La peatonalización de la Catedral se atasca en el papeleo

Ambas administraciones aseguran que tienen el dinero reservado para su ejecución (4,3 millones), apuestan por mantener la senda del consenso institucional y coinciden en la necesidad de agilizar los trámites para que las obras arranquen cuanto antes. Buenas intenciones por parte de Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga, pero con escaso resultado. Después del acuerdo alcanzado a comienzos de año, la realidad es que la peatonalización de la zona sur de la Catedral no es solo que ni de lejos vaya a empezar en septiembre, tal y como estaba previsto, sino que a día de hoy ni unos ni otros se atreven a ponerle fecha a una actuación que, a priori, debería estar lista para la próxima Semana Santa, que comenzará el 13 de abril. Desde la Consejería de Turismo reconocen que «será complicado» llegar a tiempo para que las procesiones no tengan que esquivar las zanjas; desde la Casona del Parque admiten directamente que «seguro que no».

A diferencia de lo que ocurre con otros proyectos enquistados por batallas políticas, el motivo del atasco en este caso es únicamente burocrático. Las obras no pueden salir a concurso hasta que el alcalde, Francisco de la Torre, y el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, pongan sus respectivas firmas en el documento que formalizará la modificación del convenio en virtud de la cual los trabajos se acometerían de una vez aunque la Junta pagaría su parte (2,6 millones, el 60% del total) en dos anualidades. Sería la quinta adenda incorporada al Plan Turístico de Málaga suscrito por ambas administraciones en 2009. La que sí que parece salir del atolladero es la cuarta, que permite prorrogar el plan de acción que contempla la peatonalización de la Catedral, además de ratificar la sustitución de la actuación prevista inicialmente para tematizar las calles del entorno del Museo Picasso por la rehabilitación del segundo tramo de la calle Granada, actualmente en ejecución. Este cambio ya cuenta con la rúbrica de De la Torre, por lo que falta la de Rodríguez.

«Trámites necesarios»

A todo esta ida y venida de documentos entre unos y otros se une un freno más, y es que al superar la cifra de 2,1 millones, la luz verde al proyecto debe darla el Consejo de Gobierno de la Junta. «El dinero está, pero hay un proceso burocrático que tenemos que seguir porque todo céntimo público que se gaste debe quedar perfectamente consignado y justificado», apunta el gerente del Plan Turístico, Juan Antonio Valero, quien confía en que todos estos «trámites necesarios» puedan estar listos tras el verano.

De ser así, se cerraría una parte administrativa, pero se abriría otra. A partir de ahí, sería el Ayuntamiento el que tendría que sacar a concurso las obras, un proceso que podría comerse varios meses ya que, aunque en la Gerencia Municipal de Urbanismo ya han recibido el encargo de ir preparando el pliego de condiciones, hay que tener en cuenta el tiempo que se lleva entre el plazo para la presentación de ofertas, el estudio de las propuestas que concurran (se espera un importante aluvión de empresas atraídas por su jugoso presupuesto), la adjudicación del proyecto y la formalización del contrato. Con la maquinaria a toda velocidad, en el mejor de los casos las obras comenzarían, a lo sumo, a finales de año, algo que aun así se antoja complicado. En principio, la puesta en valor de las calles Postigo de los Abades, Cañón y el tramo de Molina Lario más próximo a la plaza de la Marina tiene una duración estimada de seis meses, aunque en la licitación se va a primar una reducción de los plazos.

Pese a todo, en la Consejería de Turismo prefieren ver el vaso medio lleno. «Es cierto que los trámites administrativos se están alargando más de lo deseable, pero seguramente en septiembre estará todo listo para iniciar el proceso de licitación», asegura el delegado territorial Manuel García Peláez. En este sentido, lanza un mensaje de tranquilidad al garantizar la financiación: «En cuanto esté listo el expediente podremos anticipar el 75% de nuestra aportación para que el Ayuntamiento pueda ejecutar las obras». Más crítico y escéptico se muestra el concejal de Turismo, Damián Caneda . «Seguimos esperando a que nos envíen el documento definitivo de la quinta adenda. Mientras tanto, por mucho que digan que tienen el dinero, no podemos licitar las obras», expone el edil, quien propone que, con vistas a la Semana Santa, los trabajos «si es que arrancan antes de que acabe el año o comienzos del próximo», se inicien por Molina Lario para no entorpecer los desfiles procesionales.