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EFE
Terremoto en Granada: «La gente chillaba y corría. Teníamos miedo y pasamos la noche en la calle»

Terremoto en Granada: «La gente chillaba y corría. Teníamos miedo y pasamos la noche en la calle»

Cientos de vecinos de Santa Fe, en Granada, intentaron conciliar el sueño en sus coches tras los terremotos nocturnos del martes

JAVIER MORALES

Granada

Jueves, 28 de enero 2021, 01:19

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El municipio granadino de Santa Fe fue epicentro de los terremotos registrados en la noche del martes y la madrugada del miércoles. Hubo una veintena de temblores que pasan a la lista de las más de 380 réplicas registradas desde el seísmo del sábado, que provocó daños en varias viviendas del área metropolitana de Granada. Dejando de lado el toque de queda, cientos de vecinos pasaron la noche del martes en la calle por miedo a que sus viviendas se vinieran abajo.

En Santa Fe recitan las magnitudes de los terremotos como la tabla del dos. Hubo uno de 4,2, otro de la misma intensidad y un tercero de 4,5 grados en menos de veinte minutos. Con este último temblor, el de las 22:54 horas del martes, los vecinos se echaron a la calle con mantas, agua y el móvil en la mano. Sacaron los vehículos de sus aparcamientos y los dejaron lejos de las viviendas. Se sentaron en sillas de plástico y prendieron hogueras mientras se sucedían las réplicas que ayer también enumeraban de carrerilla: sintieron nueve, de hasta 2,8 grados, antes de amanecer.

La localidad, asentada sobre la falla de Sierra Elvira, está de sobra acostumbrada a terremotos puntuales. Pero nadie está preparado para un rosario de temblores como el del martes por la noche. Los vecinos recuerdan los seísmos de 1956 y 1979, pero ayer muchos coincidían en que nunca habían vivido un episodio con tres golpes de tanta intensidad, en tan escaso intervalo de tiempo y solo tres días después de otro movimiento de magnitud 4,4.

«La gente chillaba y corría. Pasamos la noche en la calle porque parecía que las viviendas se iban a caer». Juan Manuel Rodríguez y Nuria Arias son dos de los quince mil vecinos en Santa Fe, y ayer acudieron a su casa a primera hora para observar los daños, entrar a por lo imprescindible para pasar otro día en la calle y salir. No habían dormido nada por el pánico. Hicieron noche en la explanada de un recinto ferial, ocupado «por unos 80 o 100 coches» y cientos de personas. «Era donde menos se notaban los terremotos. Hicimos hogueras porque hacía mucho frío».

Junto a su pequeño, vestidos con chándal y pijama, observaron los azulejos caídos en su fachada, la de una vieja vivienda en el perímetro del casco histórico.

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Por detrás del inmueble había un grieta «con mala pinta». Al lado, un muro resquebrajado. Con ojos de sueño y resignación, pasaron por casa y se despidieron con la confianza de poder conciliar el sueño en la noche del miércoles.

En la explanada quedaban tres familias y una docena de vehículos aparcados a media mañana. Junto a una de las hogueras que dieron luz y calor a la madrugada de terremotos, José Manuel, Dolores y los suyos pedían ayuda: «Queremos que nos instalen una carpa. El alcalde no nos ha hecho ni caso. Solo protestaron porque no teníamos mascarillas. No nos trajeron ni leche para los niños», criticaron.

Noche sobre ruedas

No solo el descampado fue un punto de encuentro para las familias. A lo largo de la Avenida de la Hispanidad de la localidad, los conductores se dispusieron en hileras, lejos de cornisas y chimeneas. Félix Gutiérrez salió con su mujer y sus dos hijos. Y pudo dar alguna cabezada en el coche, pero en la mañana de ayer tenía la sensación de vivir «en un sueño».

Su testimonio resume el sentir de tantos santaferinos que no encontraban palabras para describir lo que vivieron de madrugada. «La noche fue terrible y estoy un poco alterado. Histérico. No sé cómo llamarlo. Hemos pasado una noche de miedo, de tensión. Cuando hay un problema al que no puedes dar solución, el enigma está siempre ahí, y uno no sabe si va a venir otro terremoto. En la calle donde nosotros vivíamos había un montón de coches aparcados. Acabamos como 'zombies', de un lado para otro».

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