Borrar
Ramírez de Arellano en su despacho de la isla de la Cartuja, con los conos multicolores de la Expo 92 al fondo. María Aguilar
Ramírez de Arellano: «Quienes hablan de estado plurinacional, que expliquen las consecuencias»

Ramírez de Arellano: «Quienes hablan de estado plurinacional, que expliquen las consecuencias»

El consejero de Economía y Conocimiento asegura: «El Gobierno está frenando el potencial de crecimiento de Andalucía con la falta de inversiones y una financiación inadecuada»

MARÍA DOLORES TORTOSA

SEVILLA.

Domingo, 6 de agosto 2017, 00:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano López (Sevilla, 1964), catedrático de Física de la Materia Condensada y licenciado en Económicas, se muestra en esta entrevista optimista con moderación sobre el crecimiento económico. Opina que los datos confirman la salida de la recesión, pero para echar las campanas de la salida de la crisis al vuelo reta al Gobierno a suprimir su política de ajustes. En el debate territorial entra a saco con dos exigencias, una financiación adecuada e inversiones según el peso poblacional. Advierte de que Andalucía peleará contra un reparto del dinero según el Producto Interior Bruto (PIB) y pone el dedo en la llaga sobre un asunto muy espinoso en el PSOE: la plurinacionalidad. No se pronuncia ni a favor ni en contra. Sólo insta a quienes proponen este modelo de Estado que expliquen qué pasará al día siguiente, cuáles son las consecuencias económicas. La entrevista se realiza en víspera del congreso del PSOE andaluz, en el que no milita.

- El mensaje del Gobierno sobre la recuperación económica y la salida de la crisis ¿es demasiado optimista?

«Pensaba y sigo pensando que Susana Díaz era una buena alternativa para nuestro país»

- Hay una realidad que el Gobierno evita mencionar. Efectivamente estamos creciendo por encima de la media europea, pero en este ejercicio y el que viene la inflación se va a comer una parte importante de esa mejora económica, de tal manera que todavía hay que ser prudentes en cuanto a la euforia de la salida de la crisis. Reconocemos que hemos salido de la recesión, pero no de la crisis. Se sale de la crisis cuando las medidas extraordinarias que se pusieron en marcha se eliminan, y en España todavía vivimos con ellas: La reforma laboral, la austeridad y el recorte del gasto en las administraciones.

- ¿Qué destaca del crecimiento en Andalucía?

- En el crecimiento de España ha sido importante la contribución de las balanzas internacionales, también en Andalucía, debido al abaratamiento del euro con la nueva política del Banco Central Europeo. Las exportaciones se han multiplicado en el caso de Andalucía por tres. Eso incluso refleja que sí ha habido un cambio de modelo productivo, con más innovación. Hemos pasado de vender menos de 9.000 millones de euros a 30.000 este año. Eso es muy relevante.

- Pero Andalucía sigue yendo un poco detrás de la media española.

- Sí, pero incluso con el 2,9%, sigue siendo superior a la media europea. Es cierto que sigue habiendo un 0,1 o 0,2 por ciento por detrás del crecimiento de España. Y uno debería reflexionar por qué está sucediendo esto.

- ¿Cuál es su reflexión?

- Por la falta de inversiones y una financiación inadecuada por parte del Gobierno. Parece que el Gobierno de España intenta invertir en función del PIB y no de la población y eso es lo que supone una mayor divergencia. Este año ha habido 300 millones menos de lo que tocaría a Andalucía en inversiones regionalizables, pero en los últimos cinco años (2012-2016) el retraso acumulado es de más de 900 millones de euros sobre lo que tocaría a Andalucia por su población. Eso supone en un acumulado una pérdida del PIB de casi un 0,7%, cuando resulta que el retraso respecto a España de esos cinco años ha sido de 0,6%. Es decir, que si el Gobierno hubiera invertido en Andalucía lo que está obligado por ley, hubiéramos superado la media de España en crecimiento. El Gobierno está frenando el potencial de crecimiento de Andalucía, por la falta de inversiones y por una financiación inadecuada.

«Llama la atención que las regiones con mayor renta per cápita sean las que tienen mayores problemas sentimentales»

- Se refiere al modelo de financiación ya caducado.

- No es una cuestión menor. El grueso de los recursos de la financiación las comunidades lo dedican al gasto social, más del 85%. Solo tienen un 15% para corregir diferencias estructurales, que no haya divergencias entre las provincias andaluzas. Cada año que se retrasa la renovación del sistema y no se tiene en cuenta lo que cuestan los servicios públicos, aumenta la discrepancia con lo que deberíamos haber percibido. Ya hay acumulado más de 5.500 millones de euros. Estas cuestiones de inversión y financiación no son menores, son muy importantes, estaríamos convergiendo mejor si recibiéramos lo que nos corresponde. Esto es fundamental para abordar los problemas territoriales en nuestro país.

- ¿Se refiere al de Cataluña?

