Pedro Sánchez anuncia un plan especial de empleo para Andalucía en la proclamación de Susana Díaz como candidata

La batalla de Andalucía comienza este domingo. A falta de 42 días para la cita con las urnas de las undécimas elecciones de la autonomía andaluza. El PSOE lleva presidiendo la Junta desde las primeras, en 1982. 36 años que pueden ponerse en 40 si revalida la Presidencia. Díaz ha dicho que afronta esta responsabilidad con «pasión, ganas, ilusión y agradecida». Pedro Sánchez le ha prometido todo el apoyo del partido y del Gobierno «con generosidad y cariño» para que pueda volver a ganar en Andalucía.

Para Susana Díaz, que el pasado día 18 cumplió 44 años, esta es la segunda vez que es candidata a la Presidencia de la Junta. Lo hace además apenas año y medio después de que perdiera las primarias liderar el PSOE enfrentándose a Pedro Sánchez. Una pelea dura que ambos parecen haber dejado en el olvido y muy atrás por los gestos afables que se han prodigado antes y después de los mítines del acto. Sánchez y Díaz se han abrazado y besado varias veces ante la mirada expectante de los partidarios de uno y otra que han abarrotado el salón donde se ha celebrado el comité director. «Susana, estoy contigo. Me tienes a mí, a todo el partido, a todo el Gobierno con generosidad, cariño y compromiso y toda la fuerza para que vuelvas a ganar las elecciones en Andalucía», le ha dicho el presidente.

Algo del pasado, sin embargo, ha vuelto a la retina de los presentes, cuando en la campaña de las andaluzas de 2015 Pedro Sánchez le dijo a Díaz: «Susana, tu a San Telmo y yo a la Moncloa». Eso ya ha sucedido y en su intervención el presidente del Gobierno ha recuperado aquella idea: «Cuando en Andalucía hay una presidenta socialista, Andalucía avanza con fuerza, y cuando en España hay un presidente socialista, España avanza con mas fuerza».

Un escenario en verde y blanco, colores de la bandera andaluza, que ha ondeado todo el rato en una pantalla de televisión que ha presidido el comité. Una imagen significativa con un mensaje claro frente al PP y Cs, cuyos líderes nacionales, Pablo Casado y Albert Rivera, han protagonizado varios mítines en Andalucía obviando la bandera andaluza y con proliferación de la española. Para el PSOE esto es sintomático de la vuelta de la derecha a la recentralización de España. Sánchez lo ha mencionado al principio, al leer una larga frase del desaparecido socialista andaluz Alfonso Perales cuando se discutía la reforma del Estatuto de Andalucía en 2006. «La derecha tiene alergia a la descentralización». Sánchez ha advertido contra esto llamando a la reflexión sobre qué hubiera sido de la sanidad, educación y dependencia públicas si durante la gestión del PP en el Gobierno de la crisis, España hubiera sido un estado centralista «sin autonomías como la de Andalucía». «Fue Susana Díaz la que dijo no a los recortes en dependencia», ha dicho Sánchez para elogiar que en Andalucía se hayan aplicado matrículas gratuitas en las universidades y reiterando su deseo de hacerlo también en España.

El presidente del Gobierno también ha agitado el fantasma de la ultraderecha y ha arremetido contra el «abandono por parte de la derecha de la moderación», acusando a Pablo Casado, líder del PP, de «abrazar la radicalidad». Sin citar a Vox, Pedro Sánchez ha reprochado a Casado «lo único que hace es alimentar la ultraderecha, y lo peor es cuando surge la ultraderecha, lo que dice Casado es que comparten los valores esenciales con la ultraderecha. Le pido que diga qué valores, porque nosotros, ninguno. Nosotros con paso firme para lograr una mayoría de gobierno en Andalucía», ha remarcado.

Susana Díaz se ha presentado como la candidata del proyecto «más sólido, solvente» y «de izquierdas», con el que «se identifica la mayoría de andaluces»; Ha llamado a su partido a hacer una campaña sin entrar en «el barrizal» de sus oponentes, en alusión al PP y a Cs, a los que ha llamado «cenizos» y «pregoneros del apocalipsis». Ha agradecido a Pedro Sánchez que «venga para hablar bien de Andalucía» y ha instado a sacar pecho de la gestión socialista frente a «los insultos». Díaz ha apelado a defender a esta tierra, «dentro y fuera, siempre con lealtad y firmeza, sabiendo que los intereses de Andalucía van de la mano de los de España». También ha defendido que esta sea una campaña en la que los socialistas transmitan como objetivo lograr un horizonte de una «Andalucia progresista, moderna, mas europea, mas verde y mas justa en igualdad».

Díaz ha reiterado su idea de presentarse como la candidata de una «Andalucía de banda ancha» que ya propuso el pasado miércoles en un desayuno coloquio. Ha vuelto a incidir en que su proyecto es transversal en el que cabe todo el mundo, desde la izquierda al centro. «La banda ancha es el PSOE de Andalucía», ha dicho para recordar que este partido ha hecho gala de diálogo y consenso gobernado con andalucistas e Izquierda Unida. «La banda ancha permite que el PSOE sea capaz de defender los derechos de los trabajadores entendiéndose con los sindicatos y la patronal», ha puesto de ejemplo. Ha hecho un llamamiento claro, sin mencionarlo, a los votantes de izquierdas que respaldaron a Podemos e IU en las anteriores elecciones y ahora no se identifican con la confluencia Adelante Andalucia Ha insistido por ello en que el PSOE «está abierto a todo el mundo».