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Eugenio Cabezas
Lunes, 29 de febrero 2016, 01:14
La urbanización Parque Victoria, situada al norte de la Autovía del Mediterráneo A-7, a la altura de La Cala del Moral, constituye una de las grandes zonas de expansión urbanística de Rincón de la Victoria, con suelos urbanizables para ejecutar todavía 1.900 viviendas, que se sumarían a las 1.200 ya ejecutadas en la última década. Sin embargo, los alrededor de dos mil vecinos que residen en este entorno se quejan de que pagan «los mismos impuestos, pero somos tratados como ciudadanos de segunda categoría, sin los mismos servicios que el resto del pueblo».
El Ayuntamiento admite que los servicios que se prestan en este entorno de calles laberínticas con grandes pendientes «son los mínimos imprescindibles», porque se trata de una urbanización «sin recepcionar formalmente», que está inmersa en un procedimiento judicial desde hace dos años. En 2010 el Consistorio, gobernado entonces por la que hoy es también la alcaldesa rinconera, la socialista Encarnación Anaya, firmó un acta de recepción de los viales «provisional, y supeditada a la ejecución de una serie de obras pendientes, que no se han llevado a cabo, por valor de más de tres millones de euros», según han establecido los técnicos municipales del Área de Urbanismo.
El pleito fue planteado en el pasado mandato, con Francisco Salado (PP) al frente de la Alcaldía, y el actual concejal de Urbanismo, Antonio Sánchez (PSOE), insiste en que el Ayuntamiento «tiene que defender los intereses de los vecinos de la zona y los del resto del municipio». «No podemos asumir tareas de mantenimiento que corresponden a la Junta de Compensación, que es a la que estamos reclamando esas obras pendientes», detalla el edil rinconero de Urbanismo.
Así, algunas de las actuaciones pendientes corresponden a la reparación de infraestructuras dañadas, como farolas, canalizaciones o equipamientos públicos para la zona. No obstante, el Consistorio ha ejecutado algunas como el segundo acceso desde la autovía, que costó más de 400.000 euros, y se inauguró a comienzos del pasado verano. Este dinero fue abonado con cargo a una parte de los avales depositados por los promotores de la urbanización Parque Victoria.
En manos de los bancos
Uno de los problemas a los que se enfrentan los responsables municipales a la hora de afrontar este complejo asunto es que la inmensa mayoría de las parcelas pendientes de desarrollar, así como buena parte de las viviendas que quedan por venderse, están ahora en manos de entidades bancarias, después de que las promotoras quebrasen o las entregasen como aval tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Según explica el concejal de Urbanismo, en las reuniones que han mantenido con representantes de estas entidades, que forman parte de la Junta de Compensación, «nos argumentan que su único interés es vender los inmuebles y si es posible los suelos aún por desarrollar».
«Una vez que se resuelva el contencioso en los tribunales, que esperamos sea a favor del Ayuntamiento, en un plazo máximo de unos dos años, es cuando podrá constituirse la entidad urbanística de conservación, que es el paso previo a la recepción definitiva de la urbanización por el Consistorio», argumenta Sánchez, quien recuerda que la urbanización Añoreta fue recepcionada por el Consistorio el pasado año, más de dos décadas después de terminar de ejecutarse.
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