La 'autovía del agua' paraliza el vivero de empresas de Benalmádena
El espacio, de 1.200 metros cuadrados y un coste de 338.000 euros, sigue sin estrenarse once meses después de su inauguración
El 10 de octubre de 2024 el gobierno municipal de Benalmádena inauguraba en la plaza Solymar un vivero de empresa. «Lo hemos hecho todo en ... un tiempo récord gracias a un gran trabajo», aseguraba el alcalde, Juan Antonio Lara. Hoy, casi once meses después, este espacio de 1.200 metros cuadrados, con 13 salas, área de reuniones y zonas comunes sigue sin estrenarse.
La zona está afectada por las obras de la conocida como 'autovía del agua', el proyecto de Acosol para mejorar la red de abastecimiento de agua en alta que tantos problemas de averías genera. Hasta que no concluyan estos trabajos a su paso por la zona el vivero no podrá utilizarse, según apuntan desde el Ayuntamiento de Benalmádena.
Aunque Acosol ya ha licitado el primer contrato de la autopista, que es precisamente el que afecta a Benalmádena, el vivero deberá seguir esperando. El proyecto se desarrollará en un plazo de unos nueve meses desde su adjudicación entre la redacción del proyecto (un mes) y la ejecución de la obra (ocho).
La ejecución del proyecto del primer tramo de las obras de Acosol se desarrollará en un plazo de unos nueve meses desde la adjudicación
Los trabajos servirán para ejecutar el primer tramo de la 'autovía del agua', que conectarán Benalmádena con Torremolinos, o para ser exactos, Torrequebrada con El Pinillo. La actuación supondrán una inversión de 16,43 millones de euros por parte de la empresa de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, que forma parte de su histórico Plan de Inversiones de 348,6 millones de euros para la mejora de infraestructuras hídricas durante el periodo 2025-2029.
Es una obra compleja, con puntos de conflicto con el Cercanías de la Costa del Sol, Puerto de Benalmádena, pasos inferiores y otras zonas singulares; una actuación en la que la geotecnia y la arqueología también constituyen claves importantes, así como el cruce con servicios de gas, telefonía, entre otros.
Puerto Deportivo y economía azul
El proyecto del vivero de empresas supuso una inversión de 337.712 euros de inversión para la adaptación y modernización de las instalaciones de la plaza Solymar; un edificio singular «que no se había utilizado y presentaba un estado inviable para albergar proyectos de calado en su interior», aseguraba en la inauguración el concejal de Vías y Obras, José Luis Bergillos. La «modernidad, confort y calidez» que, en palabras de Bergillos, se proyectó para que los emprendedores encontraran en Benalmádena un «enclave único» tendrá que seguir esperando.
Mientras el espacio de la plaza Solymar espera a estrenarse, el equipo de gobierno ha puesto en marcha una modificación de los estatutos de la sociedad municipal Puerto Deportivo de Benalmádena para que sea esta empresa quien asuma la gestión del vivero, con el argumento de que los proyectos estarán vinculados a la economía azul. Para que la gestión quede definitivamente en manos de Puerto Deportivo aún debe estudiarse la viabilidad técnica y financiera.
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