La Federación Andaluza de Municipios y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se comprometen a mejorar la gestión del agua en los humedales andaluces

Protegerlos es desde hace décadas misión de las distintas administraciones con competencias en la materia, pero a la vista de las continuas señales de alarma que han lanzado en los últimos meses los colectivos ecologistas aún queda trabajo por hacer. El pasado mes de marzo Ecologistas en Acción alertó, por ejemplo, de que la situación de los humedales del litoral de Huelva es «agonizante» por, entre otros motivos, el robo incesante de agua o el uso indebido de las riberas, convertidas en algunos casos en «vertederos de aguas residuales».

Para paliar ésa y otras carencias la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir han suscrito este lunes un protocolo de colaboración que pone el foco precisamente en mejorar la gestión que en los humedales se hace del agua, el elemento que sustenta la vida de las ciento sde especies que éstos albergan. En concreto el acuerdo, que ahora tendrá que plasmarse en medidas concretas, aboga por extremar el control sobre los mecanismos utilizados en la gestión del ciclo integral del agua, además de apostar por crear un sistema de colaboración entre todos los municipios que compartan humedales. Consistiría, en palabras del presidente de la FAMP, Fernando Rodríguez Villalobos, y de la CHG, Joaquín Pérez Landa, en crear un modelo de «gobernanza multinivel» que vincule a todos esos municipios.

En esa misión, ha apostado Rodrígez Villalobos, los ayuntamientos están llamados a seguir jugando un papel esencial. El presidente de la FAMP cree que las corporaciones locales deben reforzar su compromiso y caminar de la mano para «seguir trabajando en los retos» que implica la mejora del ciclo integral del agua, para lo que considera clave que éstos continúen «participando en la planificacion hidrológica» así como en la cooperación con la CHG. Desde la Confederación, Pérez Landa ha coincidido en que «los ecosistemas son vitales para la regulación y enriquecimiento de las cuencas tanto desde el punto de vista ecológico», al actuar como fuentes naturales de agua y barreras contra la erosión, como «desde el aspecto económico y social» al ser también un motor para el empleo en cuanto a producción agraria y foco de turismo.

Además del citado avance hacia un nuevo modelo de gobernanza que vincule a municipios y administraciones, el convenio incide en medidas relacionadas con la reutilización de las aguas, la restauración de zonas deterioradas, la necesidad de combatir las especies invasoras y estrechar aún más los lazos con la Red Andaluza de Municipios con Humedales.

Buena parte de los trabajos de conservación y protección de estos ecosistemas están contemplados en el Plan Andaluz de Humedales que redactó la Junta de Andalucía en 2002, considerado desde entonces como un instrumento válido aunque insuficiente por la mayoría de colectivos ecologistas. Dos años después, en 2004, se creó el Comité Andaluz de Humedales, encargado de velar por el cumplimiento del Plan y que sienta en torno a la misma mesa a todas las administraciones y colectivos que comparten la preocupación de salvaguardar ese tesoro medioambiental.