Ciudadanos tumba la propuesta de dos ediles de sustituir a su portavoz

Las armas continúan en alto en el grupo municipal de Ciudadanos en Torremolinos, con tres representantes tras la expulsión hace más de un año de su número dos, Juan Machío, ahora concejal no adscrito. La dirección de la formación naranja ha tumbado el intento de dos ediles, Ignacio Rivas y Antonio Linde, de sustituir a su portavoz, Ángeles Vergara. Pese a las reiteradas quejas de ambos concejales, que llegaron a solicitar por escrito un relevo en la portavocía, Vergara ha sido ratificada en su puesto, como el 95 por ciento de los portavoces municipales y autonómicos de Ciudadanos. Fuentes consultadas sostienen que la relación entre Vergara y sus compañeros de bancada «es prácticamente nula», una situación que el grupo municipal arrastra desde hace meses y que ha debilitado su posición en las negociaciones con el PSOE, que gobierna en minoría.

Aunque ninguna de las partes ha querido pronunciarse públicamente, la grave crisis interna por la que atraviesa la formación naranja en Torremolinos es de sobra conocida en el Ayuntamiento. Rivas y Linde no comparten el tono ni el contenido de la mayoría de intervenciones de Vergara en las sesiones plenarias ni su «escasa implicación» en asuntos de calado para el municipio, según confirman fuentes cercanas al partido. Las ausencias de Vergara en varias comisiones también han sido objeto de crítica en el edificio consistorial. Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, respaldada por la cúpula autonómica, ha manifestado en privado, siempre según las fuentes consultadas, que los intentos de sus compañeros de sustituirla obedecen a «intereses personales».

Enfrentamientos

Rivas y Vergara, que han protagonizado sonados enfrentamientos en la sede que el grupo municipal tiene en el Ayuntamiento, llegaron a reunirse hace algunas semanas con la delegada regional de Grupos Institucionales, Elena Sumariva, y la diputada provincial Teresa Pardo para abordar su crisis, un encuentro al que no pudo asistir Linde, que trabaja como profesor. Rivas detalló los motivos por los que solicitan un cambio de portavoz, una petición que finalmente no se ha sido atendida.

Las discrepancias internas comenzaron a agravarse en enero del año pasado, cuando la secretaria del grupo fue destituida por Vergara, que justificó su decisión por la necesidad de buscar «un perfil más político» para el cargo. La mayor parte de la militancia mostró su desacuerdo con esta medida en la asamblea que el partido tuvo ese mismo día. También el resto de concejales reclamaron que la decisión fuese tomada por «unanimidad», pero Vergara hizo caso omiso a las críticas y nombró a un nuevo secretario, una contratación que provocó que más de una veintena de militantes la acusaran de «amiguismo y caciquismo» antes de darse de baja en la agrupación.

Las diferencias entre Vergara y Rivas esconden sus respectivos acercamientos a los dos partidos más representados en la corporación. Mientras la sintonía entre la portavoz de Ciudadanos y el alcalde, José Ortiz (PSOE), resulta evidente, el posicionamiento de Rivas es altamente coincidente con el argumentario de la líder del PP, Margarita del Cid, a su vez presidenta de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, donde Rivas ocupa el cargo antes no existente de delegado de Mediación de Conflictos.

Las discrepancias han provocado que los concejales de Ciudadanos lleguen a emitir votos diferentes, como ocurrió en una comisión celebrada el pasado viernes, e incluso que Rivas acuda a la mayoría de las juntas de portavoces con independencia de que asista o no Vergara. Tras una petición de IU, el secretario municipal elaboró la semana pasada un informe para recordar que la presencia de los viceportavoces únicamente está permitida en caso de vacante o imposibilidad del portavoz, una limitación que refuerza el papel de Vergara, hasta ahora indemne pese a todos los intentos de militantes y compañeros de bancada de reubicarla para reducir su poder en el grupo municipal, y por extensión del PSOE, que tiene en la portavoz naranja a su mayor aliada.