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Mientras los efectivos de rescate tratan de hallar a Julen, un niño de dos años y medio que, según su familia, se precipitó el pasado domingo por un pozo de 107 metros de profundidad y tan solo 25 centímetros de diámetro en la Sierra de Totalán, agentes de la Guardia Civil realizan una reconstrucción del día en el que ocurrieron los hechos, según ha confirmado esta mañana la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez.
Según ha podido saber este periódico, el pasado domingo, los agentes tomaron una manifestación rápida a los padres del pequeño debido a la necesidad de iniciar cuanto antes el dispositivo de rescate. Pero no ha sido la única vez, ya que las mismas fuentes han precisado que los guardias civiles han tomado ya declaración formal a los progenitores de Julen.
Tratan de averiguar lo que hizo aquella mañana el menor, conociendo aspectos como la ropa que llevaba, por ejemplo, o quien se encontraba en la finca donde ha ocurrido todo. En este sentido, la subdelegada ha insistido en que se trata del procedimiento habitual cuando tiene lugar una desaparición y que se están recopilando datos.
Además, ha asegurado que las autoridades trabajan con la hipótesis de que el pequeño se encuentra en el interior del pozo. Ha aseverado que, según los testimonios recogidos por los agentes de la Benemérita, es la «que tiene mayor fiabilidad».
Gámez ha expuesto que ella misma está informando personalmente a la familia sobre los pasos que se están dando en las labores de rescate. De esta forma, según ha añadido, se pretende reducir la angustia que sufren los familiares en unos momentos «muy duros».
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