Borrar
QUEMADURA. La sobreexposición al sol puede llegar a provocar episodios de fiebre. / SUR
La obsesión por el bronceado lleva cada vez a más personas con quemaduras a los centros de salud
MÁLAGA

La obsesión por el bronceado lleva cada vez a más personas con quemaduras a los centros de salud

Los pacientes, en su mayoría adolescentes que no usan protección, piden ayuda tras los abusos de fin de semana Málaga está a la cabeza del país en número de tumores cutáneos, con una media de cinco diagnósticos diarios

ALMUDENA NOGUÉS

Martes, 15 de julio 2008, 03:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Durante los meses de verano, la playa se convierte en su punto de encuentro. Muchos llegan pasado el ecuador del día, y no se limpian la arena hasta las ocho de la tarde con una única meta: ponerse morenos a toda costa. Bajo esta premisa, miles de jóvenes desafían cada fin de semana a Lorenzo sin tomar ningún tipo de precaución. Algunos, con auténticos cócteles molotov a base de ingredientes tan disparatados como la Coca-Cola o el Betadine. Un exceso que pasa factura.

Médicos de familia y farmacéuticos entrevistados por este periódico alertan de un aumento de casos de quemaduras, la mayoría protagonizados por adolescentes que abusan del sol. Según sus cálculos, estas lesiones -que van desde un pequeño enrojecimiento a ampollas- representan entre el 5 y el 8% de las consultas que atienden diariamente.

El facultativo de cabecera Aurelio Grondona explica que este tipo de pacientes suele acudir al centro de salud los primeros días de la semana «tras los pasones de los sábados y domingos». «El problema es que se quedan en la playa todas las horas que pueden sin protección de ninguna clase o con productos no recomendables», sostiene.

De primer o segundo grado

Como detalla Grondona, las quemaduras solares pueden ser de primer o de segundo grado. Las primeras se caracterizan por un enrojecimiento suave y rosado de las capas superficiales de la piel y suelen desaparecer en tres o cuatro días. Las de segundo grado afectan también a las capas internas, presentan un color rojo intenso y generan ampollas que se curan al cabo de 8 o 10 días. En ambos casos, la células lesionadas de la piel se desprenden y son sustituidas por otras.

Sobre los síntomas más comunes, Grondona precisa que varían según la gravedad de la quemadura. «Lo habitual es que el paciente llegue con la piel roja, picor y mucho calor, aunque en ciertos casos también aparecen dolores de cabeza, fiebre o bajadas de tensión», enumera. Ante un cuadro de estas características, los médicos aconsejan hidratación abundante, usar una crema con corticoides, tomar paracetamol en caso de fiebre o algún antihistamínico para aliviar el picor.

En opinión del médico de familia José Manuel Aranda los malagueños cada vez están más concienciados con los riesgos del sol, aunque reconoce que todas las semanas ven casos de excesos, «principalmente de chicas jóvenes que quieren ponerse morenas a toda costa», sentencia.

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela, también constata que las boticas reciben estos días más consultas ligadas a quemaduras. «Son clientes que nos comentan que se les olvidó ponerse crema o reponérsela y que llegan con la piel destrozada. Cuando les vemos ampollas les animamos a que vayan al médico», sostiene.

Además de daños puntuales, los expertos recuerdan que una quemadura solar con ampollas duplica la probabilidad de desarrollo de melanomas malignos. Una patología muy frecuente en la provincia. Así, según datos recientes aportados a SUR por el jefe del servicio de dermatología del Hospital Clínico, Enrique Herrera, Málaga está a la cabeza de España en el número de cánceres de piel. Cada día se diagnostican unos cinco tumores cutáneos en la Costa del Sol.

Para prevenir estas lesiones, los médicos recomiendan evitar las exposiciones prolongadas entre las once de la mañana y las tres de la tarde (cuando las radiaciones son más fuertes), protegerse con gorra y gafas de sol, aplicar los productos de forma generosa y repetir la operación con frecuencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios