Borrar
DE GALA. Julio Iglesias y Miranda fueron ovacionados. / J-L.
Los Iglesias revolucionan Marbella en una boda familiar
GENTE Y TELEVISIÓN

Los Iglesias revolucionan Marbella en una boda familiar

La protagonista oficial era la sobrina del cantante Julio Iglesias, Marta Iglesias, hija de su hermano Carlos. Los extraoficiales, su tío y su primo

CRISTINA GONZÁLEZ

Sábado, 24 de mayo 2008, 14:28

A buen seguro que a esta hora la señora seguirá enganchada al agua con miel, el remedio más eficaz contra la afonía. Motivos no le faltarán. A prueba de récord Guiness la mujer en cuestión, que se cuidó mucho de hacerse con un hueco privilegiado a las puertas de la iglesia de la Encarnación de Marbella, se dedicó sin respiro a prodigar halagos -más bien sólo los de guapo o guapa, según el sexo en cuestión- a todo el que se le cruzó por delante. A alguno, hay que decirlo, el adjetivo le venía un poco holgado. Pero el fanatismo del corazón es lo que tiene.

La protagonista oficial fue la sobrina del cantante Julio Iglesias, Marta Iglesias, hija de su hermano Carlos. Los extraoficiales su tío y su primo, Julio José. Se vistió de blanco y radiante para contraer matrimonio con Mark Caesar, un joven estadounidense igual de sonriente que su recién estrenada esposa. La expectación estaba asegurada, sólo faltaba que se topara con el evento algún curioso. La noticia corrió como la pólvora en cuestión de minutos. Adiós intimidad. «Que se está casando la sobrina de Julio Iglesias y está él dentro», comentaba entusiasmada a pocos metros una vecina a la que le faltó tiempo para coger calle arriba.

Julio Iglesias estuvo dentro en el sentido más literal. Aunque se dejó ver a la entrada y a la salida, a las siete de la tarde, acompañado del brazo de su mujer Miranda Rijnsburguer, radiante con un elegante vestido azul, la iglesia se cerró a cal y canto. Algo inédito en Marbella, ni siquiera con la avalancha, aquella del 'Si me queréis, irse' de Lola Flores, en la boda de su hija. Aquí no hubo aluvión aunque sí gritos y palabras de cariño para el cantante y para su hijo, Julio José Iglesias, que acudió con su novia Charisse, con vestido de gasa color malva.

Como una gran familia, arreglados hasta el más mínimo de los detalles, disfrutaron de una hora de ceremonia que contó con el Coro Romero Virgen de la Sierra de Cabra (Córdoba). La novia, que reside en Estados Unidos, no dudó en desplazar a decenas de amigos y familiares a Marbella para el festejo. «Es que Marbella es Marbella», apuntó el padre y padrino, Carlos Iglesias, a la salida del enlace. «Ha sido muy bonito», comentó el cantante camino a su coche y entre una multitud de curiosos enfervorizados con cámaras, móviles y casi haciendo el pino puente para atraer su atención.

Por delante les quedaba un banquete de aupa -milhoja de foie con queso de cabra, gran langostino y hongos al dente, meloso de carrillada con higos rellenos y tarta nupcial- servido en la exclusiva finca de La Concepción, a pie de piscina, por la empresa malagueña Lepanto. Se esperaban más invitados, como los hijos pequeños de Julio Iglesias. Al grito de ¿Vivan los novios!

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Los Iglesias revolucionan Marbella en una boda familiar