizaba en declaraciones a este periódico. En cualquier caso, ya avisaban de que no se trataba de unas reclamaciones cerradas y que estaban dispuestos a negociar;un extremo que no ha ocurrido por la negativa de empresa. Como viene siendo habitual, SUR ha intentado de forma reiterada recoger la versión de Urbaser, aunque sin éxito.

Críticas de la oposición

La huelga de limpieza no solo ha tenido sus consecuencias en las calles, y que la oposición ha atacado duramente a la alcaldesa, Ana Mula, por actitud ante la crisis. El portavoz de Cs, Javier Toro, criticó que desde Alcaldía no se hiciera «nada» por mediar para solucionar un conflicto que han padecido vecinos, empresarios y turistas. «El equipo de gobierno sólo es capaz de mirar hacia otro lado», aseguró. «Mientras que la alcaldesa el pasado 18 de junio sacaba pecho por la obtención de la Escoba de Platino por su innovación en limpieza, ahora echa balones fuera ante el conflicto laboral que mantienen los trabajadores de la empresa Urbaser», añadió. «Aquí se demuestra una incompetencia por parte de Mula y su equipo de gobierno, que no es capaz de mediar para que comiencen las negociaciones», sentenció en un comunicado.

Por su parte, desde el PSOE hicieron referencia que este era un conflicto anunciado. El portavoz socialista, José Manuel Serrato, aseguró que el gobierno y particularmente el concejal de Limpieza, Pedro Vega, eran conocedores de que el conflicto seguía latente, así como de que la amenaza de huelga en fechas sensibles y de alta afluencia de turismo dejaba de ser una amenaza y se iba materializar. «Lo saben al menos desde el 29 de noviembre de 2017, cuando recibieron el escrito de Urbaser solicitando la resolución de la concesión por mutuo acuerdo, propuesta que fue rechaza en el pleno de 31 de enero de 2018» sostuvo Serrato. «Ha existido en el equipo de gobierno una dejadez de funciones y una relajación de su deber de diligencia; han contado con más un año para llevar a cabo una auténtica mediación entre los trabajadores y la empresa concesionaria sin mostrar preferencias sobre ninguna de las posiciones y presionando a la que se haya negado a negociar el convenio, por lo tanto, han de asumir la parte de responsabilidad que sobre el asunto», afirmó el responsable socialista.

Camión municipal recogiendo residuos.
Camión municipal recogiendo residuos. I. G.

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