Juanma Moreno y los 11 consejeros del Gobierno andaluz de PP y Cs en la última foto de familia en junio en la Alhambra, con las distancias preceptivas por la pandemia. EFE

Moreno coge la bandera del cambio climático en la nueva estructura de la Junta

El presidente asume la dirección de las competencias de la agenda 30, que serán gestionadas por Bendodo, el consejero que concentra más poder con la remodelación

Domingo, 6 de septiembre 2020, 00:19

El presidente del Gobierno de PP-Cs en la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, decidió vestir su cargo con un proyecto que le identificara en ... la historia autonómica. Del mismo modo que Manuel Chaves acuñó la segunda modernización como emblema de su presidencia en los noventa y Susana Díaz quiso erigirse en presidenta feminista, Moreno vio en la agenda 30 de Naciones Unidas y la 20-50 de la Unión Europea de estrategias para descarbonizar el planeta el traje con el que se identificara su proyecto político al frente de la Junta. La crisis del coronavirus quizás haga que se le recuerde como el presidente de la pandemia en Andalucía, pero su empeño sigue estando en coger la bandera del cambio climático y la agenda 20-30, como Pablo Iglesias y Teresa Ribera lo hacen en el Gobierno de la nación. Así ha quedado patente en la remodelación de su gobierno, que él considera «de carácter técnico», con importantes cambios en el campo competencial «para ser más eficientes» en los dos años que restan de legislatura.

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El ruido por la pugna interna de Cs ha dejado en un segundo plano que con esta remodelación Moreno oficializa la asunción de competencias de cambio climático y energías alternativas que antes residían en las consejerías de Agricultura-Desarrollo Sostenible y Hacienda. El presidente insiste en que esta asunción pionera en la Junta por un presidente no le convierte en consejero de Medio Ambiente, materia que seguirá gestionando Carmen Crespo.

Moreno explica, a preguntas de este periódico, que lo que ha asumido «es toda la estrategia de promoción, estudio, impulso, coordinación y planificación» en la lucha contra el cambio climático y por un nuevo modelo energético, sobre lo que recuerda que lleva trabajando hace tiempo. De hecho, el traje de presidente ecológico comenzó a confeccionarlo con su propuesta de una «revolución verde» en Andalucía para llevar a esta a ser la región más sostenible de Europa, que defendió en la cumbre del clima COP25 en Madrid el pasado 4 de diciembre. Continuó luego con su elección como ponente de la posición del Comité de las Regiones en las alegaciones a la ley europea del clima, cuyo dictamen expuso vía telemática el pasado 8 de julio.

En todas sus intervenciones insiste en el gran potencial de Andalucía en energías renovables y en que las empresas deben aprovecharlo porque también la financiación europea del nuevo marco presupuestario primará este tipo de proyectos. Al sumir el liderazgo de las políticas para descarbonizar Andalucía pretende «impregnar al conjunto del gobierno». «Tenemos que ser conscientes todos en el Gobierno de que tenemos un reto por delante», afirmó este viernes tras la Conferencia de Presidentes para aclarar que su papel consiste en «integrar» a todas las consejerías contra el cambio climático para conseguir que esta política sea transversal en la Junta de Andalucía.

Este objetivo parte en realidad de la Ley de octubre de 2018 de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía con el objetivo de regular la contaminación producida por gases de efecto invernadero. Esta ley fue la última aprobada por el Parlamento antes de las elecciones de diciembre de 2018, que desencadenó el cambio político en Andalucía. La norma, impulsada por el último gobierno socialista presidido por Susana Díaz, fue aprobada por unanimidad de la Cámara. Todos los partidos, desde PP a Podemos además de socialistas, Cs e IU, contribuyeron a su redacción.

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Moreno parte pues con una percha legislativa de gran consenso político en Andalucía, cuyo primer desarrollo fue poner en marcha el pasado 5 de junio la constitución de la Comisión Interdepartamental por el cambio climático, órgano colegiado integrado por todas las consejerías y que preside Moreno. Este es el instrumento que marcará de manera horizontal todas las decisiones de cada una de las consejerías para frenar el cambio climático. El siguiente paso recogido en la ley será el nombramiento del Comisionado para el Cambio Climático y Modelo Energético.

Aunque Moreno liderará ambas políticas, la gestión de las mismas se hayan adscritas a la Consejería de Presidencia, Interior y Administración Pública, que dirige el malagueño Elías Bendodo. Según el decreto base con la nueva reestructuración del Gobierno de PP y Cs publicado en el BOJA el pasado viernes, la Agencia Andaluza de la Energía pasa de la Consejería de Hacienda a la de Presidencia, aunque en un principio se dijo que iría a la de Economía, que lleva Rogelio Velasco (Cs). También el Comisionado para el Cambio Climático dependerá de Presidencia y será Bendodo quién responderá en el Parlamento por ello.

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Bendodo es quien más peso gana en el Gobierno andaluz con la reestructuración. Hasta ahora dependía de él asuntos tan cremísticas como los de comercio y política exterior y empresas tan relevantes como la de la RTVA, además de lo relacionado con policía, negociaciones con Madrid y empleados públicos. Ahora suma también los entes relacionados con las TIC y digitalización de la Junta y una fundación de gran fuste como la del músico Daniel Barenboim, además de las políticas migratorias que llevaba Juan Marín (vicepresidente de Cs). Moreno y Marín también permitieron que estuviera bajo su control el organismo encargado de dinamizar los proyectos estratégicos de la Junta con 20 agentes especiales, pese a que en parte fue una iniciativa de Velasco.

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