La fiebre por emprender como salida laboral apenas crea empleo al dispararse los fracasos

«Emprender es un juego». «Anímate a emprender». «Crea tu propio negocio y sé libre». El bombardeo de eslóganes como éstos se ha vuelto constante. Los gobernantes han decidido que en el emprendimiento palabra no aceptada por la RAE pero abrazada como mantra por políticos y gurús de la economía está la salida de la crisis, así que se multiplican los esfuerzos por fomentarlo. Esfuerzos que encuentran terreno fértil en los parados que han dejado de confiar en encontrar un trabajo. Resultado: las iniciativas empresariales ligadas al autoempleo se han disparado. Entre enero y julio de este año, 19.575 malagueños se dieron de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social, un 57% más de los que lo hicieron en el mismo periodo de 2006.

Sin embargo, el colectivo de cotizantes por cuenta propia es hoy menor que antes de la crisis: había 95.128 a finales de julio en Málaga, sin contar a los trabajadores agrarios. La explicación reside en que las bajas también se han disparado hasta máximos históricos. En los primeros siete meses de este año 14.190 autónomos malagueños dejaron de cotizar en el RETA, un 53% más que en el mismo periodo de hace siete años. Eso quiere decir que por cada diez personas que arrancan un negocio en la provincia, otras siete echan el cierre.

No existen estadísticas oficiales de cuál es la esperanza de vida de una iniciativa empresarial hoy en España. Pero los expertos coinciden en que es cada vez más corta. «Un 60% no supera el primer año y a los cinco, han desaparecido un 80%. Son tasas de fracaso muy altas», indica Javier Megías, consultor y docente especializado en asesorar a emprendedores. El ciclo de los negocios se acelera, pero no sólo porque lo tengan más difícil por la crisis, sino porque este nuevo perfil de emprendedor por necesidad no tiene las mismas armas para enfrentarse al mercado.

Para empezar, está la cuestión del dinero. «Se está lanzando el mensaje de que para emprender no hacer falta mucho. Y puede que sea cierto, pero para mantener un negocio sí que hace falta tener un colchón razonable porque las previsiones nunca se cumplen. A los emprendedores siempre les digo que una vez hagan su plan de negocio, dividan los ingresos por dos y multipliquen los costes por dos: así estarán más cerca de la realidad», argumenta Megías.

El otro factor que falla en muchos de los negocios orientados al autoempleo es la vocación. «Ni todo el mundo vale para emprender, ni todo el mundo quiere. Y para manejar la incertidumbre que supone ser empresario es muy importante estar convencido de lo que haces». De ahí que expertos como Megías estén alertando de la «irresponsabilidad» que supone «animar a la gente a capitalizar su desempleo y quemar su último cartucho montando un negocio a la desesperada». «Puede que los políticos piensen que así se saca a gente de la lista del paro, pero la bomba de relojería para dentro de dos años es muy peligrosa», concluye.

Tarifa plana

Una de las medidas estrella del Ejecutivo para fomentar el autoempleo ha sido la tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social para los nuevos autónomos. Hasta ahora ha estado limitada a los menores de 30 (35 para mujeres y discapacitados), pero próximamente se ampliará a todos los trabajadores por cuenta propia que se estrenen en el RETA, con seis meses de duración. Una extensión que ha sido intensamente demandada por los colectivos de autónomos, ya que según criticaban, se ha estado dejando fuera a la inmensa mayoría de los emprendedores. Lo cierto es que en Málaga, a día de hoy sólo 878 personas se han acogido a esta tarifa plana, según la Tesorería General de la Seguridad Social.