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Dinero y empleo

Las academias de idiomas sueltan la lengua

Aumentan las matriculaciones en estos centros por la necesidad de los parados de mejorar su currículum. El alemán gana adeptos

J.J. BUIZA

Domingo, 20 de febrero 2011, 18:14

La canciller alemana, Angela Merkel, visitó hace pocas semanas España con una jugosa oferta bajo el brazo que no ha pasado desapercibida para nadie. Su país necesitaba cubrir entre 500.000 y 800.000 puestos de trabajo cualificados, fundamentalmente ingenieros, arquitectos y profesionales sanitarios y de las nuevas tecnologías.

La dirigente germana se mostró dispuesta a recurrir a los jóvenes españoles, pero ella misma alertó del gran inconveniente que ya todos conocían: el escaso conocimiento de idiomas extranjeros por parte de los españoles. Ante la falta de oportunidades laborales, muchos malagueños se han propuesto irse fuera a buscarse las habichuelas, pero una gran mayoría se ha topado con el hándicap de la lengua.

La situación ha desembocado en un interés creciente por aprender y dominar idiomas, principalmente y por este orden el inglés y el alemán, como indican las academias de la provincia, en las que la demanda se ha disparado. «Desde hace un par de años el número de alumnos ha podido aumentar una media del 15% en Andalucía», afirma Richard Johnson, vicepresidente de la Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas en Andalucía (ACEIA) y presidente de la Federación Española de este mismo sector. La razón de ese incremento de la demanda es clara y evidente: dominar otras lenguas multiplica las posibilidades de encontrar trabajo y más aún en los tiempos que corren.

Más expatriados

En los últimos tres años, cerca de 5.000 malagueños se han ido a vivir a otros países, lo que supone un aumento del 17%, según el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero. La crisis y el paro está detrás de la mayoría de estos emigrantes y las cifras podrían ir a más si siguen llegando cantos de sirena como los que han sonado desde Alemania. «Ahora nos viene mucha gente preparada que busca directamente los trabajos que ofertó Merkel», apunta Sandra Begier, de Deutsch Schule, una de las pocas escuelas privadas de la provincia que enseña alemán y que prepara los exámenes oficiales.

El idioma germánico cotiza al alza por las últimas noticias. «¡De repente todo el mundo quiere saber alemán!», espeta Johnson. Pero el inglés sigue siendo el auténtico rey de las academias, subrayan desde ACEIA. Así lo confirma también en Babel, uno de los principales centros de Málaga.

Su responsable, Boelo van der Pool, explica que la situación económica ha tenido un doble efecto en el sector. «La crisis ha supuesto para nosotros una parte positiva y otra negativa. Por un lado, hay gente con más tiempo porque ha perdido el trabajo y quiere estudiar idiomas pero, por otro, las familias tienen menos dinero».

Richard Johnson resalta que la mayor diferencia respecto a años anteriores es que la gran demanda ya no viene de jóvenes estudiantes, sino de personas adultas, muchas de ellas desempleadas y que precisan dominar el inglés lo más pronto posible: «No quieren las típicas clases de tres horas a la semana, sino cursos intensivos». Tanto Johnson como Van der Pool coinciden también en que, en muchos casos, los alumnos exigen también un certificado para adjuntar en su currículum, por lo que ha crecido el número de interesados en hacer los exámenes oficiales. «Muchas empresas exigen ya como mínimo un nivel B1 y el estudiante ya sabe lo que es. Hace unos años casi nadie conocía lo que es el Marco Común Europeo de Referencia Lingüística; ahora ya sí», sostiene el director de Babel.

Pocas plazas públicas

Se estima que en Málaga hay unas 300.000 personas que estudian idiomas, ya sea en el ámbito público o en el privado. La saturación de la Escuela Oficial de Idiomas (en el último curso se desbordaron las previsiones de matriculación y más de 3.000 solicitantes se quedaron fuera) ha hecho que muchas personas se busquen profesores particulares o se apunten a academias privadas. El sector de la enseñanza de idiomas vivió un cambio radical hace unos años, cuando prácticamente de golpe cerraron franquicias como Opening y Wall Street, que hasta entonces habían gozado de un considerable éxito, al menos en lo que se refiere al número de alumnos.

Actualmente, en la provincia operan alrededor de un centenar de centros, a los que habría que sumar un importante número de profesores a domicilio que participan de la economía sumergida. Para muchos profesionales del ramo, la caída de cadenas como Wall Street trajo consigo una especie de depuración en Málaga, de manera que ahora las que quedan en pie son las mejores. «Yo he visto a algunas academias abrir y a más de una cerrar desde entonces. A veces, algunos profesionales de la enseñanza montan su propia academia creyendo que dos aulas y dos profesores son suficientes, pero en realidad no saben cómo administrar una empresa. De todas formas, creo que la calidad de la oferta en general ahora es buena», opina Boelo van der Pool. Así las cosas, ¿abrir un centro de estas características en una época de crisis como la actual puede ser una buena oportunidad de negocio? Algunos emprendedores así lo han creído y han apostado por ello.

Hace algo más de un año abrió sus puertas en la zona de Teatinos Actium Language Center, especializada en inglés, aunque también oferta cursos de francés y alemán. «El año pasado nos conocían poco, pero en este hemos notado un aumento de la demanda. Sobre todo son personas que quieren aprender a dominar un idioma en muy poco tiempo», señala su responsable, Ana López.

Richard Johnson, el vicepresidente de ACEIA, también está madurando la idea de abrir en Málaga la primera delegación de su cadena ELI (English Language Institute), que actualmente cuenta con 17 centros en Andalucía.

Además, recientemente abrió sus puertas en el centro de la capital Intermálaga, especializada en la enseñanza de un inglés específico para profesionales, ya sean médicos, abogados o del mundo de las finanzas. Para su impulsora, Carmen Pastor, de lo que se trata es de diseñar «cursos a medida» de un alumnado muy concreto, que necesita desenvolverse con fluidez en un lenguaje adaptado a su puesto laboral.

En cuanto a los idiomas más demandados, un escalón por debajo del alemán y muchos por debajo del inglés se siguen encontrando el francés o el italiano, pero en los últimos tiempos ha aumentado el interés por otros como el árabe, el ruso y, sobre todo, el chino. Algunos estudiosos sostienen que en poco tiempo esta lengua competirá con el inglés como idioma de negocios, de ahí que algunas academias lo hayan incorporado a su oferta. Y en octubre abrió sus puertas el primer Instituto Chino de Málaga, situado en La Malagueta.e

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