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La víctima se recupera en un hotel antes de regresar a su país. / HÉCTOR BARBOTTA
«Es difícil no intervenir cuando pegan a una mujer; creo que volvería a hacerlo»
RONALD BUCK. TURISTA AGREDIDO CUANDO MEDIABA EN UNA PELEA

«Es difícil no intervenir cuando pegan a una mujer; creo que volvería a hacerlo»

El ciudadano británico que perdió un ojo cuando se interpuso en una agresión en Marbella asegura que no se arrepiente de su actitud

HÉCTOR BARBOTTA

Miércoles, 4 de marzo 2009, 11:40

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«Es una pregunta difícil -admite-, pero creo que probablemente volvería a hacerlo». Ronald Buck se recupera en un hotel de la Costa del Sol después de que fuera dado de alta en el hospital tras la paliza que sufrió el pasado lunes cuando fue apaleado por dos desconocidos a los que increpó cuando maltrataban a una mujer. La agresión ha tenido consecuencias irreversibles. Su ojo izquierdo no volverá a ver, lo que a sus 52 años lo convierte prácticamente en un invidente ya que debido a una dolencia anterior, su ojo derecho apenas alcanza un cinco por ciento de visión. «De usted sólo veo una sombra», le dice al periodista, a un metro de distancia.

Ronald un presenta un estado de ánimo que sorprende al interlocutor. «Tengo una familia en Inglaterra, un negocio y necesito seguir con mi trabajo», asegura sin perder la sonrisa. Reconoce sin embargo que, por momentos, se siente enfadado, y por momentos, triste.

No es mucho lo que recuerda de la noche en la que fue apaleado. Sólo que salía de un bar en el que había estado bebiendo unas copas cuando vio a dos hombres que en la calle maltrataban a una mujer. «Ahora no sé si le estaban pegando o si la empujaban, yo me acerqué y les dije que pararan. Lo siguiente que recuerdo es que una persona me estaba ayudando a levantarme y me acompañaba a mi apartamento. Yo ya no veía nada». Según algunos testigos, Ronald fue salvajemente pateado en la cabeza por los dos individuos cuando ya se encontraba inerte en el suelo.

Los médicos le han diagnosticado una fractura en el globo ocular y lesiones irreversibles. Cuando regrese a Inglaterra se someterá a cirugía sólo por cuestiones estéticas.

Ronald duda ante la pregunta de qué haría si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo hasta el lunes por la noche y volviera a ver a los dos desconocidos maltratando a esa mujer. «Es una pregunta difícil. Yo siempre le dije a mis hijos que nunca se metieran en problemas. Es muy fácil decirlo, pero difícil de hacer si ves que están pegando a una mujer. No lo sé, probablemente volvería a decirles que pararan».

En el hospital las enfermeras le contaron del caso del profesor Neyra, en coma tras intentar ayudar a otra mujer maltratada, y su similitud con su situación, pero Ronald no quiere ni oír hablar de que le consideren un héroe. «No soy un héroe, ni siquiera sé cómo reaccionaría en otro caso similar».

De lo que sí está seguro es de que volverá a Marbella de vacaciones, su lugar de descanso desde hace quince años. «Teníamos pensado volver, y lo haremos. La gente aquí es muy agradable, tengo amigos en España y quienes me hicieron esto no son españoles. Esto me podría haber pasado en cualquier lugar, incluso en Inglaterra».

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