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MONTSE MARTÍN
Martes, 20 de mayo 2008, 10:32
Continúa en la Audiencia Provincial de Málaga el juicio contra quince acusados de la organización gitana FARA por apropiarse de más de un millón de euros de subvenciones y amenazar a funcionarios y políticos para seguir recibiendo las ayudas oficiales. Ayer le tocó el turno a uno de los presuntos amenazados. Isaías Pérez Saldaña, ex consejero de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía, declaró ante el tribunal que recibió «presiones políticas» de la directiva de la FARA, aunque reconoció que llegó a sentirse personalmente «inseguro e intranquilo» en determinados momentos que coincidieron con un robo en su casa y unas llamadas anónimas.
Durante su declaración, Pérez Saldaña se refirió a «amenazas veladas». Así, explicó que durante su mandato como consejero tuvo conocimiento por los anteriores miembros de la directiva de FARA que un grupo había accedido a la dirección de la organización «de forma violenta y antidemocrática, por métodos no válidos», pero que no lo denunciaron por «temor». Por ello, según explicó, decidió no concederles subvenciones durante dos años hasta que normalizaran su situación. Saldaña dijo que en ese momento se produjo una «presión política» que concretó en que en el sentido de que la dirección de FARA «quería conculcar las leyes establecidas democráticamente, como la de asociaciones o la del menor, sustituir a uno de los funcionarios e imponer su ley gitana, sus propios asesores y que fueran gitanos».
Joyas encima de la cama
No llegó a hablar de amenazas a su persona, pero Saldaña, a preguntas del fiscal, si reconoció ante tribunal que llegó a sentir «intranquilidad e inseguridad» cuando todo ello coincidió con un robo que sufrió en su domicilio de donde los ladrones, curiosamente, se llevaron sólo un teléfono móvil y dejaron las joyas colocadas encima de la cama y cuando recibió llamadas anónimas en las que se le advertía de «que tuviese cuidado con las decisiones que tomaba con FARA». El ex consejero afirmó que comunicó al juez estos hechos por «si estaban conectados». Ayer también declaró en calidad de testigo P. P., presidente del Secretariado Gitano, quien manifestó que en dos reuniones en Madrid los acusados Vicente R. y José M., presidente y vicepresidente, respectivamente, de FARA intentaron que les transfiriera los fondos europeos que se recibían para gestionarlos ellos, lo que «era inviable porque teníamos que gestionarlos nosotros y les dijimos que nos íbamos a implantar en Andalucía porque teníamos recursos». Añadió que los acusados tuvieron «palabras duras» como que si lo hacíamos «quemarían los locales», aunque, a preguntas de las defensas, el testigo manifestó que en ningún momento no llegó a sentir miedo ni intranquilidad personal.
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