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Juanma Moreno y Elías Bendodo, detrás. JULIO MUÑOZ/EFE
PP y Cs vuelven a reunirse hoy para cerrar un acuerdo en Andalucía pese al ruido de las diferencias

PP y Cs vuelven a reunirse hoy para cerrar un acuerdo en Andalucía pese al ruido de las diferencias

Moreno insiste al partido naranja que sea «realista» porque el PSOE no se abstendrá, mientras este enreda instando a Cs a que diga qué está dispuesto a ceder

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Miércoles, 19 de diciembre 2018, 00:19

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Las delegaciones técnicas del PPy Cs, con Elías Bendodo y Marta Bosquet al frente de cada una, volverán a reunirse hoy para intentar cerrar un acuerdo para desalojar al PSOE y gobernar en coalición la Junta de Andalucía. La convocatoria de la reunión evidencia la voluntad clara de los dos partidos de llegar al acuerdo del cambio político en Andalucía, pese a que el ruido por sus diferencias en la negociación esté dando una imagen de ralentización e incluso de marcha atrás.

Estas diferencias se fundamentan sobre todo en el aliado necesario para sacar adelante el control de las iniciativas en el Parlamento y la investidura del presidente, que aunque PP yCs no lo han confirmado sería el candidato popular, Juanma Moreno. PP y Cs solo cuentan con 47 escaños, a ocho de la mayoría absoluta, que está en 55. El PP no ve más aliado que Vox, con cuyos 12 diputados tendría asegurada la tranquilidad toda la legislatura al sumar la mayoría absoluta. Propone un acuerdo global con Cs para gobernar y un pacto de legislatura con Vox, partido que ha dicho que no quiere estar en el ejecutivo, pero sí en los órganos del Parlamento, entre ellos la Mesa, su cuerpo de gobierno. Todo ello antes del día 27, cuando se constituye el Parlamento de la undécima legislatura.

Cs se niega a incluir en la negociación al partido ultraconservador que lidera Santiago Abascal ni siquiera para la Mesa del Parlamento. Ha apostado desde un principio en hacer partícipe al PSOE de las conversaciones –una vez amarrado el acuerdo programático PP-Cs– para la constitución de la Mesa del Parlamento, para la investidura e incluso para llegar a acuerdos puntuales durante la legislatura. Con esta estrategia, Cs busca cargar sobre las espaldas del PSOE que el futuro gobierno del cambio evite salir y gobernar con los votos de los que Albert Rivera llama «populistas». Además, también discrepa del PP sobre los tiempos y no vería mal que el acuerdo de gobierno se fragüe después de la constitución del Parlamento.

Sobre la vía lenta de Cs frente a la suya, Juanma Moreno arguye que no se trata de ir deprisa, sino de no estar mareando la perdiz y en tiempo muerto de forma reiterada. «Le hemos propuesto negociar todos los días» dijo Moreno. El PP se extrañó que Cs suspendiera las conversaciones este fin de semana pasado cuando todavía no tenían cerrado el documento con las medidas programáticas de los primeros cien días. Sobre Vox, Moreno insiste en que no negociará hasta el acuerdo con los naranjas, pero insiste en que hay que dialogar con el partido del ala más conservadora del futuro Parlamento. «Es un partido político que está empezando a andar y tendremos que conocer cuáles son sus propuestas, iniciativas y actitudes en las instituciones a partir de que comience esa andadura», dijo en declaraciones a Onda Cero.

El presidente del PP andaluz insistió una vez más a Ciudadanos que sea «realista» porque el PSOEnunca se va a abstener y se está perdiendo un tiempo de oro en la negociación. «Si el PSOE-A se abstuviera, evidentemente, estaría muy bien, pero nosotros tenemos que trabajar sólo sobre escenarios realistas», dijo.

El PSOE, sin embargo, cambió ayer de estrategia y del 'no' rotundo a la abstención pasó a dejar entrever que escucharía lo que tiene que decir Ciudadanos, siempre y cuando ponga sobre las mesa «exactamente, qué le ofrece al Partido Socialista». Estas fueron las palabras del portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco, que de forma inusual en él hizo también de portavoz del partido. «Lo que no puede pedir (Cs)a otras formaciones políticas es que le hagan algún favor», añadió recordando que el PSOE ganó las elecciones con más de un millón de votos.

En el PP cunde cierta preocupación de un «cambalache» entre PSOE y Cs, aunque este partido insista en que solo contempla gobernar con el PP y fuentes de este partido entiendan que los socialistas solo buscan enredar. La mayoría de los dirigentes socialistas, incluido el presidente, Pedro Sánchez, recurrieron a la presión a Cs por la necesaria alianza con Vox para gobernar en Andalucía.

Sánchez alerta a PP y Cs del «viaje a las cavernas» con Vox

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alertó ayer del «viaje a las cavernas» que proponen, a su juicio, PP y Ciudadanos, a los que ve dispuestos a la «involución» con tal de ocupar «sillones» en la Junta de Andalucía aún a costa de pactar con Vox.

El jefe del Ejecutivo dedicó su primera intervención ante el Pleno del Senado que forzó el PP para que diera cuentas de su política migratoria y su acción de gobierno a arremeter con dureza contra la alianza que mantienen PP y Ciudadanos, a los que acusa de pretender «derruir» la España autonómica para volver al «centralismo predemocrático». Ha prometido que el Ejecutivo plantará cara a los que «viven de la nostalgia del blanco y negro» y ha señalado que una sociedad más cohesionada permite hacer frente a los proyectos que avanzan en «sentido contrario a la lógica de los tiempos» o se remiten «al pasado».

En Andalucía, Susana Díaz mantiene su silencio sobre las negociaciones para el nuevo gobierno. Díaz continúa con una agenda de actividad institucional, pese a estar en funciones. También sigue reuniéndose con dirigentes del PSOE andaluz para preparar el desalojo de la Junta, si este ocurre, y la recuperación en las elecciones municipales de mayo. En su lugar, le tocó pronunciarse a la secretaria de Formación y Nuevos Afiliados del PSOE andaluz, Ángeles Férriz. Lejos de mostrarse favorables a cualquier abstención, recordó a Ciudadanos que «no se puede sorber y soplar al mismo tiempo» y que «o se está pactando con la ultraderecha o se está con las fuerzas constitucionalistas».

Para la dirigente socialista, «el matrimonio entre Vox y el PP es un hecho ya consumado», en el que solo falta esperar que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, «decida si quiere convertir el matrimonio en un trío y entregarse a la ultraderecha». Además de criticar su discurso «hipócrita», Férriz ha acusado a Rivera de «pasearse por Europa como un doctor Jekyll liberal, pero en cuanto pisa España se transforma en mister Hyde que flirtea con la ultraderecha».

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