Los andaluces recortaron en restaurantes y ocio para pagar vivienda y comida
Los hogares de la región también redujeron su gasto en vestido y calzado, así como en cuidado personal y en muebles y otros artículos para la casa
Los hogares andaluces gastaron una media de 30.145,17 euros el año pasado, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es ... una cifra que apenas sube un 0,8% con respecto a 2023. Mientras tanto, el gasto promedio por hogar en España superó los 34.000 euros tras crecer un 4,4% en tasa interanual.
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De esos 30.145,17 euros que se gastaron como media en cada hogar andaluz, la partida principal, con una cuantía de 9.011,76 euros, corresponde a la vivienda y sus suministros, como el agua, la electricidad o el gas. Es una cifra que equivale prácticamente al 30% del presupuesto familiar y que se ha incrementado un 4% en comparación con un año antes. Pero también es un dato que se encuentra por debajo de la media española, porque cada hogar del país dedicó un promedio de 11.029 euros a pagar la casa y sus servicios en 2024, lo que representa un 32,4% de todo el gasto familiar y supone un incremento del 6,1% respecto al ejercicio anterior.
La segunda partida más importante del gasto familiar en Andalucía es la cesta de la compra, que se llevó el año pasado 5.353,52 euros, el 17,76% del total y un 2,9% más que un año antes. En este caso, la cifra absoluta prácticamente coincide con la media española (5.390,72 euros). Pero en Andalucía el gasto en alimentación ha subido más, casi tres veces más, que en el país (1%). Y en esta región, además, se lleva mayor proporción del gasto total (en España no llega al 16%, mientras que para los hogares andaluces representa cerca de un 18%).
Esto significa que entre la vivienda y la alimentación explican cerca de la mitad de todos los gastos del hogar en Andalucía, prácticamente lo mismo que en el conjunto de España. Y se trata de partidas que se han incrementado tanto en la comunidad autónoma como en el país. Lo que difiere es el contexto en que se ha producido el aumento del dinero que se destina a estos dos bienes básicos: mientras que en el conjunto de España ello ha ocurrido en un entorno de general aumento del gasto; en Andalucía el presupuesto familiar ha aumentado cuatro veces menos (el citado 0,8% frente al 4,4% nacional).
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Recortes
Así que los hogares andaluces para gastar más en el mercado o en el súper y en vivienda han tenido que meter la tijera en otras cosas. Para empezar, lo han hecho, y de manera muy relevante, en ocio o, como las llama el INE, en actividades recreativas, deporte y cultura: los 1.291,30 euros que gastaron en 2024 como promedio suponen un descenso interanual del 7,6%. A cambio, en España el presupuesto para esta cuestión se ha expandido un 13,1%, hasta rozar los 1.700 euros.
Cosa semejante ha ocurrido con el gasto en restaurantes y hoteles. En Andalucía los hogares redujeron un 6,7% su presupuesto en la materia el año pasado, hasta los 3.226,15 euros (cifra que equivale a un 10,7% de su gasto total). En el país, en cambio, como promedio, los hogares destinaron 3.373,68 euros (casi el 10% de todo lo que desembolsaron en 2024), un 2% más que un año antes.
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Los andaluces también han metido tijera en el gasto que realizan en bebidas alcohólicas: el año pasado gastaron casi 470 euros, cifra un 8% inferior a la de 2023. En el conjunto de España también bajó, pero menos (un 5,4%, hasta los 447 euros).
Menos dinero en vestido, calzado o en artículos para el hogar
En Andalucía los hogares también recortaron en vestido y calzado. El año pasado gastaron 1.255,40 euros, como promedio, lo que supone un descenso del 1,8% respecto a 2023. Como contraste, en el conjunto de España, como promedio, esta partida se llevó 1.431,6 euros del presupuesto del hogar, una cifra que supone un incremento del 8,5% en comparación con la de un año antes.
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En general en toda España lo invertido en muebles y artículos para el hogar bajó, pero mientras en el país el descenso de este presupuesto en concreto fue de un 3,9%, hasta los 1.274,09 euros, el andaluz alcanzó el 5,8%, hasta los 1.180,76 euros. Y también se redujo en todo el país la partida dedicada a cuidado personal, pero si en los hogares españoles el recorte fue de apenas un 0,9% interanual, hasta los 1.228,29 euros, en Málaga el tijeretazo fue de un 8,2%, hasta los 1.038,74 euros.
En dos capítulos de gasto, el aumento en Andalucía es menor que en España. En primer lugar, en información y comunicaciones, donde el 0,2% de la región hasta los casi 975 euros anuales contrasta con el ascenso del 4,8% nacional hasta superar los 1.100 euros. En segundo lugar, en sanidad: aquí el incremento del 4,7% de los hogares andaluces hasta un promedio de 1.215 euros compara con el aumento del 10,6% del conjunto de los españoles, hasta los 1.377 euros.
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En lo que sí despunta Andalucía es en la evolución del presupuesto que los hogares destinan, como promedio, a los servicios educativos, que creció un 33,6% el año pasado, hasta los 386 euros, cantidad que, de todas maneras, continúa por debajo de los 553 euros que gastaron de media las familias de toda España.
Las familias más pobres gastan más en techo y en el súper y los más ricos pueden ampliar su presupuesto para viajes
No es una información que el Instituto Nacional de Estadística proporcione por comunidades autónomas, pero a nivel estatal sí se puede conocer cuánto representa cada partida en el presupuesto familiar según a cuánto ascienda éste, es decir, de acuerdo con su poder de compra. De esta manera, divididos los hogares en cinco grupos según su volumen de gasto -que correlacionará muy probablemente con su nivel de ingresos- se comprueba que el 20% que menos gasto realizó el año pasado destinó más del 60% de éste a vivienda, sus suministros y a la cesta de la compra. Mientras tanto, para el 20% de los hogares con mayor gasto, estas partidas sumaron apenas el 40% del presupuesto familiar, por lo que fueron capaces de ampliar hasta algo más de un tercio el dinero que pudieron reservar para viajes y ocio: el transporte, los restaurantes y servicios de alojamiento y las actividades recreativas, deportivas o culturales sumaron en este grupo social un 34% de su gasto, frente al 16% que pudieron destinar las familias con menor poder de compra a ocio en general.
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