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La última usuaria entró en Málaga Geriátrica en 2012. :: YHASMINA GARCÍA
La paralización de la Ley de Dependencia empieza a dejar vacíos los centros de día
MÁLAGA

La paralización de la Ley de Dependencia empieza a dejar vacíos los centros de día

El sector, en situación límite y con más de la mitad de las plazas sin ocupar, advierte de que si no entran usuarios está condenado a desaparecer

M. ÁNGELES GONZÁLEZ

Lunes, 22 de julio 2013, 10:07

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La última usuaria que llegó a Málaga Geriátrica lo hizo en enero de 2012. Desde entonces, no se ha ocupado ninguna de la plazas que han ido quedándose libres en este centro de día por fallecimiento, empeoramiento físico o mental de la persona o cualquier otro motivo. Es el resultado de la paralización de la Ley de la Dependencia por los recortes, que ha provocado que a fecha de hoy la mitad de los puestos que ofrece esta unidad de estancia diurna, todos concertados con la Junta de Andalucía, estén vacíos. Esto conlleva una asfixia económica que se agrava con el retraso en los pagos de la administración y que está dejándose notar en el terreno laboral con despidos y reducciones horarias.

La situación límite que está viviendo este centro del barrio de La Victoria es fiel reflejo de lo que está ocurriendo en Málaga a nivel general en este sector, que advierte de que si no comienzan a ocuparse las plazas, este servicio está condenado a desaparecer. «Aunque hay demanda, no hay dinero y más de la mitad de las plazas concertadas con la Junta en la provincia están vacías porque todo el sistema está paralizado», explica José Andrés de la Cruz, vicepresidente de la Federación Andaluza de Unidades de Estancia Diurna (Fanued) y también de la asociación en Málaga.

Aunque están intentado «minimizar los efectos» en la plantilla, de la treintena de centros que hay en la provincia, según De la Cruz, algunos están «en situación crítica». «Somos empresas pequeñas, y no nos queda más remedio que rebajar horas al personal para poder seguir adelante», argumenta.

Málaga Geriátrica es una de ellas. Uno de sus cuatro socios y coordinador, Juan Antonio Valdivia, señala que de las 30 plazas concertadas que oferta, 15 están disponibles porque la administración no manda a nadie. «Hemos tenido que hacer despidos parciales, algo que además supone un sobrecoste para nosotros por las indemnizaciones», afirma el responsable, que se resigna a que desde hace más de un año la Junta pague los conciertos en un plazo de 90 días. La complicada situación económica les ha obligado, además de a aportar dinero de sus patrimonios personales, a recortar horas a todos los empleados. «Una terapeuta gana 400 euros al mes, ¿con eso se puede vivir?», pregunta.

Un año para cerrar

«Si la Junta no empieza a adjudicar recursos, las plazas seguirán quedándose vacías y nos llevará a desaparecer», alerta Valdivia, que asegura que en el plazo de un año, si todo sigue igual, tendrán que cerrar.

En AIDIS (Atención Integral a Discapacitados), la situación no es mucho mejor. De las 15 plazas concertadas, 7 están vacías, un balance que les hace temer lo peor si más usuarios acaban marchándose. «Ya estamos bajo mínimos, y calculo que solo podremos continuar así un año», se lamenta la directora de este centro de Capuchinos, Ana Belén Torres, que explica que en esta unidad de día los recortes se han llevado dos empleos por delante. Porque, tal y como apunta el presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales de España, José Manuel Ramírez, por cada tres o cuatro plazas que se pierden en un centro de día se destruye un puesto de trabajo.

Este experto en dependencia explica que desde la entrada en vigor de la Ley de Dependencia ha habido una tendencia ascendente en el número de plazas concertadas hasta julio de 2012. A nivel andaluz, el pico máximo se alcanzó en octubre del año pasado, con 12.748, mientras que en mayo de 2013 se registraron 12.234. «El panorama es desolador», advierte Ramírez, que se lamenta de haber pasado de un sistema «ralentizado» a uno «en retroceso». La viabilidad de los centros de día, que representan el 5% de las prestaciones de la Ley de Dependencia en Andalucía, peligra más aún con los cambios normativos planteados por el Gobierno. En este sentido, Ramírez se refiere al aumento del copago en un 5%, que en la práctica supondrá que los usuarios que aportan dinero deberían pasar de pagar el 10% al 15%, por lo que el incremento sería del 50%. Con esta medida «se cargarán seguro los centros de día», se lamenta.

En la Delegación de Salud y Bienestar Social afirman que la Consejería «ya advirtió de que se llegaría a esta situación» por los recortes de la parte que el Gobierno central destina a dependencia y que «suponen una derogación encubierta de la ley». Tras admitir la «ralentización» del sistema, advierten de que es «insostenible» sin la aportación del Ejecutivo central. «El compromiso de la Consejería es mantener el servicio que se está prestando», aseguran las fuentes, que afirman que se está dando prioridad a aquellos casos «que se consideran que requieren más atención».

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