
Secciones
Servicios
Destacamos
I. L. M.
Sábado, 25 de abril 2009, 04:35
Corren malos tiempos para la solidaridad. Betel y Remar son centros de rehabilitación de adicciones que obtienen parte de sus fondos vendiendo en sus locales muebles, ropa y otros objetos que la gente les dona desinteresadamente. O les donaba, porque cada vez reciben menos cosas para poner a la venta.
Francisco Ferrer es uno de los responsables del rastrillo que Remar tiene en el camino de San Rafael, 45, y reconoce que la entrada de género ha bajado. «Ya no se dona tanto, la gente primero lo intenta vender. Cuesta concienciar de que están ayudando a una ONG, esto es una obra social», explica.
Su especialidad son los muebles, los artículos de hogar y de decoración y la ropa usada. Allí se pueden encontrar verdaderas gangas, como un sofá por 50 euros o muebles antiguos, casi de coleccionista.
Entre su clientela destacan las familias que alquilan pisos y que aspiran a amueblarlos por poco dinero, aunque destaca un perfil muy específico: «Compran muchos marroquíes para llevárselo a Marruecos. Es nuestro cliente estrella, la caja muchos días la hacen ellos».
Ya no se tira
José Antonio Justicia, que trabaja en el centro, tiene su propia teoría: «La gente vuelve a arreglar las cosas, le dan una manita de pintura. Ya no se tira tan alegremente».
Coinciden con Yolanda Milán, encargada del centro que Betel tiene en la avenida de Barcelona, y que tiene el mismo modelo de negocio. A su juicio, las contribuciones, en forma de muebles, ropas y demás artículos, han bajado drásticamente.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El motorista fallecido en Quintanilla de Trigueros es hermano del alcalde de Cigales
El Norte de Castilla
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.