Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Jiménez
Lunes, 29 de agosto 2016, 01:22
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La jornada playera en Fuengirola se vio ayer alterada a raíz del aviso de un supuesto avistamiento de un tiburón a escasos metros de la orilla. La presencia del escualo no llegó a confirmarse, pero como medida preventiva se procedió al cierre de tres kilómetros de litoral, sobre el que ondeó la bandera roja durante algo más de cinco horas. La alerta se activó minutos después de las doce del mediodía, cuando el servicio de emergencias 112 recibió tres llamadas de bañistas avisando de la presencia de un tiburón en la costa al haber percibido una aleta cerca de las atracciones acuáticas. Tras ponerse en alerta a Guardia Civil y Policía Local, el servicio de vigilancia procedió al desalojo de todas las personas que estaban en el agua. También quienes se encontraban en los toboganes flotantes, que fueron trasladados por los socorristas en motos acuáticas hasta la orilla.
La escena, según relatan testigos, recordó a las de la saga Tiburón, con los efectivos de salvamento corriendo por la orilla y avisando con sus silbatos a los bañistas pidiéndoles que salieran del agua. «Iban pitando y gritando ¡Fuera, fuera! porque alguien había visto un tiburón de varios metros. Se formó un revuelo enorme con todo el mundo saliendo a la orilla», comenta Mari Carmen Ortiz, que había acudido a la playa con su familia.
Precaución
En la costa malagueña han sido varios los avistamientos de tintoreras, también conocidas como tiburón azul y que pueden llegar a medir hasta tres metros, de ahí que en el Aula del Mar apunten esta posibilidad. «En el Mediterráneo no hay tiburones porque se mueven en mar abierto. Cuando ha aparecido alguno ha sido porque estuviera herido y siempre mar adentro, ya que no se acercan a la costa», afirma el biólogo del Aula del Mar, Juan Jesús Martín, quien «ante una información tan vaga ya que sólo se ha visto la aleta» plantea el escenario de que se tratara de una tintorera, de un delfín o incluso de un pez luna. «Todo son conjeturas, pero es lógico que se cerrara la playa por precaución. En cualquier caso, en esta altitud podemos estar tranquilos; nunca ha habido un ataque de tiburón a personas cerca de la orilla», remarca.
Sea como fuere, lo cierto es que en cuestión de minutos, toda la franja comprendida entre el puerto y el Castillo de Sohail, hasta el límite con Mijas, se quedó sin bañistas. Vacío el mar en una estampa totalmente inusual en pleno agosto, pero la primera línea de playa estaba literalmente cubierta por una hilera de personas mirando desde la orilla. Mientras, una lancha de la Guardia Civil del Mar peinaba la zona en busca del supuesto tiburón.
Tras cinco horas sin encontrar ninguna evidencia que confirmara su presencia, la bandera verde volvió a izarse. El baño volvía a estar permitido, pero la realidad es que salvado el primer susto fueron muchas las personas que no dudaron en darse un chapuzón. «Nos dijeron que no nos podíamos bañar, pero hay gente incauta metiéndose», advertía Roberto, un madrileño que veranea en Fuengirola.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2024
La Voz de Cádiz
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.