Astronautas y capitanes del Melillero destacan en la primera batalla de coplas del carnaval

La primera sesión de semifinales fue inaugurada por dos agrupaciones infantiles, algo que se repetirá durante las próximas jornadas. Ambas cautivaron a los espectadores del teatro, lo que demuestra que la cantera llega cada año con un poco más de fuerza y entusiasmo. Los componentes de la primera, 'Los mentirosillos' se metieron en la piel de unos pinochos de madera, y el segundo fue un romancero, que interpretó una graciosa misa carnavalera con padre nuestro incluído.

El concurso propiamente dicha comenzó con la actuación de la murga 'Borrón y cuenta nueva', que lo dio todo sobre el escenario y logró que el teatro se lo pasara en grande. Los murguistas montaron una discoteca y se metieron en la piel de unas divorciada con muchas ganas de comerse el mundo. Aunque venían de Salar (Granada) hicieron un gran esfuerzo por presentar letras con temática local e incluso recientes («A este no os lo cargáis ni atropellándolo en patinete», dijeron en referencia al reciente atropello que ha sufrido el alcalde).

La modalidad de comparsas comenzó con una de las favoritas a colarse en la final: la almeriense 'La tripulación del señor Iluso', que el año pasado obtuvo el segundo puesto en la modalidad y que realizó una bella puesta en escena con un tipo de astronautas acompañados de unas marionetas con las que iban hablando e interactuando.

Antes del descanso salió a escena la comparsa juvenil '¡Que comience el espectáculo!', cuya actuación fue un bello canto de homenaje al carnaval. Un poco sorprendidas por su pase, bromearon con que sólo habían tenido dos días para prepararse y que no les había dado tiempo a a aprenderse todas las letras.

Tras el descanso llegaron grandes actuaciones de la murga 'Los hola sin h', cuyos componentes se metieron en la piel de los capitanes del Melillero para llenar de humor y mucho arte el patio de butacas; y la comparsa 'Los incurables', que cantó lo locos que están por la fiesta. Cerró la noche la murga 'Leyendas de pasión' con una muy graciosa y trabajada actuación.

Para entrar en calor, y antes del inicio de las semifinales, los aficionados disfrutaron durante la mañana de dos fiestas gastronómicas y copleras en los distritos de Ciudad Jardín y El Perchel que contaron con un gran ambiente.

La primera de la noche es una agrupación infantil de pinochos muy divertidos que logran que el teatro entre rápido en calor. Están hechos de madera y dedican sus primeras coplas al pregonero -para lo que se quitan el sombrero en señal de respeto- y para explicar el venenillo que les sube por las venas cada vez que llega febrero. Cuplés para la estética de los disfraces de Halloween y dedicado al cartel del carnaval, donde hay tanta gente que no cabe nadie más.

El niño del coro de la Catedral interpreta una misa carnavalera que el público se lo pase en grande. Explica que de pequeño (más) le ponían a fregar todas las vidrieras del templo pero que él siempre estaba pensando en carnaval. En el atrezzo se ve a un Dios Momo crucificado. Revoluciona al público cuando explica que para la misa necesitaba hostias pero que en el chino sólo quedaban tortitas -que va lanzando al patio de butacas-. Se mete al público en el bolsillo con su estribillo dedicado al alcalde: «Si tú querías otra torre, haber terminado la de la Catedral» y con un original padre nuestro carnavalesco.

Chary cool, una Chary molona que se presenta en la disco para demostrar cómo es su nueva vida después de dejar a su marido. Se han quedado con todo el dinero y cuentan todo lo que se han hecho en el cuerpo. Han repartido barritas de colores para que las utilicen en el patio de butacas y crear más ambiente discotequero. En el primer pasodoble animan a las mujeres a denunciar los malos tratos para rematar recordando que no todos los hombres somos iguales, y en el segundo realizan un recorrido por la Semana Santa malagueña. Cuplés para historias de la Casa Real (Froilán, Leonor, Sofía, Leticia...) y para bromear sobre la torre del Puerto y la longevidad del alcalde. «A este no os lo cargáis ni atropellándolo en patinete».

Los comparsistas de Almería se presentan como astronautas con marionetas en las manos, son la tropa del señor iluso y observan desde las alturas del espacio todo lo que ocurre en la Tierra. En sus pasodobles dedican una copla a la futura Reina de España, a la que le piden que no sea como su padre y su abuelo, y bajan a la Tierra para hacer un bello recorrido por Málaga. Cuentan varias anécdotas en la tanda de cuplés, con referencia a los brackets y a los calvos. Más flojos que los pasodobles. Digna de mención es la puesta en escena, muy llamativa y original, ya que no sueltan la marioneta en ningún momento y hablan con ella.

La comparsa llegada desde Alcalá del Valle presenta un bello canto de celebración del carnaval. En sus pasodobles dicen que conseguir un premio es secundario por la ilusión que les hace participar en el concurso («conseguimos una victoria por estar otro año a tu lado») y explican la alegría que les generó pasar a semifinales para hilvanar un bello piropo a Málaga y su gente.

Los patrones del Melillero se presentan con los flotadores y los manguitos colocados en un barco que si fuera un coche sería un Dacia. Muy graciosa la actuación de estos murguistas que cantan atracados desde el Muelle Uno. Pasodobles para pedir que no falten grupos punteros en los próximos carnavales y para criticar la torre del Puerto, que va a tapar la Farola y reducirá nuestra historia.

Los comparsistas carnavaleros aseguran que no se pueden curar de su amor por la fiesta. Se presentan con grandes voces y muchas ganas de agradar. Pasodobles sobre el amor al carnaval con mensaje final hacia su hijo carnavalero (muy aplaudido) y para criticar al PSOE por los acuerdos a los que ha llegado para gobernar España. «Malditos sean mis males que no puedo estar sin ti y cuando estás junto a mi más me vuelvo un incurable», cantan en el estribillo.

Los murguistas presentan la Semana Santa malagueña al ritmo de la marcha legionaria. Son padres de tres hijos que bajan al Centro a ver los tronos y van contando las diferentes dificultades que se van encontrando. Cantan un bonito pasodoble al sentimiento que supone ser malaguista y hacen originales cuplés triples: a los locales reconvertidos en viviendas, a una anécdota con la parienta y al alcalde el primero de ellos.