Benagalbón y los barrios de pescadores, zonas a proteger en Rincón de la Victoria

Este enorme cambio de su fisonomía urbana ha hecho que apenas se mantengan las edificaciones históricas. Por este motivo, el Ayuntamiento ha elaborado una catálogo urbanístico, con el que pretende impulsar la defensa, protección y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural de la localidad. Este documento está contemplado en la legislación urbanística andaluza, como complemento al PGOU. Así, se han catalogado un centenar de enclaves, de los que 25 son zonas arqueológicas y 75 tienen un valor etnológico y arquitectónico. En este último apartado se han incluido, por ejemplo, numerosos cortijos y lagares, distribuidos por su extenso término municipal.

Asimismo, en el documento técnico, que será aprobado este mes de manera inicial y publicado en la web municipal para la presentación de las correspondientes alegaciones, se plantea catalogar como conjunto histórico al núcleo de Benagalbón, situado a apenas cinco kilómetros del litoral y que fue precisamente el origen de la localidad y donde se situó su primer ayuntamiento en 1835. Esta catalogación como conjunto histórico responde a sus peculiaridades como pueblo blanco típico del interior de la Axarquía, con sus calles estrechas y encaladas, repletas de macetas.

De esta forma, el nuevo catálogo urbanístico plantea que, una vez que entre en vigor, para las nuevas construcciones en este entorno tendrán que respetarse estos principios de conservación y mantenimiento, no permitiéndose pintar de otro color que no sea el blanco las fachadas de los inmuebles. También se regulan, por ejemplo, las alturas de las construcciones y los voladizos, «que deberán mantener esta tipología tradicional», según ha explicado a SUR el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Jiménez (PP).

¿Significa esto que las viviendas que tengan las fachadas pintadas de otro color tendrán que cambiarlas de inmediato? «No se les va a obligar, pero si vuelven a pintar, tendrán que hacerlo ya de blanco», ha advertido el edil rinconero, quien ha dicho que esta norma también se aplicará para los zócalos de los inmuebles. «Los que están se respetarán, pero la idea es promover que se eliminen, y no se permitirán en las reformas de las viviendas ni en las nuevas», ha apostillado.

Una protección similar se va a otorgar también a los dos barrios tradicionales de pescadores de la localidad, situados en las proximidades de una parte de los paseos marítimos de Rincón de la Victoria y de La Cala del Moral. En estos enclaves, al igual que en Benagalbón, el objetivo del catálogo urbanístico es «promover la conservación y el mantenimiento de lo que ya hay, una arquitectura tradicional, de baja altura, que se quiere consolidar, como una manzana cerrada, dentro de un ámbito de actuación», según el concejal de Urbanismo.

Además, en el caso del barrio de pescadores rinconero se va a acometer un proyecto para la peatonalización de buena parte de sus calles, con cargo a los fondos europeos. En concreto, el Consistorio rinconero ha anunciado que restringirá el acceso del tráfico rodado, lo que que supondrá una mejor conservación de su tipología tradicional, con una inversión de 449.765 euros, financiados en un 90% con fondos de la Unión Europea.

«En este mes de octubre aprobaremos de forma inicial el documento del catálogo urbanístico, que posteriormente se someterá a exposición pública con un plazo de alegaciones», ha apuntado Jiménez. Por su parte, el alcalde rinconero, Francisco Salado (PP), ha destacado que «el patrimonio cultural constituye la expresión de la identidad del pueblo, y es testimonio de la trayectoria histórica y manifestación de la riqueza y diversidad cultural que nos caracteriza en el presente».

Rincón de la Victoria cuenta con nueve elementos declarados Bien de Interés Cultural (BIC): Espacio Subacuático Piedras de Marcelino, la Cueva de El Cantal Chico, Torre del Cantal, Cuevas del Tesoro-Higuerón y de la Victoria, Torre de Benagalbón, Villa Romana, Bezmiliana, Fortaleza de Bezmiliana y Fiesta de Los Verdiales de Málaga.

Respecto a los trámites para contar con un nuevo Plan General, que sustituya actual, de 1992, Jiménez ha detallado que siguen con los trabajos adaptados la nueva ley andaluza, la LISTA. Actualmente, el documento técnico «está en fase de tramitación ambiental, lo que durará aún un año más», ha apuntado. El objetivo del equipo de gobierno del PP, con mayoría absoluta, es que pueda estar aprobado de manera definitiva en un plazo de tres ó cuatro años, para 2025 ó 2026, según ha estimado Miguel Ángel Jiménez.