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Miguel y Rafa son los dos agentes que salvaron a un anciano en Fuengirola. Sur
«Estaba muy débil tirado en el suelo, si llega a pasar más tiempo no lo hubiera contado»

«Estaba muy débil tirado en el suelo, si llega a pasar más tiempo no lo hubiera contado»

Los dos agentes que salvaron a un anciano tras recibir un aviso desde Manchester relatan a SUR su actuación

Domingo, 12 de enero 2020, 01:04

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Aquella madrugada estaba siendo tranquila. Rafa y Miguel, dos agentes de la Policía Nacional destinados en Fuengirola, patrullaban las calles de la localidad cuando un aviso sonó por radio. Quien pedía ayuda se encontraba a más de 2.500 kilómetros de ellos, en Manchester (Reino Unido), donde una familia se preocupaba por el estado de Alan, un ciudadano británico que se encontraba en su casa del municipio costasoleño y del que no sabían nada desde hacía días.

Por ello, acudieron a una comisaría de su país para denunciar la situación. Interpol Manchester envió un aviso a las autoridades españolas y la Sala del 091, a su vez, fue la que movilizó a estos dos agentes hasta la casa del anciano, situada en el paseo marítimo de Fuengirola.

Eran las tres de la madrugada del pasado viernes cuando comenzaron a llamar al portero electrónico de la vivienda. Nadie respondía. Fue entonces cuando entró en juego el ingenio de Rafa y Miguel. Observaron que en la cuarta planta, en la que reside el hombre, había una luz encendida, por lo que, tras conseguir entrar en el edificio, aporrearon la puerta de la casa.

Su intuición les decía que el hombre, de 73 años de edad, estaba ahí dentro. Así fue. «Escuchamos una voz muy flojita, casi como un suave quejido en el interior de la vivienda, por lo que pedimos ayuda a los bomberos para que abrieran la puerta y accedimos a la vivienda», indica Rafa.

Allí le encontraron tirado en el suelo, muy débil y con hipotermia. Al parecer, podría haber sufrido un desvanecimiento y haberse golpeado, ya que tenía heridas en la cabeza y en los brazos. «Le tapamos con una manta y esperamos la llegada de la ambulancia», cuenta uno de los agentes.

Fue entonces cuando vieron, en una fotografía, que Alan también había sido policía, aunque en Manchester. El anciano agradeció a los agentes su actuación.

Los médicos explicaron a Rafa y Miguel que el hombre estaba muy débil y que llevaría varios días tirado en el suelo. «Nos dijeron que, si no llegamos a actuar y pasa más tiempo en esas condiciones, no lo hubiera contado», afirma Rafa.

Los dos compañeros están contentos por el buen resultado. Es la mejor recompensa a su trabajo, ya que, como bien insisten, ellos se hicieron policías para ayudar a los demás.

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