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El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el consejero de Hacienda, Juan Bravo, este miércoles en el Parlamento sur

El Parlamento rechaza el proyecto de Presupuestos y la Junta deberá gobernar con cuentas prorrogadas

PSOE, Unidas Podemos y Vox mantienen sus enmiendas a la totalidad, que salen adelante por 60 votos a favor y 47 en contra

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Miércoles, 24 de noviembre 2021, 22:37

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Los Presupuestos aprobados por el Consejo de Gobierno de la Junta para 2022 no han superado su primer obstáculo parlamentario. El pleno del Parlamento de Andalucía aprobó con los votos de toda la oposición -PSOE, Ciudadanos y Vox- la enmienda a la totalidad del proyecto de Cuentas elaborado por el Gobierno. Tras seis horas y media de debate, no hubo cambio en las posturas y el proyecto fue devuelto al Gobierno.

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, dijo al abandonar el salón de plenos del Parlamento que el Gobierno prorrogará las actuales cuentas y desistirá de proponer un nuevo proyecto porque no ve posible alcanzar un acuerdo con ninguno de los grupos de la oposición. «Habrá que activar el plan B», dijo el consejero, que explicó que ahora su departamento tendrá que trabajar para aprovechar al máximo posible los recursos con los que se cuente, pero inevitablemente habrá proyectos que no se podrán ejecutar. «Será muy difícil explicar a los andaluces que hay cosas que no se van a poder hacer, que habrá gente que no va a poder tener un trabajo que podría haberlo tenido», dijo Bravo, que tras su última intervención se fundió en un abrazo con el presidente, Juanma Moreno, que asistió al inicio y al cierra del debate.

Las enmiendas se presentaron por separado –cada uno de los grupos de la oposición propuso la suya–, pero fueron votadas en conjunto como una sola, por lo que salieron adelante con 67 votos a favor y 47 en contra.

Aunque desde el Gobierno se insistió en que un eventual rechazo a los Presupuestos, que finalmente se ha producido, no condicionaría el calendario electoral, Andalucía se expone ahora a una posible inestabilidad política. Con la prórroga presupuestaria, a partir de enero el Gobierno deberá acudir periódicamente al Parlamento para requerir apoyo a los decretos de modificación de crédito necesarios para su acción política.

Elecciones

Si encuentra bloqueado ese camino, el presidente, Juanma Moreno, se verá impelido a disolver el Parlamento y convocar elecciones. Vox, su hasta ahora socio parlamentario, marcó ayer una ruptura con el Gobierno que parece definitiva. El portavoz de esta formación, Manuel Gavira, aseguró que su tiempo de colaboración con el Ejecutivo ha acabado.

En el debate celebrado este miércoles, el consejero de Hacienda, Juan Bravo, advirtió a los grupos de la oposición de que con el rechazo a los Presupuestos se pierde una herramienta central para afrontar la recuperación económica. Antes de responder una a una a las intervenciones de los portavoces que defendieron las enmiendas a la totalidad, el consejero habló durante más de una hora para insistir en dos líneas argumentales: la primera, que las cuentas propuestas por el Consejo de Gobierno son las mejores posibles, blindan con mayor inversión los servicios públicos fundamentales de salud, educación y servicios sociales y fueron elaboradas con un criterio de pragmatismo y sin servidumbres ideológicas. Y la segunda, que el Gobierno ha hecho los máximos esfuerzos posibles para intentar alcanzar un acuerdo con los grupos de la oposición para intentar sacarlos adelante. En las intervenciones de sus portavoces, tanto desde el PSOE como desde Unidas Podemos se negó con énfasis la supuesta voluntad negociadora del Gobierno y Vox fue más allá al asegurar que se redactaron unos Presupuestos «fake» cuyo objetivo era que no se aprobaran.

Desde los grupos del Gobierno se advirtió de que la «pinza» que han formado estos tres grupos contra el Ejecutivo no será comprendido por los andaluces. «Hemos hecho todo lo posible, siento no haber sido capaz de sacar adelante estos Presupuestos que eran buenos para Andalucía», dijo el consejero en la última intervención del debate, que se prolongó durante más de seis horas y media.

Bravo repasó una por una todas las reuniones mantenidas con los grupos de la oposición y aseguró que se trata de unas cuentas realizadas con pragmatismo y «sin ideología» que han recibido críticas de derecha e izquierda, por lo que en su opinión «estan donde deben estar, en las personas».

Recordó que si las cuentas superase la enmienda a la totalidad, las enmiendas parciales de la oposición que se acordaran se podrían incorporar, ya que se trata de un presupuesto abierto. «Abran la mente» pidió en una intervención dirigida en la mayor parte de su desarrollo a los escaños del Grupo Socialista.

También reconoció que en los últimos días hubo mucho ruido en torno al proceso de negociación, pero advirtió que «de nada vale esconderse en el ruido mediático», y recordó que las cuentas del año próximo influirán también en los ejercicios sucesivos. «Sin presupuestos nos irá peor a todos», señaló.

En ese sentido, indicó que 2022 será un año clave en el que sería imprescindible contar con Presupuestos por varios motivos, entre ellos porque será en el que llegue la primera anualidad de fondos europeos, se cerrará el marco 2014-2020 y se iniciará el correspondiente a 2020-2027. Todo ello, aseguró, obligará a multiplicar por tres los esfuerzos de gestión y hacerlos con criterios más exigentes.

Por ello, insistió sin éxito a los tres partidos de la oposición que, conociendo los efectos negativos de una prórroga presupuestaria, actúen con responsabilidad y sensibilidad y levanten el veto, ya que en las cuentas se recoge gran parte de lo que reclamaban y porque además en el trámite en comisión parlamentaria se pueden seguir mejorando a través de las enmiendas.

Defendió que los presupuestos de 2022 son una herramienta no sólo para ayudar a la recuperación, sino también a la transformación real de Andalucía, bajo la premisa del fortalecimiento de los servicios públicos esenciales. Aseguró que la Junta ha querido construir unas cuentas responsables y creíbles, y en estos años la Administración andaluza una reputación amparada en el rigor por su forma de gestionar y así debe seguir siendo.

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