La Junta abrirá una delegación en Cataluña contra el secesionismo

Moreno expresó su escepticismo sobre el ejecutivo de Sánchez. «Me gustaría equivocarme, pero creo que la creación de empleo corre peligro con las recetas del Gobierno», que, en su opinión «no van a ser buenas para España y tampoco para Andalucía». Reivindicó el protagonismo de Andalucía en cualquier debate territorial que se afronte por el Estado. En su discurso fue muy significativo que entre las citas incluyera frases de socialistas como Felipe González y Rafael Escuredo, quienes han sido críticos con las decisiones del Gobierno de Sánchez sobre Cataluña. Del primer presidente electo de Andalucía repitió una frase que ya ha utilizado otras veces: «Andalucía no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos».

Tras reiterar la petición de una reunión con Sánchez, una Conferencia de Presidentes y la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera, instó a los demás grupos del Parlamento a posicionarse en contra de decisiones del Gobierno sobre «desequilibrios territoriales». «La fidelidad al líder del partido puede ser sinónimo de traición a Andalucía y a los andaluces», dijo en clara alusión a Susana Díaz y a que no haya criticado la reunión de Sánchez con Torra, cuyo anuncio del Gobierno que se producirá el 6 de febrero se supo en pleno debate. La dirigente del PSOE andaluz manifestó por la tarde que estará del lado del Gobierno andaluz en la defensa de una nueva financiación para Andalucía.

En este contexto, Moreno anunció la apertura de una delegación de la Junta, como la que hay en Madrid y Bruselas, para «estar más presentes que nunca en Cataluña». Adujo lazos culturales y familiares de los andaluces con Cataluña, pero también políticos y económicos, ya que afirmó que la delegación servirá también de invitación a los empresarios catalanes para que inviertan en Andalucía o se trasladen a esta.«Porque el independentismo está empobreciendo a Cataluña y muchas empresas no quieren invertir allí; Andalucía es más susceptible de obtener esas inversiones y también vamos a estar allí para eso», dijo en su discurso.

Luego en la réplica al portavoz de Vox aclaró que se trata en realidad de una reapertura, ya que la Junta tuvo una oficina en Barcelona hasta 2015 y también aseguró que no se trata de una embajada porque Cataluña no es independiente. «No vamos, ni mucho menos, con ánimo de confrontación, sino de colaboración y de proteger la cultura andaluza», dijo.

Esta es la segunda medida del Gobierno de Moreno para contrarrestar a los secesionistas catalanes, después de introducir cien mil euros en el Presupuesto destinados a la enseñanza del castellano en centros de andaluces en Cataluña. También coincide que Moreno nombrara como responsable de la política exterior de la Junta a Enric Milló, que fue delegado del Gobierno en Cataluña durante los duros momentos del referéndum y declaración unilateral de independencia.