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Moreno aplaude el papel de Díaz sobre Cataluña y ataca su gestión en Andalucía

La presidenta plantea como retos del nuevo curso la estabilidad que supedita a un nuevo presupuesto y financiación suficiente

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Viernes, 15 de septiembre 2017, 00:38

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La primera sesión de control a la presidenta, Susana Díaz, tras las vacaciones estuvo contaminada por el incendio separatista de Cataluña, aunque el rifirrafe con los portavoces de la oposición incluyó asuntos propios como la gestión de la sanidad, la educación, el paro y los objetivos del nuevo curso político. La presidenta tuvo un agrio encontronazo con la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez, que defiende que se legalice el referéndum del 1 de octubre, y dejó para el diario de sesiones una frase rotunda: «Me siento tan andaluza como española y creo en la unidad de España». Nada nuevo en su discurso, pero relevante en el momento actual del país.

Al comenzar su intervención, Juanma Moreno dijo que aplaudía la «posición» de Susana Díaz y del PSOE junto al Gobierno de Mariano Rajoy en defensa del Estado de Derecho en el conflicto catalán. A continuación, sin embargo, atacó a la presidenta por su gestión en el Gobierno de Andalucía, que considera «paralizado» pese a los cambios de consejeros en junio. Moreno criticó la gestión en sanidad y educación con ejemplos como el accidente del hospital sevillano Virgen de Valme en el que murió una joven que acababa de ser madre y el colegio de Estepona que tuvo que pedir comida en un Burger King para los alumnos por baja de la cocinera.

Moreno reprochó los «nueve días de clamoroso silencio» de la presidenta sobre el drama de la joven del Valme y también que no estuviera o recibiera a la familia. «Cuando uno se acerca al dolor de una familia, que hace menos de un mes que ha perdido a su hija, para sacar rentabilidad, eso se llama carroñerismo político», le replicó Díaz.

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El presidente del PP andaluz insistió en el balance este verano de numerosas denuncias de falta de medios y personal en la sanidad y en la educación pública que él mismo ha dado a conocer en las redes sociales, como personas «hacinadas» en pasillos de urgencias o camas y quirófanos «cerrados». «Tiene la sanidad en cuidados paliativos. Andalucía no aguanta ni un minuto más tanta ineficacia ni tanta parálisis», enfatizó.

Díaz le reprochó que atacara a la sanidad y educación públicas para desprestigiarla y subrayó los refuerzos de su Gobierno con la incorporación de 3.000 profesionales más al SAS o los 15.000 eventuales que han pasado a ser interinos; la incorporación de 2.676 docentes más en el sistema educativo; las matrículas gratuitas de los universitarios y la oferta pública de 3.500 plazas de empleo en el SAS.

Teresa Rodríguez interpeló a la presidenta sobre su modelo de Estado para hacer ver las diferencias en el PSOE y presentar a Susana Díaz como una españolista que utiliza la bandera andaluza y sus símbolos, el 4D y 28F, sin creer en ellos y defendiendo la igualdad de los andaluces «a la baja, no al alza».

Rifirrafe con Podemos

La líder de Podemos hizo una exposición farragosa para concluir que el actual modelo territorial no ha mejorado las condiciones de Andalucía con reproches a los gobiernos socialistas como el de Díaz y al 'statu quo' del bipartismo nacional por traicionar, en su opinión, el verdadero mandato de autonomía de las movilizaciones de 1977. «Ojalá fuera lo mismo nacer en Andalucía que nacer en otra parte, pero tenemos la mayor tasa de paro, de precariedad, de temporalidad o los niveles más bajos de capacidad para mantener nuestros servicios públicos del país», dijo.

La presidenta acusó a Teresa Rodríguez de tener el mismo discurso que la «derecha más rancia» por opinar que nada ha cambiado en Andalucía en 50 años. Tras reprocharle que intentara «reescribir el pasado» y de defender el «secesionismo» y la «desobediencia» por apoyar el referéndum del 1 de octubre en Cataluña, Díaz se explayó: «Yo estoy en la defensa de la unidad de España, creo en ella, sin tibieza ni ambigüedad, y lo digo aquí y en todos los rincones de España». También respondió que su modelo de Estado es el «que decidamos el conjunto de los españoles, no solo una parte». Agregó que debe ser «social, democrático y de derecho, defensor de la unidad, respetuoso con su diversidad y garante de la igualdad».

Más adelante, en el debate con el portavoz socialista, Mario Jiménez, la presidente también expuso que los elementos «fundamentales» para «la defensa de Andalucía» son la estabilidad política, que supedita a la aprobación del Presupuesto para 2018, y un nuevo sistema de financiación de las comunidades.

Para aprobar el Presupuesto necesita el respaldo de los ocho diputados de Ciudadanos, partido con el que negocia. Díaz evitó mostrarse tan optimista con un acuerdo con el partido naranja como su portavoz en la Junta, Juan Carlos Blanco, y en el PSOE, Juan Cornejo, días atrás. No hubo mención al escollo de la negociación, el incremento de la bonificación del impuesto de sucesiones a herencias de hasta un millón de euros que C's exige como condición al respaldo. Díaz se limitó a expresar: «Tendremos la voluntad de acuerdo y de diálogo».

Este asunto no salió en el debate con Juan Marín, pero sí el de la financiación autonómica. El portavoz de C's y Díaz coinciden en que Andalucía «no aguanta una tercera prórroga porque la media de financiación por habitante es de más de 2.400 euros y, en Andalucía, de 2.096 euros, de forma que se ha dejado fuera del sistema a 220.000 andaluces», según la presidenta. Marín, sin embargo, opina que el Gobierno de Rajoy no abordará la aprobación de un nuevo modelo y le pidió a la presidenta un plan b.

El portavoz de C's defendió una armonización fiscal en toda España y deslizó una alusión a la rebaja de la bonificación del tributo de sucesiones sin mencionarlo. «Los expertos indican que hay que armonizar y elevar el mínimo exento, no se habla de eliminar nada, sino de aumentar el mínimo exento», subrayó sobre el informe de los técnicos en financiación autonómica. El que Díaz y Marín evitaran el cuerpo a cuerpo sobre los presupuestos indican que las negociaciones pueden estar a punto de acabar en un acuerdo.

Turismofobia

En el debate con Antonio Maíllo este puso en un brete a la presidenta al expresar que puede entrar en una «contradicción» por demandar más financiación autonómica al Gobierno central, que respalda, y negociar rebajas fiscales con C's. «.Para pedir al Gobierno más financiación hay que tener autoridad y no podemos decirle que nos asfixia cuando decide regalos fiscales a los ricos con sus acuerdos con Ciudadanos».

El rifirrafe con el dirigente de IU, sin embargo, se centró en la gran subida del paro en agosto, que Maíllo achaca a no fomentar un nuevo modelo productivo que garantice la calidad en el trabajo. «No es lo mismo un aumento de contratos que de empleo», anotó. Para Díaz, el paro de agosto fue consecuencia del fenómeno de la 'turismofobia' surgido en otras comunidades. Maíllo le recordó que no se había producido algo así en Andalucía. «Lo que perjudica a España afecta también a Andalucía, no es una isla», respondió la presidenta.

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