?
LOVE

El distorsionado universo alimentario que reina en las redes sociales de los adolescentes

#Ana y #Mia, las princesas tras las que se esconden los usuarios pro anorexia y bulimia, llenan internet de trucos y c贸digos para perder peso que ponen en riesgo su salud

Ana L贸pez-Varela

Compartir

鈥淏ienvenidas. 脡ste es un blog para aquellas que buscan un sue帽o y que se sienten incomprendidas, que est谩n cansadas de que todos vengan a decirles ‘no hagas eso, te est谩s matando, la felicidad no reside en el f铆sico’ y semejantes bobadas. Decidir luchar por un sue帽o es mucho m谩s que pesar determinados kilos, es el esfuerzo, la superaci贸n d铆a a d铆a, la ilusi贸n porque sabes lo que quieres, y sobre todo por conseguirlo. Tenemos que estar unidas en esto, ayudarnos y darnos muchos 谩nimos. Porque nadie dijo que fuera f谩cil ser princesa鈥. Quien escribe es #Ana, una chica de 15 a帽os, 1,54m de estatura y 34 kilos de peso, en cuyo blog ya avisa de que su meta es llegar a los 17 kilos. No es una buena compa帽铆a para tus hijos. No les conviene su discurso pro anorexia ni el de #Mia, el otro nombre de princesa bajo el que se identifican en internet los afectados por trastornos de la conducta alimentaria (TCA), en este caso pro bulimia.

El texto del blog que encabeza este art铆culo data de 2011. Por desgracia, este post es s贸lo uno de entre los millones que existen en internet haciendo apolog铆a de estos des贸rdenes. Antes, en 2009, el mismo texto hab铆a sido publicado por una chica llamada Alejandra de 17 a帽os como mensaje de bienvenida en su fotolog, donde contaba orgullosa que consum铆a tan s贸lo 500 calor铆as como alimento para tres d铆as. Despu茅s de ellas, es m谩s que probable que otras muchas adolescentes lo hayan usado como mensaje motivacional. Y lo sigan usando ahora, 10 a帽os despu茅s.

Este tipo de contenidos han aumentado un 470% en las redes sociales durante la 煤ltima d茅cada, seg煤n la empresa de seguridad inform谩tica Optenet. Existen m谩s dos millones y medio de publicaciones etiquetadas con #anorexia y casi cuatro millones detr谩s de los hashtags #ana (anorexia) y #mia (bulimia). Y, pese a no ser un fen贸meno reciente 鈥搇a nomenclatura comenz贸 a popularizarse en 2004鈥, lejos de haber disminuido cuenta cada vez con m谩s p谩ginas y fieles seguidores. La red ha servido para poner en contacto a miles de personas con trastornos de alimentaci贸n. Seg煤n indica el estudio Mesa de Di谩logo para la prevenci贸n de TCA realizado el pasado a帽o por la ACAB, el 60% de estos enfermos buscan y encuentran contenidos que ponen en riesgo su salud.

Existen m谩s dos millones y medio de publicaciones etiquetadas con #anorexia y casi cuatro millones detr谩s de los hashtags #ana (anorexia) y #mia (bulimia)

Las de todas esas Ana y M铆a an贸nimas son reflexiones en las que dicen perseguir un ideal de perfecci贸n que justifica su estilo de vida. Utilizan como iconos im谩genes de mariposas y lib茅lulas 鈥搎ue simbolizan lo et茅reo鈥, vestidos vaporosos, mujeres extremadamente delgadas con coronas y diademas. Como confirma un art铆culo publicado por la UNED en su revista Acci贸n Psicol贸gica, la 鈥渂elleza de aspecto fr谩gil鈥 es el primer requisito para su reinado.聽 鈥淪er princesa es m谩s que una imagen, es una forma de adornar lo desagradable de los trastornos de la conducta alimentaria鈥, explican sus autores, Bel茅n G. Bermejo, Luis 脕ngel Saul y Cristina Jenaro. Pero conseguir esa corona podr铆a costarles la vida.

Como alertan los expertos de Por un uso Love de la tecnolog铆a 鈥搃niciativa a trav茅s de la que Orange busca聽concienciar a las familias de la importancia de un uso responsable de internet鈥, 芦en redes sociales convertirse en una princesa puede parecer un sue帽o pero la anorexia y la bulimia son una pesadilla鈥. Internet se ha convertido en el cobijo de millares de j贸venes con trastorno de la conducta alimentaria. Arropados por el anonimato que pueden ofrecer las redes 鈥揳unque muchos usan perfiles reales y reconocibles鈥, han creado un universo propio con sus s铆mbolos, sus c贸digos, su vocabulario. Pese a ello, en el 87% de los casos la familia de estos enfermos desconoce sus h谩bitos, y menos de la mitad del entorno familiar acaba enter谩ndose del problema.

