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MÁLAGA

Málaga exporta buen rollo

El Poder Judicial implanta unas tablas de pensiones que fomentan el acuerdo en divorcios conflictivos basadas en la experiencia de los juzgados de la capital

MONTSE MARTÍN

Viernes, 2 de agosto 2013, 09:06

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Uno de los caballos de batalla en los divorcios son las pensiones alimenticias que se fijan para los hijos. El acuerdo entre los excónyuges no suele ser fácil y menos en tiempos de crisis. La Justicia dispone ahora de una herramienta para que los jueces puedan calcular las pensiones, que tratará de evitar en lo posible las rupturas conflictivas y fomentará el acuerdo.

La iniciativa aprobada por el Consejo General del Poder Judicial la pasada semana toma como base unas tablas que un juzgado malagueño lleva aplicando desde hace más de una década con muy buenos resultados. Se trata del Juzgado de Familia número 5 de Málaga, que dirige el magistrado José Luis Utrera, que además es pionero en la mediación, en los puntos de encuentro familiar y es autor de un decálogo de buenas prácticas para pacificar las rupturas matrimoniales con el menor coste emocional posible. Este empeño por fomentar el acuerdo y el consenso, le valieron a Utrera y a su juzgado el premio Calidad de la Justicia en 2010.

Utrera, junto con otros cuatro magistrados, entre los que figura el también el malagueño José Javier Díez, ha participado en la elaboración de esta calculadora de pensiones del CGPJ, que de ahora en adelante podrán utilizar a modo orientativo en los procesos de familia los jueces de todo el país cuando tengan que fijar las cantidades destinadas a la alimentación de los hijos.

Hasta la fecha, la inexistencia de baremos ha obligado a los jueces a emplear distintas formas de cálculo, la mayoría de las veces aplicando un porcentaje sobre los ingresos del progenitor no custodio. El Consejo General del Poder Judicial admite que esta gran discrecionalidad provoca una imprevisibilidad de la respuesta judicial, es decir, que acaban dictándose sentencias distintas en supuestos similares, lo que al final conducía a un aumento de la litigiosidad.

«Disponer de unas tablas orientadoras favorece la conciliación y los procesos de muto acuerdo. Los abogados ya saben de antemano lo que puede estipular un juez antes de llegar la demanda al juzgado», explica José Luis Utrera.

Litigiosidad de lotería

Se trata de evitar la 'litigiosidad de lotería', como se conoce entre los especialistas en la materia a la táctica consistente en presentar la demanda esperando a ver qué pensión se saca al final. «Si ya se sabe de antemano cuál va a ser la pensión que se puede fijar, los divorcios y las separaciones consensuadas van a ser más», añade Utrera.

De hecho, la batalla conyugal por la pensión alimenticia está presente en el 80% de los procesos contenciosos de divorcio, por ello se considera que conocer de antemano cual va a ser el resultado los reconducirá a la vía del acuerdo.

Los gastos de educación y vivienda han sido excluidos de estas tablas de cálculo. En el caso de la casa porque la mayoría de las veces se atribuye al progenitor que se queda con la custodia de los hijos, en los que se refiere a la educación, porque varía mucho y no siempre el gasto están en consonancia con el nivel de renta. Utrera pone el ejemplo más claro: «Hay padres con unos ingresos de 1.500 euros llevan a sus hijos a colegios privados, mientras que ganan más dinero prefieren tenerlos en un centro público».

Las tablas comienzan el cálculo de la pensión a partir de 700 euros de ingresos netos mensuales. Y de ahí en adelante. Por debajo de esa cantidad se aplica la pensión mínima de subsistencia para el menor, que en el caso de Málaga está fijada en 170 euros por un hijo.

En la calculadora se han introducido los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el coste real del mantenimiento de los hijos, elaborado a partir de las encuestas de gastos familiares realizadas entre 2006 y 2010. Sobre esta base estadística se han aplicado los ingresos de los progenitores y el número de hijos dependientes y se añaden, además, índices correctores por comunidad autónoma y localidad de residencia. Se diferencia también en el cálculo las pensiones correspondientes a custodia monoparental y custodia compartida.

Pero para entenderlo, lo mejor es poner algunos ejemplos. Pongamos que la pareja número 1 vive en Torremolinos y tiene dos hijos dependientes. Los ingresos del progenitor que se queda con la custodia son de 1.000 euros mensuales y los del no custodio de 1.500. La tabla fija inicialmente una pensión de 464 euros , pero al introducirle el índice corrector correspondiente a la comunidad autónoma de Andalucía y la residencia en la localidad de Torremolinos, la cantidad que deberá pagar el progenitor no custodio será un poco más menor, en concreto 445 mensuales.

Segundo ejemplo. La pareja número 2 vive en Pizarra y tiene un hijo, cuya custodia acuerda compartir tras el divorcio. El progenitor A tiene 1.000 euros de ingresos, mientras que el B gana 1.800. La herramienta fija la pensión teniendo en cuenta en el cálculo incluso los días que pasará el niño con cada uno de los progenitores, que en este caso sea de 170 y 195, respectivamente. El resultado es que el progenitor B tiene que abonar al A 42 euros mensuales.

Tercer caso. La pareja 3 reside en Ronda y tiene un hijo. El progenitor que se queda con la custodia, carece de ingresos, mientras que el otro gana 1.500 euros. La pensión que este último deberá pagar será de 296 euros cada mes.

Las tablas de cálculo pueden ser consultadas tanto por los abogados como por ciudadanos en general gracias a una aplicación que se descarga de la página web del Consejo General del Poder Judicial (www.poderjudicial.es). Solo hay que introducir el número de hijos dependientes, los ingresos de ambos progenitores, el lugar de residencia y la opción de custodia compartida o monoparental y la aplicación calcula instantáneamente la pensión.

Este sistema de tablas se emplea desde hace años en Alemania, Noruega, Canadá y Estados Unidos, entre otros países, y en todos ellos con resultados satisfactorios.

José Luis Utrera recuerda que son orientativas y su uso no es obligatorio, pero está convencido que acabarán implantándose, como lo hicieron hace años en su juzgado, considerado un modelo a seguir por sus iniciativas novedosas y, sobre todo, pacificadoras. Utrera desvela que hace unos días los jueces de Barcelona le pidieron su 'Guía básica para un buen divorcio' con la que pretende ayudar a las personas que tienen que pasar por una ruptura aportando su experiencia como juez de familia en 10.000 divorcios. «De vez en cuando, en Málaga también exportamos cosas buenas», bromea el magistrado.

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