Antonio González Arellano: «El sistema ferroviario debe ser protagonista de la movilidad»

-¿Qué importancia tiene el sector ferroviario en Andalucía?

-El sector ferroviario es una industria de red, es decir, se basa en la existencia de unas ciertas infraestructuras por donde discurren los trenes. En Andalucía, la red es bastante relevante desde el punto de vista estadístico, en función de los datos que aporta al conjunto del sector. En la Red de Interés General, gestionada por Adif, Andalucía representa en torno al 16% del conjunto de España, lo cual es bastante significativo. Hay unos 2.000 kilómetros de red convencional y más de 500 kilómetros de alta velocidad. Pero también es la comunidad autónoma que más sistemas de metros y tranvías tiene del conjunto de España. Están en funcionamiento cuatro sistemas: Sevilla, Málaga, Bahía de Cádiz y Granada. A esos, se incorporarán, también gestionados por la Agencia de Obra Pública (Junta), los de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y el tranvía de Jaén. A eso, se une el Metro Centro de la ciudad de Sevilla, competencia del Ayuntamiento; y el que está previsto poner en marcha en Vélez-Málaga, con lo que se llegará a ocho sistemas tranviarios, más que ninguna otra comunidad. También es relevante señalar que de las 12 aglomeraciones urbanas que tienen Cercanías, Andalucía tiene tres.

-¿Y qué nuevas conexiones serían más necesarias? 

-Aquí lo más relevante es la cuestión de las mercancías. España presenta unos datos de tráfico bastante bajos, si se compara con los de Europa. España está en el 4 al 6% (según el año) y en Europa está en torno al 17%. Hay un déficit importante y es la asignatura pendiente que hay que desarrollar con más ahínco en el conjunto de España. En Andalucía, es relevante ese factor en la medida en que trascurren parte de dos de los corredores ferroviarios europeos: Atlántico y Mediterráneo, que posibilitan una mayor conexión con los grandes puertos andaluces, de los que el más significativo es el de Algeciras. Su conexión con la red ferroviaria global dota de esa conectividad multimodal, del barco al tren, y con las áreas logísticas.

-Ahí tenemos la renovación de Bobadilla-Algeciras, de la que llevamos años hablando. ¿Van a buen ritmo estas obras?

-Hay que acelerarlas. El Ministerio de Transportes ha aprobado un reciente plan para activar esa conexión del puerto de Algeciras, con una gran inversión aprobada para la línea de Bobadilla, con un montante de 400 millones, y que va a dar bastante impulso al corredor, al puerto y a las áreas logísticas que están en su recorrido, como es el caso del Puerto Seco de Antequera.

-También se tiene que adaptar este trazado para ser autopista ferroviaria, con la posibilidad de que los camiones puedan ir a bordo de los trenes.

-La importancia del corredor es que enlaza con Zaragoza, y de allí con el resto de Europa; y el concepto que se va a implantar de autopista ferroviaria, que no deja de ser un servicio de valor añadido para el tráfico de mercancías, porque va a poder incorporar el modo rodado al ferroviario. De esta manera, los vagones estarán adaptados para acoger camiones, lo que facilita mucho el tráfico de mercancías. Esta inversión es de enorme importancia.

-Hablamos ahora de los metros y tranvías. ¿Qué ha supuesto para las ciudades andaluzas tener estas infraestructuras?

-Se trata de un transporte público masivo, que permite facilitar el trasvase de otros medios menos sostenibles, como el vehículo particular, y aporta una mayor sostenibilidad. Es un sistema que se está enriqueciendo con nuevos proyectos de ampliación, con lo cual la capilaridad del metro y el tranvía va a aumentar, buscando cumplir la estrategia de España para 2030 con una mayor movilidad para todos. También supone introducir un motor nuevo al transporte intermodal: muchas estaciones se caracterizan por conectar con otros modos de transporte, incluida la micromovilidad de patinetes y bicicletas. Ya no se baraja el concepto de desplazamiento, sino de viaje, que incorpora desde la salida de casa hasta el destino final.

-¿Qué ocurriría si no se hubiera implantado el metro en las grandes ciudades andaluzas?

-Lógicamente, habría un mayor uso del vehículo privado. En entornos abiertos es posible ampliar la capacidad de las carreteras, pero en entornos cerrados, acotados y restringidos como son las ciudades, es difícil aumentar esa capacidad viaria, con lo cual los procesos de colapso y de atascos se incrementan. Al incorporar un medio de transporte que es masivo y que en muchos casos transcurre de manera subterránea, permite relajar el sistema viario, con una mejor movilidad para el conjunto de la ciudad, es un gran avance.

-¿Las carreteras seguirán teniendo su lugar en Andalucía?

-La carretera seguirá siendo un medio muy importante de desplazamiento de personas y mercancías; aporta mayor capilaridad, mientras que el tren está sujeto a las infraestructuras y a los lugares donde llega. Con lo cual no se trata tanto de sustituir como de complementar, aunque es verdad que el tráfico de mercancías que sale por carretera hay que intentar trasvasarlo al medio ferroviario, sobre todo en distancias largas. Pero en distancias cortas, lo que se suele llamar la última milla, la carretera seguirá siendo fundamental y difícil de sustituir.

-¿Dónde tendríamos que poner el foco para conseguir una movilidad óptima en Andalucía?

-Andalucía goza de un sistema de infraestructuras de transporte bastante amplio y generoso: además del citado caso ferroviario, tiene una red de autopistas y autovías de gran capacidad; tiene una red muy capilar de carreteras de otro nivel y a su vez tiene un sistema de aeropuertos y de puertos. Por tanto, tenemos un mix de transporte completo. Es verdad que todo eso se puede mejorar, pero tenemos todo un conjunto de medios de transporte que nos permite llegar a cualquier lugar, no solo de Andalucía y de España, sino del mundo. Fíjese en la gran conectividad internacional que tiene el aeropuerto de Málaga.

-¿Y qué habría que hacer para mejorar?

-Se trata de hacer un mayor trasvase de los modos más contaminantes y trasladarlos a los más sostenibles. Ese es el reto de Andalucía, de España y de Europa, por no decir del mundo. Y el sistema ferroviario se ha situado como protagonista principal de la nueva movilidad, porque sus índices de sostenibilidad son bastante óptimos. Eso no implica que haya que descartar otros medios, porque el tren no puede llegar a todos lados y hay que combinarlo con el coche, el barco, el avión y las soluciones de comunidad, como ser peatones. Hay un concepto que se está utilizando mucho, que es la movilidad como servicio: hacer combinaciones de modos para facilitar el desplazamiento del ciudadano o de la mercancía. Lo importante no es descartar un medio u otro, sino de combinarlos de una manera mejor para conseguir un desplazamiento más eficiente.