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Tres disparos y dos escopetas. Un hombre muerto y su hermano, herido por arma de fuego. Y un reguero de incógnitas por resolver. Es el escenario que ayer se encontró la Guardia Civil en Benamocarra, que amaneció sobrecogida por un trágico suceso protagonizado por una «buena familia, muy querida y respetada en el pueblo» y a la que nunca se había visto discutir en público.
Los investigadores de la Unidad de Policía Judicial de la Benemérita tratan de recomponer las piezas del puzle para averiguar lo que sucedió en el domicilio de la calle Doctor Gómez Clavero, junto a la plaza del Calvario, centro neurálgico de Benamocarra. Aunque no se descartan otras hipótesis, la principal línea de trabajo en la que trabaja la Guardia Civil apunta a una supuesta pelea por una herencia que habría derivado en que uno de los hermanos disparó al otro y, creyéndolo herido de muerte, se quitó la vida, según confirmaron fuentes cercanas al caso.
El suceso ocurrió en torno a las siete y media de la mañana, cuando los vecinos advirtieron el sonido de tres fuertes detonaciones que confundieron con petardos. Pronto descubrieron que, en realidad, se trataba de disparos. Cuando llegó la ambulancia del servicio de emergencias 061, en la vivienda solo se encontraba uno de los hermanos, de 68 años, que presentaba una herida por arma de fuego en la cabeza. Aunque cuando llegaron los vecinos todavía se encontraba con vida, los sanitarios sólo pudieron certificar su muerte.
Para entonces, el otro hermano, de 61 años, ya había sido evacuado al Hospital Comarcal de la Axarquía con una herida de arma de fuego en el miembro superior izquierdo, que tuvo que ser limpiada quirúrgicamente. Había sido trasladado por unos familiares. Al cierre de esta edición, el herido se encontraba estable, pendiente de evolución.
La zona en la que se produjo la pelea permaneció acordonada hasta la llegada de los efectivos del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que fueron los encargados de inspeccionar el escenario y recoger las pruebas. Los investigadores hallaron en el lugar del suceso dos escopetas, una de dos cañones y la otra, de uno solo. Ambas han sido intervenidas para su posterior análisis en los laboratorios del Instituto Armado.
Algunos testigos aseguraron ayer a este periódico que, cuando el herido huía del lugar, iba pidiendo por la calle que le arrebataran el arma a su hermano porque pretendía quitarse la vida. Según la principal hipótesis de la investigación, el supuesto autor de los disparos debió de pensar que había matado o dejado malherido a su hermano y tomó la decisión de suicidarse, extremo que aún tendrá que confirmarse a medida que avancen las pesquisas y se analicen las numerosas pruebas recabadas durante la inspección ocular. El testimonio del superviviente, que permanece ingresado en el hospital, también será clave para explicar la causa del suceso.
El fallecido era un vecino bastante conocido en el pueblo, ya que había regentado durante años un bar situado en pleno centro de Benamocarra. Según cuentan sus conocidos, se veía obligado a andar con un corsé por unos problemas médicos, por lo que tenía cierta dificultad a la hora de moverse. Al parecer, siempre según los testimonios recabados por este periódico, se trata de una familia con un gran patrimonio, tanto de casas como de tierras.
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