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El gesto solidario de un asador de pollos que se ha hecho viral: «Si necesitas comida, cógela»

El gesto solidario de un asador de pollos que se ha hecho viral: «Si necesitas comida, cógela»

Ubicado en Huércal (Almería), sus dueños ofrecen a diario de forma gratuita pollos y diferentes guisos que colocan en una nevera a las puertas del negocio para ayudar a los más necesitados

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Lunes, 26 de septiembre 2022, 12:30

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Es una de esas historias que te reconcilia con el ser humano. Un balón de oxígeno entre tantas noticias grises. Y parte de Andalucía. De un pueblo de Almería para ser exactos. Sus protagonistas son los dueños del Asador de pollos Real, en el municipio de Huércal. Su gesto de solidaridad se ha hecho viral en la última semana gracias al eco que ha tenido su iniciativa en redes sociales y medios de comunicación locales y nacionales. Tan simple -y tan inusual- como ofrecer comida gratis a diario a sus clientes más necesitados. Porque, desgraciadamente, en los tiempos que corren la generosidad no está de moda. Y actos como los del matrimonio que regenta este asador- Patxi Ramón, dueño del negocio, y su mujer, Cristina- no son habituales, pese a que miles de familias no lleguen a fin de mes y tengan pesadillas con la maldita inflación.

Su granito de arena es humilde y a su vez admirable. Cada día al mediodía colocan fuera del establecimiento pollos asados y algunos guisos que hayan cocinado para que quien no tenga nada que llevarse a la boca tenga dicha alternativa. Empezaron dejando las raciones en una mesa, pero recientemente han instalado una pequeña nevera para que la comida no se ponga mala con las altas temperaturas que aún registran los termómetros en Almería. Y avisan: no vale la picaresca. «Si lo necesitas cógelo. Buen provecho. Sea cívico, si no lo necesitas déjeselo a las personas más necesitadas. ¡Gracias!», reza un pequeño cartel que se encuentra en la misma puerta del frigorífico.

Patxi Ramón, propietarios, explica que la idea surgió tras ver que eran muchas las personas que iban a su negocio a pedir algo para comer porque no tenían ningún tipo de recursos. Así, primero lanzaron un menú a cinco euros, hasta que otro encuentro motivó a la pareja dar un paso más. «Un hombre del pueblo que conocemos, albañil, vino un día llorando, pidiéndonos que le diéramos algo de comer porque no tenía nada». «Automáticamente, yo cabreado, encendí los fogones y le hice una tortilla de patatas. Me cabreé tanto que, sin contar con nadie, saqué la mesa y empecé a poner comida en la mesa», asegura en declaraciones a la agencia EFE.

Inicialmente ofrecían entre ocho y doce pollos diario. «Es un negocio pequeño y damos lo que podemos». Si bien, el efecto contagio está despertando estas semanas la solidaridad de muchos vecinos del pueblo, que deciden colaborar en esta bonita causa con diferentes donativos, lo que está permitiendo incrementar las raciones colocadas en la nevera. «Si es posible, esta iniciativa se mantendrá de por vida. Hasta que podamos aguantarlo lo voy a hacer», concluye su impulsor.

A finales del año pasado el informe 'Sociedad expulsada y derechos a ingresos' de Cáritas y la Fundación Foessa ya advertía de que la pandemia ha tenido un impacto «desolador» en la sociedad española, con once millones de personas en exclusión social y, de ellas, seis millones están en situación de pobreza severa.

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