El gran Bach

Para ambas interpretaciones se reunieron los conjuntos, solistas y coro requeridos por las obras. El capítulo de solistas vocales hemos de convenir que fue lo más endeble, destacando por su mayor calidad el contratenor David Sagastume, que asumió con intensidad y buen gusto las arias así como el dueto del 'Magnificat' encomendado a la contralto; la voz de la soprano Magdalena Padilla cumplió en su papel tanto de soprano primera como de soprano segunda; el tenor Jordi Casanova, que actuó en lugar de David Alegret; y el bajo-barítono Pau Bordas puede que no esté aún definido en una cuerda o en la otra.

Fue sorprendente el trabajo del Coro Barroco de Andalucía, que pasó de la opacidad a la 'Cantata' sin apenas relevancia, a la brillantez del 'Magnificat' desde su decidida entrada, seguro, ágil, diferenciado en las vocalizaciones y bien empastado. Su director Lluis Vilamajó compareció en la escena para recoger también los merecidos aplausos, con un impresentable atuendo, que dio la nota en este caso discordante.

Bueno, buenísimo el empeño de la Orquesta Filarmónica de Málaga que tradujo con mucha fortuna -destacados oboe, primer violín, primer violonchelo, trompeta, etc.- las partituras, siempre con el cuidado y mesura que mandó la experta dirección del maestro Aldo Ceccato.