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el mirador

Presente imperfecto

Teodoro León Gross |

Jueves, 4 de diciembre 2008, 09:50

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EL alcalde, después de mandar a sus peones a airear el globo sonda del puente de 11 km, acudió ayer al Debate sobre el Estado de la Ciudad sacándose del magín una Expo. Hasta cierto punto es comprensible: algo hay que vender, y desde luego no basta con unos aparcamientos, unas decenas de casas rehabilitadas y doble ración de victimismo. Por demás, tras el primer tercio de su tercer mandato, al alcalde empieza a pesarle su balance desalentadoramente gris. La iniciativa de mayor envergadura en esta década ha sido peatonalizar calle Larios, poco para la sexta ciudad de España, mientras la tercera, Valencia, ha hecho la Ciudad de las Artes y las Ciencias; la cuarta, Zaragoza, una Expo; y hasta la séptima, Bilbao, la reinvención de la ría en torno al Guggenheim. En Málaga, aun siendo una ciudad grande, hay un perfil pequeño.

Al alcalde se le entiende. Zaragoza acaba de relanzarse con el espacio magnífico de su Expo, a pesar de la medianía de ésta, tal como Sevilla con la Expo'92, Valencia se ha añadido el puerto de la Copa América y Barcelona suma el Forum, una estafa deslumbrante con firmas como Herzog&De Meuron o Mateo. Málaga está en otra liga. Eso sí, hay dos detalles diferenciales nada desdeñables: todas tienen el plus de la capitalidad autonómica, en tanto Málaga no cuenta ni con el aval básico de la Junta, y todas han tenido un liderazgo fuerte. Al alcalde, entretanto, criticar a la Junta le puede llenar de razón, pero no precisamente de liderazgo. De momento sólo tiene un punto fuerte: una oposición débil. Eso da para ganar elecciones, pero no más.

Esta ciudad tal vez tenga el 'futuro perfecto' de su eslogan Bolsa, puente de 11 km y toda esa faramalla pero de momento lo que hay es un presente seriamente imperfecto. Y el Debate sobre el Estado de la Ciudad no está para fantasear sino para evaluar la realidad: limpieza deficiente, tráfico a peor, impuestos altos, fracaso en los distritos y desde luego también el desamparo de una ciudad con un modelo en definitiva menor. Es lógico que el acalde prefiera evitar las sombras para fantasear luminosamente con una Expo. Eso sí, éstas no deben repetirse en un país antes de quince años; de modo que, tras Zaragoza, la Expo de Málaga seguramente sería para 2023. Muy estimulante.

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