- Se ha planteado como una cuestión emocional, cuando tiene una gran carga económica. La historia de este país ha hecho que a día de hoy las dos comunidades autónomas que tienen los pasos fronterizos con Francia, las dos son las que mas tejido industrial tienen, mayor desarrollo y mayor renta per cápita, además de Madrid, por efecto sede de las empresas y capital de España, donde viven miles de funcionarios con sueldo más alto. Ese triángulo, clases dirigentes del País Vasco, clases dirigentes de Barcelona, no me gusta decir Cataluña, y clases dirigentes de Madrid deben tener en cuenta que hay un resto del país que no puede estar al albur de sus intereses. Su situación no es porque sean mejores o porque tengan unas cualidades que las adornen, sino porque en su momento, cuando España perdió las colonias en América, hubo una política estructural en nuestro país que simplemente era venderle a Europa, eso ha hecho que estas regiones tengan más desarrollo que otras.

- Pero eso es historia. En la actualidad ¿cómo afecta el problema de Cataluña a Andalucía?

- Sí, pero hay que contextualizar, porque a veces se habla precipitadamente de esta cuestión. Porque llama la atención que las regiones con mayor desarrollo y renta per cápita sean las que tienen mayores problemas sentimentales y se habla de ellas como si fueran naciones. A mí me gustaría que se dijera cuántas naciones existen en España, y qué pasa al día siguiente, cuáles son los efectos de este debate nominalista, ¿de qué estamos hablando?, porque nunca se aterriza en lo que pasa al día siguiente de esta relación, si somos un estado plurinacional, ¿qué sucede al día siguiente? ¿Cuáles son las consecuencias? Porque nadie nos lo explica. A parte de las consecuencias sentimentales, cuáles son las económicas. Porque si significa que Andalucía sigue teniendo menos inversiones y un mal sistema de financiación, creo que tenemos un problema. Insisto, me interesa mucho observar ese triángulo de intereses, donde cada cual elige al otro como rival y el resto de los españoles parece que no estemos invitados a un análisis que nos afecta mucho. Si de detrás del debate nacionalista hay una asimetría, este Gobierno está en contra. El problema no es el café para todos, el problema es cuando no hay café para Andalucía, como ya ocurrió en el pasado. Cataluña no puede hablar solo con Rajoy en este asunto, tiene que hablar también con el resto de España, representada en el Parlamento.

- Habla de la plurinacionalidad, una propuesta que ha hecho el secretario general del PSOE.

- Insisto en que lo que se tiene que decir es cuáles son las consecuencias. Lo que quiero saber es cuánto cuesta y cuánto le va acostar a Andalucía y si va a estar peor o mejor. Esa es la pregunta que me hago. El PSOE en su declaración de Granada plantea las cosas en un sentido de igualdad territorial, en eso estoy de acuerdo.

- Ahora tampoco hay un sistema igual o simétrico. ¿Usted estaría de acuerdo en suprimir los cupos vasco y navarro en un nuevo sistema de financiación?

- Lo que creo es que la estructura de nuestro país está basada en un acuerdo constitucional. Evidentemente cualquier acuerdo es cambiable por otro. Pero es muy importante mantener los elementos que le comento, es decir, que la convergencia económica garantiza el equilibrio territorial, y que el sistema de financiación sea lo que garantice la cohesión y la igualdad. Esos son los dos elementos clave para el acuerdo. Luego hay maneras de convivir.

- ¿Quiere decir que tanto una posible separación de Cataluña como la fórmula del PSOE de la plurinacionalidad puede generar una gran incertidumbre en Andalucía?

-Cataluña no se va a separar de España, esto es una entelequia de algunos políticos catalanes que se han apresurado a abrazar para atajar una crisis de estructura interna por la desaparición de CIU. Todo lo que rodea esto es humo asociado a clases dirigentes que no quieren perder el poder. No estamos de acuerdo con que el reparto de la financiación sea según el PIB. El PSOE ha expresado que se reconocen realidades nacionales en nuestro país, pero en ningún momento ha dicho que eso tenga que traer la desigualdad. Yo quiero que se abandonen los debates nominalistas. No, mire usted, a ¿cambio de cuánto es usted una nación?

-¿Está de acuerdo con la condonación de la deuda, que se ha hablado de Cataluña y Valencia?

- Condonar la deuda es financiar. No es mala idea, pero que sigan los mismos principios de la financiación, equilibrio e igualdad.

-Hablemos de su reciente ley de Emprendimiento. ¿Por qué están tan descontentos los autónomos y la critican los demás partidos?

-Esta no es una ley sectorial, no es de autónomos o de economía social, o de emprendimiento de mujeres o de grandes empresas, de todo eso ya hay leyes. Estamos hablando de otra cosa, de emprendimiento, intentar buscar cosas que eviten las barreras que encuentra la gente para un proyecto innovador. Estrategias de emprendimiento ya llevan tiempo en marcha en todas las consejerías. Esta consejería lo que busca con esta ley es reunir esa experiencia y generar la cultura, la formación de la personas. Solo una organización de autónomos no está de acuerdo, hay otras que le parecen muy bien. Ahora en el Parlamento los partidos podrán hacer aportaciones. Estamos abiertos. El PP quiere que se concrete más, pues que diga en qué.

- La gran novedad del curso universitario es la bonificación de matrículas a los que aprueben, ¿por qué es una medida universal y no en función de de la renta?

-Ni el Gobierno ni en Europa se relaciona la matrícula con la renta. Es que esto no es una beca, que sí está relacionado con la renta. Esto es algo mucho más profundo, es una ruta para que la universidad sea gratis al que aprueba. Como ya hay en gran parte de Europa. Para el Gobierno del PP (Wert) su modelo era Gran Bretaña. ¡Anda si se han ido! (de la Unión Europea).

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios