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Susana Díaz, el vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, y la consejera de Conocimiento, Lina Gálvez, en su primer Pleno. Efe
Andalucía plantará batalla a Pedro Sánchez por la afrenta de la financiación

Andalucía plantará batalla a Pedro Sánchez por la afrenta de la financiación

Díaz se ratifica en el acuerdo del Parlamento con la exigencia de 4.000 millones más,que PP, Podemos e IU seguirán apoyando

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Jueves, 21 de junio 2018, 00:41

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El Gobierno de Susana Díaz dejó claro ayer que no va a callarse y batallará para que Pedro Sánchez dé marcha atrás a su negativa de reformar esta legislatura el sistema de financiación de las autonomías, caducado desde 2014, urgiendo al presidente socialista a iniciar el proceso «a la mayor brevedad posible». También será firme en abogar porque lo concerniente al reparto del dinero a las comunidades se haga con todas a la mesa y de forma «transparente».

En Andalucía la negativa de Sánchez se ha tomado como una afrenta, pues todos los partidos han reconocido desde hace años la infrafinanciación de esta comunidad. Además, para el ejecutivo andaluz resulta «incomprensible» que Sánchez haya sido tan tajante en rechazar abrir una negociación cuando quiere agotar la legislatura y no convocar elecciones hasta 2020. Aún siendo consciente de la dificultad de acuerdo que expone Sánchez, lo que reprochan a este es que ni siquiera lo intente.

Díaz se amparará en el acuerdo del Parlamento de todos los grupos salvo Cs, 101 diputados de los 109, para su reivindicación frente al presidente del Gobierno.

Para ello, el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, ha convocado a los grupos para reafirmar este pacto en una reunión que podría celebrarse hoy o mañana. «Es evidente y todo el mundo ha reconocido que Andalucía está mal financiada, que nos faltan 4. 000 millones para nuestra Educación, nuestra Sanidad y nuestra Dependencia, y que tenemos un mandato de nuestro Parlamento que voy a seguir defendiendo», aseveró Díaz en la mañana.

La oposición arremete contra la ministra Montero

La sesión de control a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, hoy promete ser de alta tensión. Los líderes de la oposición no desaprovecharán la ocasión de evidenciar la debilidad de Díaz por la negativa de Sánchez a darle la razón en su bandera de la financiación. La oposición ofreció ayer un aperitivo lanzando los dardos también a la ministra de Hacienda y hasta hace poco consejera de esta materia, María Jesús Montero. Todos sacaron a relucir una posible contraprestación a Cataluña, algo que siempre rechazó el PSOE-A.

La portavoz parlamentaria del PP, Carmen Crespo, denunció que el presidente del Gobierno «va a pagar favores a los separatistas a costa de Andalucía».Crespo ironizó con «la conversión de alta velocidad» de los socialistas andaluces pues, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «bajó del AVE exigiendo una reforma inmediata (de la financiación autonómica) y se ha subido al AVE pidiendo prudencia».

La portavoz adjunta de Podemos, Carmen Lizárraga, fue la primera en solicitar una reunión urgente de los partidos andaluces para que Díaz concrete su posición y anunció que su formación pedirá a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar este asunto. «Lo último que queremos es que la reforma se vea contaminada por la animadversión entre Díaz y el presidente», advirtió.

El líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, acusó al presidente Sánchez de «dejar tirada en la cuneta» a esta comunidad autónoma, y «huérfana» a la presidenta Díaz, al renunciar a la reforma de la financiación autonómica.

Para entonces, ya había digerido en parte el revés de Sánchez a un asunto del que ha hecho bandera política. La propuesta del presidente deja mal a la mandataria andaluza, a merced de la oposición, especialmente a la del PP, para cuyo líder Juanma Moreno, se abre una oportunidad de arrebatarle esa bandera amparado en que su partido también rubricó el acuerdo del Parlamento gobernando Rajoy.

Díaz tenía decidida su posición reivindicativa, pero utilizó un tono prudente. Apeló a «la sensibilidad» del Gobierno de su mismo color político y añadió que trasladará a Sánchez que la «mejor forma, sobre todo la más transparente y la más justa, para llevar a cabo la suficiencia financiera de las comunidades autónomas es el modelo de financiación».En el seno del Gobierno andaluz se temía que al revolverse contra las afirmaciones de Sánchez, su postura se interpretara en clave orgánica por la vieja rivalidad de ambos en el PSOE. De ahí el tono.

Secuencias

Las secuencias del día le hicieron endurecer la actitud: Sánchez ratificó su posición en la sesión de control en la réplica a Joan Baldoví y otros presidentes autonómicos socialistas y del PP clamaron contra la iniciativa de Sánchez. Díaz ya no se sentía sola. La presidenta, además, contará con el respaldo de los líderes de la oposición en Andalucía si mantiene su compromiso de plantarse ante Sánchez, pese a la lluvia de críticas preventivas que recibió de estos.

«¡Que nadie se engañe; desde este gobierno continuaremos reclamando las mismas cuestiones en materia de inversiones y de reforma del sistema de financiación!», exclamó en el Pleno del Parlamento a última hora de la tarde el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios.

Una liga que siempre gana el Madrid o el Barcelona y el Athletic nunca baja a segunda

La principal desazón en el Gobierno de la Junta y el PSOE andaluz proviene de la desconfianza que vuelve a provocarles la política territorial de Pedro Sánchez. No lo van a decir en público por ahora, pero en privado hacen ver el temor de que la España de las dos velocidades esté de nuevo sobre la mesa para solucionar el conflicto catalán. «No puede ser como en la liga de fútbol, que siempre gana el Real Madrid o el Barcelona y el Athlétic de Bilbao nunca baja a segunda. Ese es nuestro país», afirmó resignado un miembro del Gobierno andaluz a un corrillo de periodistas en el Parlamento. Este símil sirve de ejemplo al ánimo en Andalucía. Se teme que se vuelva a la casilla de salida de 1980, cuando los andaluces salieron a reivindicar no ser menos que Cataluña y País Vasco, las autonomías históricas. Ahora también está Madrid en la balanza que desequilibra, por llevarse la gran tajada de la economía.

Minutos antes, el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, comparecía ante los periodistas para explicar la convocatoria «urgente» a los grupos y dejar claro que la Junta «no admite aplazamiento» ni «acuerdos bilaterales» con las comunidades.

Sobre la oferta de mejorar la financiación de forma bilateral, el consejero quiso ser prudente. Emplazó a la reunión de Susana Díaz con Sánchez para conocer los detalles de la propuesta del presidente. Preguntado sobre si opina que el problema catalán está detrás de ello con posibles compensaciones económicas, el consejero respondió: «No tenemos ninguna evidencia para pensarlo».

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