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Barroso nació en Córdoba pero se considera de Málaga, «una ciudad única por su tolerancia y acogimiento», dice. / Sur
Movido por las renovables
dinero y empleo

Movido por las renovables

Mariano Barroso trabajó 24 años en empresas de bebidas, pero en 1995 cambió de rumbo y apostó por las energías limpias. Hoy preside la patronal andaluza de este sector, Aprean

EUGENIO CABEZAS

Domingo, 23 de enero 2011, 12:29

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Aunque Mariano Barroso nació en un pequeño pueblo del Valle de los Pedroches se considera más malagueño que cordobés, «aunque fundamentalmente me siente andaluz», remarca. No en vano, en la capital malagueña ha transcurrido más de la mitad de su vida, pues se quedó a trabajar nada más terminar la carrera de Perito Industrial, en la antigua Cooperativa Lechera Malagueña (Colema). En la ciudad conoció también a su mujer María Pura Pidal, «mi mayor apoyo, junto a mis tres hijos», remarca.

Tras trabajar durante 24 años en firmas del sector de las bebidas de Colema pasó a Coca-Cola, donde estuvo cinco años, y de ahí a Bacardi, donde trabajó otros 18, en 1994 se encontró, con 48 años, ante la disyuntiva de su vida: irse fuera de la ciudad para poder seguir manteniendo su trabajo en la firma de bebidas tras una reestructuración de plantilla, o quedarse en el paro. «Opté por lo segundo, pero siempre he tenido una gran inquietud empresarial y, con el apoyo de mi gran amigo Eduardo Merigó, que entonces era presidente de Visa en Europa, me introduje en el mundo de las energías renovables, que por aquellos años era algo totalmente desconocido y que a todo el mundo que se lo contaba le sonaba a chino», recuerda Barroso.

De esa alianza con el empresario Merigó surgieron los primeros proyectos de campos de energía eólica en el entorno del Campo de Gibraltar, fundamentalmente en Tarifa y Los Barrios, en la provincia de Cádiz. «Desde el principio me di cuenta del potencial y del gran futuro que tenían y siguen teniendo este tipo de fuentes de energía. Incluso en un momento de grandes dificultades económicas como el actual, el futuro pasa por las energías renovables», asegura convencido el máximo responsable de Toquero Renovables S.L. (Torsa), la corporación familiar que creó en 2007 para agrupar las participaciones en una docena de campos eólicos, plantas fotovoltaicas y negocios de energía biomasa, todos ellos en Andalucía.

«España en general y Andalucía en particular es un referente, porque fuimos pioneros en este tipo de energías, y esto es algo que debemos seguir aprovechando, porque quince años en el mundo de las renovables es toda una historia», continúa Barroso, que en 2002 fue nombrado presidente de la Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables de Andalucía (Aprean), un colectivo que agrupa a setenta firmas del sector en la región.

«Para nosotros es una gran satisfacción que nos llamen de Turquía, de Polonia, de Estados Unidos y de Sudamérica para que les contemos nuestros proyectos y experiencias, porque están copiando lo que venimos haciendo aquí desde hace más de diez años», reflexiona la cara visible de Aprean, que recuerda que la única condición que puso para aceptar la presidencia de esta patronal andaluza es que la sede principal estuviera en Málaga. «Es una ciudad tan acogedora, con un crisol de culturas tan grande, y con tanta tolerancia... Creo que no existe una ciudad igual en todo el mundo», apostilla.

Confianza en el futuro

Respecto a la situación que vive el sector de las renovables en estos momentos, Mariano Barroso no esconde que la crisis «nos está afectando, como a todo el mundo, porque es una crisis financiera, de disponibilidad de créditos, y si lo que quieres es invertir, tienes problemas para obtener liquidez», explica. En cualquier caso, este gurú de las energías limpias es un verdadero convencido de su futuro y rentabilidad, no sólo económica sino también social, y confía en que se cumpla el objetivo de la UE de que en 2020, el 20% de la energía que se consume en Europa venga de fuentes renovables. Ahora ese porcentaje está en el 12%.

«Tenemos que salir de la crisis como sea, sin renunciar a nada, pero teniendo muy claro que el futuro pasa por las energías limpias, porque ¿qué sentido tiene seguir quemando petróleo? Cada barril que se quema tarda otros cinco mil años en producirse. La energía del sol, del viento, del agua y de la biomasa es limpia e infinita, no contamina», reflexiona.«¡Hasta en Qatar están ya preguntando por la energía solar, porque saben que el petróleo se les acabará algún día!», exclama.

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