PP y Ciudadanos ponen a prueba a Vox y llevan al próximo pleno la ley contra la corrupción

La inclusión de la ley en el orden del día de la próxima sesión plenaria, después de que el texto superara la tramitación en la comisión de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local , donde el dictamen fue aprobado la semana pasada sin votos en contra, se ajusta al calendario previsto, aunque la Presidencia del Parlamento tenía la potestad de incluirla en el próximo pleno o postergar el último trámite para su aprobación.

La decisión de no alterar el calendario previsto pondrá a prueba a Vox, que deberá decidir si respalda con su voto la aprobación de la norma o vuelve a impedir que salga adelante, como ya hizo la semana pasada al permitir que prosperara una enmienda a la totalidad de la nueva ley del suelo e impedir que saliera adelante por el trámite urgente de lectura única la reforma de la Ley de Salud Pública de Andalucía.

El proyecto de Ley prevé la creación de una oficina contra el fraude y la corrupción adscrita al Parlamento que podrá investigar de oficio o tras la presentación de una denuncia la actuación de la Junta y sus entidades instrumentales, ayuntamientos, universidades, órganos de la Comunidad como el Defensor del Pueblo y a cualquier persona u organización que haya recibido fondos públicos de la Administración autonómica.

Está previsto que el parlamentario de Ciudadanos Raúl Fernández Asensio actúe como ponente.

El posicionamiento que el grupo parlamentario de Vox adopte en el debate de este proyecto de ley será clave para conocer si mantiene su pulso con el Gobierno del PP y Ciudadanos o regresa a la senda de la colaboración parlamentaria tras la demostración de fuerza de la semana pasada.

Ayer, el portavoz nacional de Vox, Jorge Buxadé, volvió a reclamar desde Madrid en nombre de su partido la inmediata convocatoria de elecciones en Andalucía. Buxadé acusó a PP y Ciudadanos de traicionar los compromisos de legislatura con Vox.

Por su parte, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, garantizó el compromiso de la formación naranja con la estabilidad del Gobierno andaluz y rechazó cualquier maniobra, en lo que dependa de su partido, que pueda desencadenar la disolución de la cámara y un adelanto electoral. Lo hizo en el Parlamento de Andalucía, donde mantuvo una reunión con los 21 miembros del grupo parlamentario de Ciudadanos.

Arrimadas ponderó el trabajo de los diputados en la cámara y de los consejeros de Ciudadanos en el Gobierno andaluz y adelantó que queda todavía por delante «un año y medio de reformas, de estabilidad y de buen hacer», con lo que descartó un escenario de adelanto electoral. En ese sentido indicó que el cambio político que esperó casi cuatro décadas «ha valido la pena».

Aseguró que el Ejecutivo andaluz formado por PP y Ciudadanos es un gobierno fuerte. «Otros tendrán que explicar por qué quieren derribar un gobierno que ha tardado 40 años», dijo en referencia a Vox tras mostrarse convencida de que se agotará la legislatura.

La dirigente del partido naranja elogió la labor del vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y de los consejeros de Educación e Igualdad, Javier Imbroda y Rocío Ruiz, respectivamente, y se resistió a ratificar al primero como posible candidato a la presidencia de la Junta cuando se produzca la convocatoria electoral.

Para Arrimadas, se trata de un gobierno que funciona bien, que ha despertado "muchísima esperanza y que seguirá trabajando muchos meses más".

En referencia al partido de Abascal, al que sin nombrar acusó de boicotear la acción de gobierno, dijo que deberá aclarar si en el pleno de la próxima semana votará en contra de la ley contra la corrupción y el fraude en Andalucía.