Los contenidos relacionados con los TCA han aumentado un 470% en las redes sociales durante la 煤ltima d茅cada

Por eso es necesario observar los h谩bitos de los m谩s j贸venes de la casa, establecer una comunicaci贸n fluida y supervisar su uso de las redes sociales. Seg煤n un estudio de la Fundaci贸n Espa帽ola de Nutrici贸n (FEN) el 48,4% de ni帽os y adolescentes de entre 9 y 17 a帽os est谩n m谩s de dos horas al d铆a delante de una pantalla. Una cifra que aumenta a un 84% si hablamos del fin de semana. Demasiado tiempo para estar solos. En las redes sociales probablemente encuentren consejos como 鈥渕asticar y escupir, pero jam谩s tragar鈥; 鈥減茅sate antes de comer para recordar lo cerda que est谩s鈥; 鈥渞ecuerda llevar una goma en la mu帽eca para poder estirarla y hacerte da帽o con ella cuando tengas ganas de comer de nuevo鈥 y retos como conseguir que su cadera ocupe tan s贸lo el ancho de un folio de tama帽o A4.

A d铆a de hoy, en Espa帽a no existe una normativa que sancione este tipo de mensajes a nivel nacional. Pero ya se han dado algunos pasos en ese sentido. El pasado mes de enero, la Generalitat aprob贸 en Catalu帽a la reforma del C贸digo de Consumo, que permite investigar y perseguir a aquellas webs que hagan apolog铆a de los trastornos alimentarios teniendo como consecuencia una posible sanci贸n 鈥揹e hasta 100.000鈧 de multa鈥 para las empresas o plataformas que alojen esos contenidos nocivos.

Los especialistas alertan de que los TCA empiezan a darse de forma habitual entre preadolescentes por factores como la sexualizaci贸n de la infancia o el acceso temprano a internet. 芦El hecho de que los adolescentes tengan acceso a estas plataformas muy visuales desde tan j贸venes incrementa las comparaciones entre ellos y las personas a las que siguen. Eso ha provocado un aumento de la insatisfacci贸n corporal禄, asegura Eduardo Serrano, coordinador de la Unidad de TCA del Hospital San Joan de Deu de Barcelona y uno de los coordinadores del informe Trastornos alimentarios y h谩bitos de b煤squeda en internet.聽No son escenarios aislados. Si lo fueran Instagram no estar铆a probando a ocultar en algunos pa铆ses el n煤mero de likes de las fotos o que Facebook no habr铆a cambiado sus pol铆ticas para evitar b煤squedas de im谩genes relacionadas con TCA o contenidos que inciten al suicidio. En Messenger se han actualizado recientemente 鈥渓as herramientas de prevenci贸n del suicidio鈥. Iniciativas que apuntan a que la soluci贸n no est谩 en desprenderse de la tecnolog铆a, sino en gestionar mejor la exposici贸n que los m谩s j贸venes tienen a Internet.

Los des贸rdenes alimenticios son la tercera enfermedad cr贸nica m谩s frecuente entre adolescentes

La persona con anorexia percibe su imagen corporal distorsionada, su autoestima est谩 influenciada por su aspecto y se obsesiona por mantener un peso bajo realizando una dieta restrictiva hasta el punto de poner en peligro su vida por desnutrici贸n extrema. En la bulimia, tras la p茅rdida de control sobre los atracones, el enfermo busca mecanismos compensadores como v贸mitos forzados, laxantes, diur茅ticos, ayuno o ejercicio extremo. A diferencia de la anorexia, su peso se suele mantener normal o incluso puede llegarse a hablar de sobrepeso. Presentan desde molestias digestivas y caries hasta deshidrataciones graves que pueden provocar una enfermedad card铆aca o cerebral.

Hay que recordar que en Espa帽a estos des贸rdenes son la tercera enfermedad cr贸nica m谩s frecuente entre adolescentes. El 94% de los afectados son mujeres de 12 a 36 a帽os, aunque cada vez hay m谩s casos entre hombres y gente de m谩s edad. En el origen de estas enfermedades inciden m煤ltiples factores (personales, gen茅ticos, ambientales y sociales).聽Pero uno de los m谩s importantes es la presi贸n social por la delgadez, que proviene del mundo de la moda y publicidad, pero tambi茅n聽de medios de comunicaci贸n social como internet. Los expertos insisten en que hay que poner el foco en la importancia de su 芦prevenci贸n y diagn贸stico precoz禄 para evitar la 芦cronicidad y morbimortalidad que conlleva鈥.

Cosas como que tus hijos demuestren un repentino inter茅s por la composici贸n cal贸rica de los alimentos, consulten dietas o se interesen por productos adelgazantes y laxantes; que empiecen dietas por su cuenta, destierren alimentos de su men煤, traten de saltarse comidas o visiten el ba帽o durante las mismas o muy cerca de la ingesta, podr铆an ser claves para detectar el problema en caso de sospechar que alguien cercano est茅 padeci茅ndolo. Tambi茅n el hecho de que hayan perdido peso de forma brusca; que se quejen de estre帽imiento, reflujo o dolor abdominal sin causa m茅dica diagnosticada; que se ejerciten de forma compulsiva o experimenten aislamiento y cambios frecuentes de su estado 谩nimo; as铆 como que aumenten las horas de estudio y se obsesionen por el rendimiento acad茅mico. Para mayor informaci贸n se puede consultar la web de la Asociaci贸n Espa帽ola para el Estudio de los Trastornos de Conducta Alimentaria (A.E.E.T.C.A.) o pedir ayuda a la A.C.A.B o la Asociaci贸n en Defensa de la Atenci贸n a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER).

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Love Orange. En su elaboraci贸n no ha intervenido la redacci贸n de este medio.