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La desaladora de Marbella cumple este verano veinte años activa. Fue el 12 de julio del año 2005, tras varios años de vaivenes técnicos, jurídicos ... y financieros, cuando empezó a tratar agua de mar. La ministra Cristina Narbona era la responsable de la cartera de Medio Ambiente. Es una planta propiedad del Gobierno central, que explota la empresa de aguas de la Mancomunidad Occidental, Acosol, y que está siendo sometida a un profundo remozado de la mano de ésta y, sobre todo, de la Junta de Andalucía. Ya hay fecha para que haya recuperado su máxima capacidad.
El técnico que la dirige es Miguel Esteban, que dio a conocer hace unos días en un acto para cerrar la agenda especial por el 30 aniversario de Acosol los plazos para la recuperación de los 20 hectómetros cúbicos de capacidad nominal: el 31 de mayo toca a su fin la segunda fase de las obras.
17
millones de inversión supera la actualización de la desaladora (dos fases de ampliación y otra energética).
Y es que la planta había perdido capacidad operativa paulatinamente. De poder tratar esos 20 hm3 anuales que suponen algo más de la quinta parte del consumo de la Costa del Sol, solo podía producir 6. Ha habido que realizar una intensa intervención en dos fases para recuperar membranas y bastidores y afinar el sistema de ósmosis inversa.
El experimentado técnico puso sobre la mesa la importancia estratégica de haber construido esta infraestructura, que partió de la dura metasequía del año 95. En aquel momento, el embalse de La Concepción había quedado con apenas 0,4 hm3 en su fondo, muy por debajo del umbral de presa muerta. Precisamente, la Junta tiene ahora activo el concurso para rehabilitar el sistema de tomas y bombeos para aprovechar hasta la última gota si se vuelve a producir una escasez crítica.
En su 'vida laboral', la desaladora ha inyectado en la red de distribución en alta 116 hectómetros cúbicos. Es el suministro de la Costa durante 15 meses o, en palabras del propio Esteban, como dos embalses de La Concepción llenos. La punta máxima anual llegó a los 10 hm3, según explicó. Era 2012.
La primera fase de la ampliación, que permitió subir de 6 hm3 hasta los 12, culminó en noviembre del año pasado. Y la segunda se inició casi en paralelo con la complicación del retraso en la llegada de componentes y suministros por la crisis geopolítica del Mar Rojo.
116
hm3 ha aportado a la red de abastecimiendo la planta desde su activación en 2005.
Sin embargo, no acaban aquí las inversiones para actualizar la desaladora. Está en fase de valoración de ofertas un concurso para modernizar el sistema energético de la planta. El objetivo es ahorrar un 30% de energía. Es un megacontrato que ha sido licitado por 10 millones. De ellos, 3 los aporta la Agencia Andaluza de la Energía y hay posibilidad de financiación europea. El resto va a cuenta del canon de mejora de la Mancomunidad.
En suma, todas las actuaciones superan la friolera de los 17 millones y servirán para dejar en perfecto estado de revista esta infraestructura estratégica.
La planta cuenta con 8 bastidores de membranas de ósmosis inversa. Cada línea produce 7.200 metros cúbicos al día. Los rechazos de salmueras rondan la mitad del caudal. El agua desalada se mezcla con la que llega del embalse y empieza el proceso de potabilización en la ETAP del Verde, también en fase inicial para su imprescindible ampliación por 36 millones.
La captación del agua de la planta se sitúa 500 metros mar adentro en la desembocadura del río Verde, a 2,5 kilómetros de la desaladora y junto a la playa de poniente de Puerto Banús. La planta está en la carretera de Istán, muy cerca de la mencionada ETAP. Las salmueras se devuelven al mar a 350 metros de la línea de playa y 7 metros de profundidad a través de un emisario. La salida del vertido se efectúa con ocho difusores.
La desaladora se construyó en 1997 y contó con todo el 'sello Jesús Gil' tanto en la determinación para construirla como en los problemas incluso judiciales que acontecieron después.
Durante las jornadas referidas, se puso sobre la mesa la necesidad de trabajar en una segunda desaladora para la Costa, de una capacidad similar a la de Marbella. Pero no podrá ir en los terrenos de la que llegó a ser adjudicada entre Mijas y Fuengirola.
La ubicación no está precisada, pero, según explicó la consejera delegada de la empresa pública, Matilde Mancha, será en la zona más oriental costasoleña, entre Torremolinos y Mijas. El anteproyecto será trabajado mano a mano con la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y Acosol lo tiene incluido en su plan de inversiones, que supera los 350 millones de euros en cinco años.
Mancha definió como clave esta actuación a medio plazo. Y resaltó la conjunción con proyectos a corto como la mejora de la actual desaladora o a medio como la ampliación de la potabilizadora del Verde. A largo plazo, vio clave el embalse de Gibralmedina, entre Cádiz y Málaga, que regulará los caudales del Guadiaro y permitirá trasvasar desde el Campo de Gibraltar hasta 15 hectómetros cúbicos anuales de agua ya tratada.
Cabe recordar que la Costa tuvo ya un proyecto de desaladora. Después de tres años de trámites, en julio de 2008, se contrataron las obras a una unión temporal de empresas formada por Sacyr, Sadyt y Construcciones Vera, por 61,7 millones de entonces. Pero llegó la crisis y hubo que rescindir el contrato y compensar a las adjudicatarias.
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