Los impulsores de la nueva Isofotón ofrecen 37,5 millones por la fábrica

Los ideólogos de esta iniciativa pretenden pagar este precio en un plazo de 13 años, con tres años iniciales de carencia. Así lo han explicado esta mañana en una asamblea informativa a la que han acudido unos 300 extrabajadores de Isofotón.

Los impulsores de la 'nueva Isofotón' (Raúl Rodríguez Cojo, Marco Aceña y Vicente Mateos) necesitan, en primer lugar, convencer a 240 extrabajadores de la fábrica para que se conviertan en socios (y a la vez empleados) de la sociedad anónima laboral que pretenden crear. Cada uno tendría que aportar 6.000 euros, de forma que la nueva empresa nacería con un capital social de 1,4 millones de euros. El plazo para manifestar la adhesión al proyecto arranca hoy y termina el próximo viernes 14 de febrero. La premura se debe, según han explicado, a la necesidad de cerrar la operación antes de que la compañía entre en fase de liquidación.

Pero con la adhesión de los socios no será suficiente. A partir de ahí, los ideólogos de esta iniciativa tendrán que convencer a la Junta, a los administradores concursales y en última instancia a la jueza que tramita el concurso de Isofotón de que acepten su oferta. Ya han presentado el proyecto a todas las partes implicadas, que según han indicado, lo ven con buenos ojos, pero para valorarlo como una posibilidad real nos piden las firmas de 240 trabajadores.

El proyecto tiene marcado el próximo mes de abril como fecha de arranque. No obstante, la entrada de los socios-trabajadores se produciría de forma escalonada: 80 en abril, 57 en mayo y 103 en junio. Sus impulsores no descartan la entrada de un socio privado, que por ley no podría comprar más de un tercio del capital social de la empresa. Si hay más de 240 trabajadores interesados en implicarse en el proyecto (Isofotón tenía 700), se abrirá una fase de selección.

La nueva Isofotón tendría una estrategia de negocio diferente a la que ha llevado la actual propiedad. Se pretende recuperar la producción de paneles térmicos, así como elevar el valor de los productos fotovoltaicos fabricando módulos especiales, por ejemplo para farolas o instalaciones agroganaderas. Además, se plantea la venta de células solares a empresas que ensamblen módulos. Los precursores de esta sociedad confían en el mercado japonés para lograr ventas desde el principio de la actividad, de ahí que hayan incluido en su oferta de compra la filial japonesa de Isofotón, que ha estado vendiendo paneles prácticamente hasta que ha cesado la actividad de la fábrica malagueña. Sus previsiones pasan por vender 6 megavatios al mes.