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Multitud de amigos, conocidos y vecinos se han acercado la tarde de este martes al cementerio de Benalmádena para acompañar a la familia de Lina, la mujer de 48 años presuntamente asesinada por su pareja en el Pueblo el pasado 9 de febrero. El último adiós a la víctima no ha podido celebrarse hasta ahora, tres meses después del trágico suceso, por la complejidad de la autopsia y por el proceso judicial abierto.
Pasado ese tiempo, «al menos la familia puede cerrar un capítulo, sabiendo que Lina descansa en paz», según apuntaron sus conocidos, quienes también señalaron el dolor experimentado por la familia por no haber podido disponer antes del cuerpo.
Hay que recordar que Lina, como la conocía todos, falleció presuntamente asesinada por quien había sido su marido durante más de una década, un nigeriano llamado Augustine con el que tuvo tres hijos. Los tres niños, todos ellos menores de edad, estaban en la casa familiar y presenciaron los hechos, ocurridos la madrugada del domingo 9 de febrero. Lina tenía también otro hijo fruto de un matrimonio anterior.
«Lina era una niña muy querida, solidaria, sencilla y humilde» aseguran todos los que la conocieron y en ello volvieron a coincidir en la tarde de este martes, durante el sepelio. El suceso fue tan brutal y dramático que conmocionó a media España y en especial a quienes se habían criado con ella en las calles del Pueblo y a quienes habían recurrido a ella para que les ayudara en casa, para que les llevara a los niños al colegio o para cualquier otra cuestión.
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