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José Derick, Jackie, Alan, José María y Julie perfeccionan el inglés y el español entre sorbos de café. :: A. F.
Un café en dos idiomas
LA PÁGINA BILINGÜE

Un café en dos idiomas

Vecinos de la localidad y extranjeros residentes se reúnen en bares para charlar entre ellos y prácticar con sus compañeros de mesa Sierra de Yeguas impulsa un programa para el aprendizaje de distintas lenguas

CARMEN MARTÍN cmblanco@diariosur.es

Domingo, 31 de enero 2010, 03:19

Alan Moutrey y su esposa Jackie se instalaron en la localidad serrana hace cuatro años, sin embargo tenían «poca relación con la gente del pueblo». Ahora, gracias a un programa de intercambio idiomático puesto en marcha por el Ayuntamiento de Sierra de Yeguas, el matrimonio inglés ha adquirido alguna nociones del español con las que poder comunicarse con sus vecinos. Y nada mejor que tomar café en un bar de la localidad con varios serranos para hacerse con el idioma al tiempo que la población local se suelta con el inglés y mejora su pronunciación.

El programa surgió a raíz de una propuesta de la propia comunidad extranjera residente en el pueblo, interesada en aprender español para relacionarse con sus vecinos. El primer teniente de alcalde, José María González, recordó entonces sus años de estudio en Granada y puso en marcha un programa de intercambio idiomático en el que la población oriunda y la foránea participase en distintas actividades, que al principio empezaban en la Biblioteca Municipal y terminaban tomando café y compartiendo experiencias y que ahora directamente se desarrollará en cafeterías de la localidad al estar instalándose la climatización en la Biblioteca.

Desde que en octubre del año pasado se pusiese el programa en marcha, la iniciativa ha conseguido calar tanto en la población local como en la extranjera con una participación de una treintena de personas en cada sesión. Es más, el éxito ha traspasado fronteras e incluso vecinos de localidades cercanas ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Sierra de Yeguas para poder participar en el intercambio idiomático.

La cita es cada sábado, a las cuatro y media de la tarde. Durante dos horas o más se leen textos tanto en inglés como en español, se realizan juegos y otras actividades, pero, sobre todo, se habla para mejorar la pronunciación. Por lo pronto, los participantes practican sólo el inglés y el español, aunque el grupo está abierto a personas que hablen otras lenguas. No en vano, el 80% de los 150 extranjeros residentes en Sierra de Yeguas son ingleses, mientras que el resto proceden de otros países.

En cada sesión suele variar el número de participantes, aunque lo habitual es que haya una cifra similar de serranos y extranjeros. Ana María Alés es una de las vecinas de Sierra de Yeguas habituales en los cafés de los sábados. Trabaja en la Biblioteca Municipal, en el Ayuntamiento y en el Juzgado de Paz y nada más conocer el programa no dudó en participar en la iniciativa. «Me viene perfecto aprender inglés para mi trabajo, porque los ingleses leen mucho y van mucho a la Biblioteca. Mis nociones eran básicas y nos entendíamos regular», relata Ana María quien está dispuesta a soltarse con el inglés pese a cometer algunos errores en la pronunciación. «Si digo una barbaridad, me corrigen y nos reímos. Estamos adquiriendo mucha confianza y eso viene muy bien para aprender», afirma la joven serrana.

Entre los vecinos oriundos de Sierra de Yeguas que participan en el programa hay de todas las edades y profesiones, desde estudiantes a camioneros. La persona más longeva del grupo es la madre de Julie Hilton Brown, que con 80 años asiste encantada a las reuniones, aunque por ahora sólo habla inglés. Su hija, sin embargo, está empecinada en aprender español. Su deseo es hablar el idioma con soltura y poder trabajar en la Biblioteca del pueblo enseñando a los niños serranos a perfeccionar su inglés porque «cuando se es más joven es más fácil aprender», asegura.

Cuando comenzó en octubre en el programa de intercambio apenas sabía decir «hola y adiós», sin embargo ahora su español es más fluido. «El principal problema para nosotros es el acento andaluz», afirma resaltando la diferencia entre el español escrito y el hablado por la población serrana. «A la gente mayor no la puedo entender, a los jóvenes, sí», puntualiza Julie, quien incluso va a abrir un grupo privado en la red social Facebook para que los participantes en la iniciativa puedan también practicar la escritura del idioma que quieren aprender.

No obstante, las actividades que se desarrollan en el programa son muchas y variadas e incluso están ya pensando en organizar salidas al campo para hacer barbacoas y poder así disfrutar de jornadas de convivencia en la que los ingleses hablarán español y los serranos, la lengua inglesa. En diciembre, con motivo de las fiestas navideñas hicieron también una jornada de convivencia en la que cada participante llevó dulces típicos de su país, según apunta el coordinador del programa, José Derick Cuesta

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