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Marbella

«Me vendría muy bien que el cercanías llegase hasta Marbella»

Última parada: Fuengirola. A miles de viajeros, el anuncio de megafonía les sabe a poco. La mayoría se quejan de que el cercanías no conecte toda la costa occidental y reclaman la ejecución del proyecto del tren litoral; una iniciativa ansiada por el sector turístico

M. CARMEN ESPAÑA

Domingo, 11 de enero 2009, 03:56

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«Próxima parada Fuengirola, final del trayecto». El megáfono del tren de cercanías anuncia el final del viaje por la zona oeste del litoral malagueño. Un recorrido que se queda corto para muchos pasajeros que tienen que desplazarse a diario hasta Marbella por cuestiones laborales. Por ello, en el interior de los vagones la opinión es unánime: la ampliación de esta línea sería un revulsivo de gran utilidad para los miles de malagueños que viajan sobre raíles hacia el extremo occidental de la Costa del Sol.

«Me vendría muy bien que el tren llegase hasta Marbella», comenta Rosa María Castro, quien trabaja como hostelera en la localidad marbellí. «Vivo en Benalmádena y tengo que hacer piruetas para llegar al trabajo cada día», denuncia. Y es que, cuando la combinación de autobuses no se ajusta a su horario laboral, a Rosa María no le queda más remedio que desplazarse hasta Fuengirola en el tren de cercanías para después coger un autocar hasta Marbella. Todo un engorro para esta usuaria del transporte público que, como otros muchos, reclama la prolongación de esta línea férrea.

Quejas de los usuarios

En la misma situación se encuentra Enrique Arribas, cocinero de 56 años y también usuario habitual del cercanías. «Algunas veces lo he tenido que coger hasta cuatro veces al día para ir a trabajar, pero es una pena que no conecte con Marbella», sostiene.

Enrique reside en El Pinillo y lamenta el hecho de no poder viajer en tren hasta la milla de oro. A su juicio, esta actaución debería ser prioritaria. «La prolongación del tren litoral es mucho más urgente y necesaria que la construcción de autopistas de peaje», critica. «Sería mucho más práctico para el turismo», añade.

De la misma opinión es Luis Sánchez, un pensionista de 68 años. En su caso, recuerda que hay un gran número de malagueños que trabajan en la capital y viven en la costa occidental, argumento al que se aferra para exigir la extensión del cercanías hasta Marbella. «Sería fabuloso que el cercanías llegase a Marbella, Estepona e, incluso a Gibraltar», declara. Y es precisamente a esta demanda ciudadana a la que pretende dar respuesta el proyecto del corredor ferroviario de la Costa del Sol. Dicha iniciativa hará posible la conexión entre Málaga y Marbella, Estepona y Algeciras a través del litoral.

La propia ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se refirió a esta necesidad en el primer aniversario del AVE en Málaga. UNa solución que esperan como agua de mayo, tanto los propios usuarios como los empresarios del sector turístico. «Desde el ministerio ejecutamos el desdoblamiento de la línea Málaga-Fuengirola así como la construcción del trayecto entre Estepona y Algeciras; mientras que la Junta construye el que conecta Fuengirola con Estepona», explicó Álvarez. En este sentido, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se comprometió a poner en marcha el tren hasta San Pedro Alcántara antes de seis años, fecha que expira en 2013.

Buen servicio

Al margen del propio diseño del trayecto del cercanías, la mayoría de los usuarios aseguran estar satisfechos con el servicio del cercanías, principalmente con su puntualidad. Y es que los retrasos, según dastacan, rara vez superan los dos minutos. Las obras en el tramo que conecta la estación de María Zambrano con la parada del centro de Málaga es, por contra, una de las principales quejas de los viajeros. «Es la única pega que le pongo al servicio», asegura Jesús Degas, estudiante de 25 años.

La frecuencia es otra de las asignaturas calificadas por muchos usuarios con un suspenso. «Los trenes podría pasar cada 20 minutos y no cada 30», plantea Mari Carmen Moreno, quien trabaja como cocinera en Torremolinos. La suciedad de los vagones es también un aspecto a mejorar. «A veces huele muy mal, sobre todo a primera hora de la mañana», se queja Carlos Hidalgo, un dependiente de 23 años.

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