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Adolescentes, ‘oversharing’ y redes sociales, un cóctel muy peligroso

Muchos padres no se plantean los riesgos que conlleva una publicación desmesurada de contenidos en redes sociales y la importancia de la privacidad para el futuro de sus hijos

Ana López-Varela

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Se pasan el día pegados a una pantalla y los justificamos diciendo que han nacido con un iPad bajo el brazo. Sabemos que internet ha revolucionado la forma en que vivimos, la educación, las relaciones personales… y nos parece normal que la mayoría de nuestras rutinas –desde la alarma que nos despierta por la mañana a esa videoconferencia de trabajo o la compra online– pasen por usar un dispositivo tecnológico. Si nos ocurre a nosotros, ¿cómo no va a pasarle al resto de nuestra familia? Pero lo cierto es que, salvo excepciones, los adolescentes y jóvenes de hoy hacen un uso excesivo de internet.

No es complicado encontrar datos que avalen esta afirmación. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2017, la disposición de teléfono móvil se ha incrementado “significativamente a partir de los 10 años, hasta alcanzar al 94% en la población de 15 años”. Por su parte, la Estrategia Nacional sobre Adicciones elaborada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, recoge que “según los datos de ESTUDES (2014-15), el 18% de la población de 14 a 18 años usa de manera abusiva las TIC (Tecnologías de la información y la Comunicación)”. También indica que el 85% de los jóvenes hacen uso de alguna red social a diario. Según diferentes informes, el 52% del segmento de jóvenes entre 18 y 24 años asegura que solamente se comunica online.

Este fenómeno no se da únicamente en los más pequeños de la casa, pero todos los expertos coinciden en que son el grupo generacional más vulnerable. Entre otras cosas porque además de dedicarle mucho tiempo a la red, no escogen adecuadamente los contenidos que comparten. Por esta razón, tal y como explican desde Por un uso Love de la tecnología –iniciativa con la que Orange pretende concienciar a niños y adultos sobre la necesidad de un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías–, es fundamental que los padres, educadores y profesores ayuden a los menores a mejorar sus hábitos online y los eduquen en el uso de internet como fuente de formación e información.

Una de los males a evitar es el oversharing o lo que es lo mismo la publicación desmesurada de contenidos en redes sociales. Los adolescentes sobreexponen su vida en internet, un peligro muy grave para su privacidad y seguridad. Compartir números de teléfono, direcciones habituales o documentos oficiales (DNI, tarjeta médica, etc), revelar ubicaciones a tiempo real o publicar fotografías íntimas puede acabar en casos de estafa, robo de identidad, sexting o envío y recepción de mensajes sexuales, ciberbullying o ciberacoso escolar y perjuicio reputacional.

Y no sólo han de aprender a dosificar los datos, vídeos e imágenes personales sino también las que comparten de los demás. Según una encuesta de Kaspersky Lab realizada entre más de 1.000 niños europeos de entre 10 y 15 años, un 36% de ellos admiten que se han “arrepentido de publicar algo en la red que ha afectado negativamente a un amigo”. Para hoy y, sobre todo, pensando en el día de mañana. La reputación online es ya determinante para el perfil de cualquier profesional y el oversharing nos puede costar un puesto o una oportunidad de trabajo. No en vano, según datos del IV Informe de Infoempleo y Adecco sobre redes sociales y mercado de trabajo, el 87% de empresas revisa las redes sociales de los candidatos.

El 87% de empresas revisa las redes sociales de los candidatos a un puesto de trabajo

¿Cómo prevenir el abuso de Internet en los más jóvenes? Es aconsejable establecer normas regulando los espacios y los tiempos donde será posible utilizar el móvil y conectarse a Internet. Por ejemplo, debería limitarse su uso durante las comidas y los momentos compartidos por toda la familia. Para ello, es recomendable que los padres prediquen con el ejemplo y eviten usar el smartphone mientras están con los menores. Activar una alerta en Google que avise cuando el nombre del niño aparezca en alguna búsqueda puede ser una buena ayuda. Existen otras pautas sencillas como no etiquetar ni identificar a las personas que aparecen en las fotografías, leer las políticas de privacidad de tus redes sociales y configúralas del modo más estricto posible, no incluir la geolocalización ni distribuir imágenes de desnudos por muy inocentes que nos parezcan –por ejemplo nuestros hijos en la playa o a la hora del baño–.

Un 36% de niños europeos de entre 10 y 15 años reconoce que se ha arrepentido de publicar algo en la red que ha afectado negativamente a un amigo

Para sortear problemas relacionados con el oversharing es necesario mantener una comunicación fluida con ellos, reforzar su autoestima y ayudarles a encontrar actividades alternativas de ocio tales como practicar deporte, leer, hacer planes con sus amigos… Los expertos también aconsejan enseñar a los adolescentes a analizar las ventajas e inconvenientes de cada una de sus resoluciones, a sopesarlas y mantenerse firmes una vez tomada la decisión.

Sabiendo que algunas imágenes y vídeos pueden ser imposibles de eliminar o recuperar después de ser compartidos y analizando el tipo de publicaciones y comentarios que los adolescentes realizan, es lógico pensar que con los años podrían arrepentirse de ellos. Para entonces, miles de contenidos propios estarán al alcance de cualquiera en Internet sin solución. Muchos de ellos serán fotografías comprometedoras. Tras un estudio detallado del tipo de publicaciones que los jóvenes hacen en apps como Instagram, Twitter y Vine, una investigación del prestigioso Centennial College de Toronto alerta de que existe una auténtica obsesión entre los jóvenes de 13 a 18 años por hacerse selfies y colgarlos en las redes sociales. Fotografías con las posturas y vestuarios más sensuales que pueden reportarles miles e incluso millones de seguidores, comentarios y likes.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Love Orange. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.