El compositor Antón García Abril. / PAOLO AGUILAR. EFE
ANTÓN GARCÍA ABRIL COMPOSITOR

«Siempre he tenido la suerte de conectar con el público»

Autor de las bandas sonoras de 'El hombre y la Tierra' o 'Anillos de oro', el veterano compositor turolense se fecilita por haber conseguido que la gente reconozca sus obras

A. J. L.

Miércoles, 25 de febrero 2009, 02:53

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Espiritual y popular al mismo tiempo. Antón García Abril (Teruel, 1933) entiende la música como un compromiso ético y estético, una suerte de camino ... interior que lleva al conocimiento de uno mismo y, a partir de ahí, a la «comunión» con el resto de las personas que comparten el momento mágico de la emoción nacida de una partitura.

¿Cómo se siente uno de los pocos compositores españoles vivos que protagoniza una tesis doctoral?

Me siento muy honrado, muy satisfecho y muy agradecido porque un trabajo como este requiere un gran esfuerzo. Paula Coronas lo ha hecho con mucha pasión y mucho entusiasmo y además ha contando con un director de tesis, Alfonso Méndiz, que ha coordinado muy bien su trabajo.

En su investigación, Coronas destaca el carácter comunicativo de su obra, en particular, de sus composiciones para piano.

Hay que hacer una matización muy importante. Paula Coronas actúa en esta investigación desde una doble vertiente, primero como musicóloga, pero también como intérprete. Es una magnífica pianista que se ha dedicado en los últimos años de su carrera al estudio y la interpretación de mi música pianística. Por lo tanto, la tesis está basada en el conocimiento profundo de la obra. No es sólo un conocimiento literario, sino que se trata de un trabajo realizado desde un profundo conocimiento del interior de la música al ser interpretada por ella misma.

¿Y comparte esa visión optimista que Coronas aprecia en buena parte de su obra para piano?

Uno de los planteamientos que siempre he mantenido en mi música, una de mis banderas estéticas y éticas es que creo que la música tiene verdadera función social cuando actúa entre las personas que la escuchan, disfrutando de un lenguaje de espiritualidad y de sensibilidad artística y comunicativa. Si la música no tiene ese valor de comunicación entre los seres humanos, desde mi punto de vista y respetando todo aquello que no coincida con él, tiene escaso valor. Diría que se queda prácticamente sin nada. Ahora bien, cuando la música es un lenguaje de comunicación entre los seres humanos, se convierte en uno de los aportes más importantes incluso desde una filosofía auténtica. La filosofía de lo incomprensible desde el misterio de lo que supone la emoción.

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Ese carácter espiritual también representa una de las piedras angulares de la tesis que mañana se defiende.

Paula Coronas ha acometido su labor investigadora especialmente desde el punto de vista de la comunicación audiovisual que puede establecerse en mis obras. La autora de la tesis doctoral ha profundizado en mis composiciones desde el conocimiento de la propia técnica de la obra interpretada. Paula ha jugado ahí con una doble baza de conocimiento muy interesante.

Amor a la música

¿Cree que esa «comunión» con el público alcanzó su máxima expresión a través de las bandas sonoras para series de televisión que compuso en los años 70 y 80?

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Es cierto que recibo de muchísimas personas que están en los 40 y los 50 años un mensaje muy certero en el que me dicen: Yo nací al conocimiento de la música y del respeto a la fauna y la flora a través de la música de 'El hombre y la Tierra'. Es cierto eso, como sucedió luego con otros títulos que tuvieron un gran impacto social como 'Anillos de oro'. He tenido siempre la suerte de conectar muy directamente con el público. Además, en el caso de la música audiovisual, tiene ventajas sobre la música auditiva. El público que la recibe se multiplica, es mucho más numeroso del que se dedica únicamente a la audición espiritual de la música.

Al hilo de esos públicos diferentes, ¿a qué se debe, en su opinión, el hecho de que se agoten en casi todos los teatros las entradas para ver una ópera y sin embargo queden auditorios medio vacíos en los conciertos de cámara o sinfónicos?

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Se trata de un fenómeno generalizado. En la sociedad que estamos viviendo cunde la cultura del espectáculo. A todos los niveles, no sólo en el mundo de la música, sino también en el periodismo, el teatro, incluso en la arquitectura. Se puede deber a que la ópera está mucho más cerca del espectáculo que la música del recogimiento espiritual, donde se envía un mensaje que tú recibes con los ojos cerrados y experimentas la emoción que una música sensible logra dentro de nuestros corazones.

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