Vox acapara el duelo entre Moreno y Díaz con reproches mutuos sobre su apoyo para gobernar

Vox se ha situado de nuevo en el epicentro de un duelo político de alto voltaje como el vivido ayer en el Parlamento andaluz entre el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la líder de la oposición y del PSOE-A, Susana Díaz, en esta ocasión a propósito del apoyo del partido que lidera Santiago Abascal para formar gobierno en Andalucía y en el municipio malagueño de Torremolinos. Una confrontación dialéctica crispada aún más por la polémica desatada por la baja del diputado de Vox Francisco Serrano tras sus duras críticas a la sentencia del Tribunal Supremo sobre «La Manada», lo que colocó también en el corazón del debate parlamentario una vez más la lucha contra la violencia de género.

La secretaria general de los socialistas andaluces criticó en su intervención el «silencio» del presidente andaluz ante estas graves acusaciones del parlamentario de Vox al Supremo, «al que ha denigrado y ha acusado a sus jueces de ceder a las turbas feministas, llegando a decir que la única relación segura entre un hombre y una mujer será la prostitución«, subrayó. De este modo, Díaz reprochó a Moreno el apoyarse en este partido «al que le debe la presidencia de la Junta, un socio que se enfada además por que se haya endurecido la pena para cinco violadores», al tiempo que le exigió que «desvele su pacto encubierto con la ultraderecha».

El presidente autonómico le replicó lamentando que «después de cinco meses de las elecciones sigue atrapada con Vox y solo habla de este partido, del que no soy militante ni votante, en lugar de hablar de los problemas de los andaluces». Pero Juanma Moreno fue más allá en sus respuesta a Díaz por sus críticas al apoyo de Vox al ejecutivo andaluz y le recordó que los socialistas han logrado la alcaldía de Torremolinos gracias al voto de una exconcejal tránsfuga de Vox, por lo que le afeó que ese respaldo «no le hace ascos« la líder del PSOE-A. «Cada vez que venga a este Pleno del Parlamento a hablar de Vox, yo le contestare hablando de Andalucía y del futuro de esta tierra», le espetó Moreno.

La violencia de género afloró de nuevo en el debate y Moreno defendió el nuevo teléfono de atención a la violencia intrafamiliar, solicitado por Vox, y aseguró que coincide con Díaz en todo en esta lucha, reconociendo que solo discrepa en el uso de este asunto por los socialistas para sacar rédito político y ganar votos.

El líder del PP-A rechazó también las críticas por la inestabilidad de su gobierno por depender de la extrema derecha, recordando que «hay un acuerdo firmado para los presupuestos de este año y el próximo, por lo que la única inestabilidad que existe es la suya», en referencia al futuro de Díaz en su partido. Asimismo, cargó contra el PSOE-A por insistir de nuevo con sus enmiendas presupuestarias en recuperar el impuesto de Sucesiones y Donaciones, toda una «involución social y fiscal» en contra de lo que quiere la ciudadanía.

El jefe del ejecutivo andaluz también respondió a las críticas de la presidenta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, Ángela Aguilera, que le pidió medidas para combatir la pobreza que en Andalucía afecta a un 37% de la población en riesgo de exclusión. Aguilera le exigió un cambio en el modelo productivo, redistribuir la riqueza, luchar contra la especulación y la burbuja del alquiler, políticas de empleo valientes y una sanidad y educación de calidad, a lo que Moreno contestó invitando a su grupo a presentar enmiendas al presupuesto para incluir estas mejoras.

El presidente de la Junta aprovechó su intervención para dar una emotiva despedida al hasta ahora portavoz de Adelante Andalucía, Antonio Maíllo, puesto que con su marcha «la Cámara andaluza pierde a un digno representante, una persona buena y de altura, coherente con sus ideas«. Además, elogió «su talento, solvencia intelectual y calidad humana» que le permitió «ser capaz de llegar a acuerdos por encima de las discrepancias».