Juanma Moreno y Juan Marín exhiben sintonía frente a los avisos de ruptura de Vox
«A mí no se me pasa por la cabeza que Vox no vaya a trabajar por el cambio» político en Andalucía, afirma el presidente
Hubo este martes en Granada muchas primeras veces y, sin embargo, el mismo mensaje político de la estabilidad y «una sintonía fuerte y sólida» del ... bipartito desde que PP y Cs pactaron el vuelco político en Andalucía aún sin mayoría absoluta y con el sostén parlamentario de Vox. Era la primera vez que un Consejo de Gobierno se celebra en los palacios de la Alhambra de Granada, que este año conmemora su 150 aniversario como monumento nacional.
Era también la primera comparecencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno, tras levantarse el estado de alarma este pasado domingo. Y era la primera vez, después de 14 ruedas de prensa seguidas cada domingo de la pandemia vía telemática, que lo hacía con periodistas presentes. Era también la primera vez que Moreno comparecía junto al vicepresidente, Juan Marín, durante la crisis sanitaria. Los dos comenzaron sus intervenciones con sendas proclamas de lo bien avenidos que siguen y reivindicando el cumplimiento del acuerdo de hace año y medio, incluso con un porcentaje milimétrico, el 88,89%.
Esta exhibición de sintonía se produce tras el anuncio este domingo del portavoz de Vox, Alejandro Hernández, de que su grupo se replantea el respaldo al bipartito tras acabar el estado de alarma y por las posiciones de Cs a nivel nacional de apoyo en algunos asuntos al PSOE. Y también para descartar que este giro del partido naranja pueda influir en el Gobierno andaluz.
«Puedo alardear de tener un gobierno muy pegado a la realidad, cohesionado y eso es una garantía para los andaluces», dijo Moreno. Marín recordó que el bipartito nació «encapsulado» frente a ruidos externos. «El señor Moreno no me pregunta a mí qué va a votar Inés Arrimadas lo mismo que yo tampoco le pregunto qué va a hacer el señor Casado en el Congreso de los Diputados», explicó Marín.
Respecto a Vox la situación es más compleja. Tampoco es el primer órdago de Vox al bipartito en general y a Cs en particular, pero el ejecutivo andaluz necesita garantías de su aliado parlamentario y no órdagos para aprobar modificaciones presupuestarias y decretos necesarias para encauzar un año difícil. «Vox tiene una enorme oportunidad de ser un instrumento útil a ese cambio después de 37 años de monopolio en Andalucía», dijo el presidente Moreno para devolverle el órdago al partido de Santiago Abascal. «A mí no se me pasa por la cabeza que tengamos un problema, porque ningún andaluz que haya anhelado un cambio en Andalucía piensa que Vox no vaya a trabajar por ese cambio», apostilló.
Los avisos de Vox fueron más allá. El pasado jueves en el Parlamento apoyó una propuesta del PSOE respaldada por Adelante Andalucía para un complemento salarial a los sanitarios, dejando solos a PP y Cs y permitiendo que saliera la iniciativa de la izquierda. Pese a ello, Moreno insiste en que hay «una relación fluida» con Vox, aunque admite «no exenta de dificultades», por lo que considera que hay que trabajar más para «llegar a acuerdos». En cualquier caso no ve peligrar la alianza en el Parlamento hasta el punto que al preguntarle por acuerdos en materia presupuestaria con otros partidos como el PSOE, respondió con escepticismo. «Por mí encantado, pero el PSOE se ha convertido en un partido de confrontación, y lo lamento», afirmó.
Moreno y Marín insistieron en que han cumplido los acuerdos con Vox y seguirán haciéndolo. «Tenemos acuerdos firmados con el grupo Vox en Andalucía que se van a seguir cumpliendo, y creo que ahí es donde hay que circunscribir las relaciones. Lo que que diga el señor Abascal en España es una cuestión de Vox, no de este gobierno», aseveró el vicepresidente Marín.
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