Borrar
RECONOCIMIENTO. Pérez Rubalcaba saluda a varios agentes de la Guardia Civil durante la presentación de las nuevas embarcaciones del servicio marítimo en Cádiz. / J. ZAPATA. EFE
Rubalcaba considera «muy grave» que el Parlamento vasco acuse al Gobierno de amparar la tortura
ESPAÑA

Rubalcaba considera «muy grave» que el Parlamento vasco acuse al Gobierno de amparar la tortura

COLPISA

Domingo, 18 de mayo 2008, 05:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondió ayer al Parlamento vasco que el Gobierno no ampara las torturas y calificó de «muy grave» e «incierta» la resolución en tal sentido aprobada el viernes en la Cámara de Vitoria. Los partidos que apoyan al Gobierno Vasco (PNV, EA e IU) junto al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), suspendido por sospechas de colaboración con ETA, y Aralar defendieron en su resolución que el Ejecutivo nacional ampara de forma «sistemática» a la Guardia Civil y a la Policía ante las denuncias de torturas, y que no toma medidas para impedir los malos tratos, que «no son aislados».

El ministro del Interior declaró en Cádiz que, aunque «todo el mundo sabe que ETA da instrucciones a sus militantes de denunciar torturas inmediatamente después de ser detenidos», el Gobierno «no ampara nada, y mucho menos las torturas». Aseguró que las denuncias de torturas «se investigan todas» y que «los primeros y más interesados en que esas investigaciones se lleven a cabo y en que el Estado de derecho actúe son la Guardia Civil y el Ejecutivo».

Pérez Rubalcaba recordó que justo las denuncias que motivaron la resolución del Parlamento vasco, las presuntas torturas a Igor Portu y Martín Sarasola, dos de los etarras que volaron la T-4, «están investigándose en este momento en sede judicial».

La réplica del ministro tuvo respuesta en pocos minutos desde el Gobierno vasco. A través del consejero de Interior, Javier Balza, pidió «todo el respeto» para la resolución porque está aprobada por la mayoría de la cámara de Vitoria.

La Constitución, el límite

La reacción más airada fue la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que pidió al presidente José Luís Rodríguez Zapatero que no reciba el martes en La Moncloa al lehendakari, Juan José Ibarretxe, tal y como está previsto, como respuesta a la «ofensa» que el Parlamento vasco ha hecho «a todos y, sobre todo, a la Guardia Civil».

Aguirre recordó que la acusación a la Guardia Civil se produjo «sólo 48 horas después de haber enterrado al último servidor público víctima de los terroristas de ETA», a lo que añadió que, «de ninguna manera, se puede poner en el mismo lado de la balanza a los terroristas y a los asesinados».

El Ejecutivo no parece que vaya a secundar la reclamación de Aguirre porque tanto Pérez Rubalcaba como la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dieron por hecho la celebración de la reunión en la que se discutirá sobre la reforma del Estatuto de Guernica. Los ministros coincidieron en que el Ejecutivo está «dispuesto a dialogar» y a llegar a acuerdos, pero que cualquier propuesta tiene que tener en cuenta que el límite siempre será «la Constitución y la ley», porque «esas reglas no se las puede saltar nadie». De hecho, la vicepresidenta primera, reiteró que el Ejecutivo se opondrá «rotundamente» a cualquier iniciativa que pudiera plantear el lehendakari, que no se ajuste a las «reglas del juego». De la Vega se pronunció en estos términos tras inaugurar una oficina de ayuda parlamentaria en Valencia. Zapatero, según De la Vega, «ha dejado claras cuáles son las reglas del juego y las vamos a seguir aplicando en la reunión del martes». «Todo lo que se plantee respetando las reglas del juego que marcan nuestras normas, podremos abordarlo. A lo que se plantee fuera de ese marco, si se vuelve a plantear, se le dirá, como se le ha dicho en otra ocasión, rotundamente no», aseguró.

Diálogo institucional

Reiteró que «la posición del Gobierno respecto a determinados temas que puedan plantearse es ya conocida» e indicó que el Ejecutivo «no quiere la confrontación ni el desencuentro, sino el entendimiento y el acuerdo».

Según la vicepresidenta, el marco para ese entendimiento «viene determinado por la Constitución y la Ley» y subrayó que «es abordable todo lo que esté en el marco de la Constitución y la ley; lo que no, no es planteable». En este sentido, el PNV, por boca de su presidente, Iñigo Urkullu, pidió al Gobierno que no rechace de entrada la propuesta «abierta» del lehendakari, porque su partido está predispuesto a «un acuerdo flexible». De la Vega quiso matizar que el encuentro del próximo martes, el primero entre Zapatero e Ibarretxe en esta legislatura, forma parte del «diálogo institucional» que se produce con «absoluta normalidad» para mantener «relaciones de intercambio y cooperación» entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Por otra parte, y en relación con la iniciativa aprobada por el Parlamento vasco en la que acusa al Gobierno central de «amparar sin excepción» y de forma «sistemática» a las fuerzas policiales ante las denuncias de torturas o malos tratos de detenidos, la vicepresidenta aseguró que la acusación «carece de todo fundamento» y no tiene «ningún apoyo». «El presidente del Gobierno ya lo dijo ayer (por el viernes); apoyamos el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Felizmente vivimos en un Estado de Derecho que garantiza cualquier situación que se pueda producir al margen de la legalidad», zanjó.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios